junio 2006, Volumen 22, Número 1
Sistematización para el cambio

Documentación: una herramienta eficaz en las Escuelas de Campo

EEFJE DEN BELDER, MARTÍN GARCÍA Y DON JANSEN | Página 6-9
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Propuestas tales como las Escuelas de Campo de Agricultores (ECAs) y el Desarrollo Participativo de Tecnologías (DPT) tienen como objetivo fomentar el desarrollo sostenible a partir de procesos de aprendizaje basados en actividades de autodescubrimiento y reuniones de campo.

Para ser útiles a los agricultores, ambas propuestas necesitan un programa organizado y bien desarrollado. Hacerlo incluye la selección de los temas sobre los cuales los agricultores requieren más información, el contenido de las reuniones en las ECAs y la reflexión a partir de las actividades emprendidas. En el Proyecto de Café Sostenible-Perú, la información importante y bien documentada ha jugado un papel fundamental de apoyo al proceso de aprendizaje en las ECAs. Ilustraremos esta situación con tres ejemplos: un sondeo de la situación de los productores de café como base para el desarrollo del contenido del plan de estudios para las ECAs, la creación de folletos como apoyo al proceso educativo en las ECAs y el uso de cuadernos de campo para la evaluación y comparación de las prácticas agrícolas como parte del proceso de DTP. No estamos sugiriendo que nuestras propuestas sean perfectas, pero quisiéramos utilizar estos tres ejemplos para demostrar cómo la documentación puede reforzar los procesos de aprendizaje.

El proyecto es supervisado por Plant Research International (un instituto de investigación de la universidad de Wageningen, Países Bajos) y financiado por la Fundación DE (institución que apoya proyectos en países productores de café; pertenece a la empresa cafetera belga-neerlandesa Douwe Egberts). Se está llevando a cabo con los agricultores miembros de la Cooperativa Agraria Cafetalera Sostenible Valle Ubiriki, que está en el valle Ubiriki-Perené, departamento de Junín, ubicado en la zona central de los Andes peruanos y que por su situación geográfica se extiende desde la alta montaña hasta la selva amazónica. La producción de café en este valle se inició entre los años 1986 y 1991, época en la que también llegaron a la zona inmigrantes provenientes de otras regiones de los Andes, en su mayoría campesinos con una larga tradición en el cultivo de maíz y papas. Alrededor del 98 por ciento de la producción local es de café arábigo; 90 por ciento del café crece a la sombra y el 75 por ciento de las plantaciones está a más de mil metros sobre el nivel del mar. Muchas de las tierras agrícolas están cerca de áreas naturales protegidas y la combinación de las características de sus suelos con las condiciones climáticas (lluvia y luz solar) ofrece condiciones ambientales muy propicias para el cultivo de café.

ECA en Pitucuna, Río Negro, Junín. Los agricultores reflexionan sobre sus prácticas de poda / Foto: Martín García

El proyecto se inició en marzo de 2003 para apoyar a las familias que dependían de la producción de café. El diseño y la implementación del proyecto están basados en una participación informada y en la unidad social, y son específicos para esta zona. En la actualidad participan alrededor de 190 familias de agricultores en las nueve ECAs existentes, las cuales se basan en el aprendizaje a partir del descubrimiento, la experimentación y la toma de decisiones. El equipo del proyecto local está constituido por un administrador y tres facilitadores de campo. Los participantes de las ECAs se han organizado recientemente como cooperativa agrícola registrada. Luego de la elección de sus líderes, en octubre de 2004, la cooperativa decidió dar inicio a un proceso de certificación, y así fue como en abril de 2005 la Cooperativa Agraria Cafetalera Sostenible Valle Ubiriki obtuvo la certificación Utz-Kapeh para la producción sostenible (Utz-Kapeh es una fundación de los Países Bajos que certifica la producción de café en condiciones de agricultura sostenible). Los productores esperan que al obtener más control sobre la venta de su café podrán mejorar sus niveles de vida.

Desarrollando el contenido de las ECAs
Con el fin de desarrollar contenidos de importancia para el programa de las ECAs, fueron entrevistadas 150 familias en sus chacras. Se utilizaron diversas herramientas para recolectar información, incluyendo un cuestionario que tocaba temas relacionados con las técnicas de producción y el procesamiento del café, la extensión y capacitación en la zona, la organización local y la participación, así como la seguridad alimentaria. También incluía preguntas sobre las dificultades enfrentadas, tales como la falta de mano de obra o de tierras, la disponibilidad de insumos tales como fertilizantes o plaguicidas, las restricciones causadas por falta de recursos económicos o suministros, el análisis social y de género, y la falta de información como resultado de la dificultad de acceso a los servicios de extensión. Utilizando el cuestionario, los mismos agricultores definieron los problemas encontrados. El análisis de todas las respuestas registradas y las observaciones iniciales en los campos de café brindaron información, tanto cualitativa como cuantitativa, sobre los problemas que tenían que enfrentar los agricultores.

Los agricultores expresaron su satisfacción durante los talleres subsiguientes, diciendo por ejemplo: “Descubrí que no soy el único que tiene problemas con ‘cola de chancho’ (deformación de las raíces en la planta de café)”; “Ahora tenemos una lista de los nuevos conocimientos que necesitamos para poder aumentar la producción de café” o “Finalmente puedo dar mi opinión sobre lo que siento que necesito aprender”.

De esta manera, se involucró a todos los posibles participantes en el desarrollo de los programas de las ECAs. El equipo del proyecto y los agricultores analizaron las limitaciones que afectan la producción de café en la región e identificaron los temas de importancia que era necesario tratar. Preguntas tales como: “¿cómo puedo mejorar la calidad del café?”, “¿cómo puedo ganarme la vida?” o “¿cómo funciona el mercado del café?”, constituyeron el punto de partida del programa educativo de las ECAs. En vez de que los temas educativos fueran previamente determinados, la participación de los agricultores desde el inicio contribuyó a asegurar que el programa fuese relevante para la comprensión de su situación actual. Como resultado de todo esto, los agricultores se interesaron muy activamente en las ECAs.

Folletos de las ECAs
Durante las reuniones de campo se utilizaron diversos materiales para trabajar con los agricultores, incluyendo diagramas, dibujos, fotografías, materiales vivos, presentaciones orales, canciones, poemas, obras de teatro y folletos. En las entrevistas iniciales, el 87 por ciento de los agricultores opinó que le gustaría participar en una ECA y un 60 por ciento dijo que la información transmitida a través de la radio es útil. Pero, el 100 por ciento de los agricultores consideró que los folletos son el medio más útil y adecuado a sus necesidades.

Los folletos fueron preparados en conjunto por el equipo local y los agricultores. Fueron escritos en el lenguaje de los agricultores, poniendo énfasis en el “por qué” y el “cómo”. Incluyeron posibles soluciones técnicas, ventajas y desventajas de las diferentes soluciones, consecuencias y posibles obstáculos. Los folletos también incluyeron observaciones hechas por los agricultores durante las reuniones, con frecuencia anotadas por uno de los facilitadores o tomadas de los diarios personales de aprendizaje de los agricultores (sus propias reflexiones sobre lo que aprendieron a partir del caso). Los agricultores también seleccionaron dibujos hechos por los facilitadores o fotografías tomadas durante las sesiones para ilustrar los folletos.

Hasta la fecha, se han escrito 18 folletos técnicos y la idea es agruparlos para que formen un pequeño manual. De esta manera, los agricultores pueden releerlos, reconsiderar las reuniones y elegir soluciones. La experiencia ha demostrado que las reuniones en el campo combinadas con los folletos proporcionan una buena base para el proceso de innovación y la adopción local de las innovaciones. Como resultado de su colaboración, la relación entre agricultores y facilitadores cambió hacia una actitud de responsabilidad conjunta y confianza mutua, creándose un mejor entendimiento entre ambos.

El contenido de los folletos varió mucho de acuerdo con las necesidades de los participantes y la dificultad del tema. Por ejemplo, al abordar el tema de la poda, un grupo empezó a comparar el crecimiento de plantas de café podadas experimentalmente con el crecimiento del café en la parcela de un agricultor; las observaciones para esta comparación se realizaron durante un largo período de tiempo. Un pequeño grupo monitoreó el crecimiento de las plantas de café luego de ambos tratamientos y presentó los resultados a los otros participantes. Después se discutieron diversas ideas que, en el folleto producto de la experiencia, se sintetizaron en la siguiente serie de preguntas: “¿por qué debemos podar?”, “¿qué sucede si no podamos?”, “¿cómo y cuándo podemos podar?”, “¿qué sucede después de la poda?”

Comparando prácticas agrícolas existentes
Si bien las ECAs son un complemento útil al conocimiento local, la fuerza del Desarrollo Participativo de Tecnologías (DPT) estriba en la evaluación de alternativas tecnológicas aceptables localmente. Si se documenta el trabajo diario en los campos de café y las reflexiones a partir de las opciones elegidas, el registro de actividades puede ser una herramienta importante y ayudar a desarrollar las capacidades necesarias para la toma de decisiones. En este proceso el cuaderno de campo es esencial.

Los agricultores utilizaron el cuaderno de campo para registrar todos sus gastos y las horas utilizadas en la producción y el procesamiento del café, incluidas aquellas de los trabajadores contratados. La información fue registrada en un formato diseñado en las ECAs con la colaboración del equipo del proyecto y recolectada cada 14 días. Los agricultores apoyaron el registro cuando fue necesario. La información se resumió empleando un modelo descriptivo simple, desarrollado en la Universidad de Wageningen, que utiliza gráficos sencillos, donde los resultados de las granjas individuales se mantuvieron anónimos. Estos fueron discutidos cada tres meses en los grupos de las ECAs, aunque en el entretiempo los agricultores frecuentemente se informaban entre sí acerca de sus propios resultados. Las discusiones permitieron la comparación de las diferentes prácticas de los agricultores y el intercambio de información de agricultor a agricultor, así como cotejar sus avances. Los agricultores adaptaron las tecnologías existentes y probaron nuevas ideas. La comparación de las prácticas existentes les brindó la oportunidad de pensar en problemas difíciles de experimentar debido a los altos costos que ello representa. De esta manera, a partir del registro de información, los agricultores desarrollaron capacidades que les permitieron analizar su propia situación. Algunos ejemplos de las capacidades adquiridas son:

• cómo comparar las diferencias en horas utilizadas para cosechar con relación a la cosecha total;
• cómo comparar las horas de trabajo de campo y la cosecha total de café, y
• cómo comparar los ingresos por hectárea con relación a todos los gastos de la chacra.

Agricultora podando plantas de café / Foto: autores

Los agricultores consideraron que este tipo de recolección de la información, su análisis y discusión eran actividades interesantes, exigentes y entretenidas. Esto se reflejó en la disciplina demostrada por todos los participantes en las ECAs y en la alta calidad del trabajo que se obtuvo como resultado. Inicialmente, sólo seis agricultores de cada escuela empezaron a registrar información porque este método era algo nuevo tanto para los agricultores como para los facilitadores. Además, esto dio a los agricultores la oportunidad de probar la utilidad del método de acuerdo a sus necesidades. Luego de la presentación de los resultados del primer ciclo de producción de café, todos los participantes de las ECAs quisieron utilizar el cuaderno de campo ya que este “diario” les permitiría analizar su propia situación. La fortaleza de esta propuesta yace en el simple y bien organizado registro de la información, las observaciones precisas y la presentación visual a los grupos de las ECAs. Un factor importante que puede influir en la disposición de los agricultores a participar es la importancia de los resultados registrados en el mismo cuaderno de campo para el manejo de sus chacras. Por supuesto que este método tiene algunas limitaciones: no se puede lidiar con todos los problemas utilizando la propuesta de los cuadernos de campo. Algunos problemas son muy complicados y necesitan más tiempo y asesoría; el manejo de la sombra, por ejemplo. Otros problemas son demasiado peligrosos para hacer experimentos con ellos, tales como las enfermedades o plagas que afectan a la cereza del café y se propagan con facilidad, como la antracnosis (Colletotrichum coffeanum) o la broca (Hypothenemus hampei).

La propuesta de las ECAs proporcionó una buena base para el debate sobre los resultados de los cuadernos de campo porque los agricultores y los facilitadores ya habían trabajado en estrecha colaboración durante un año. Los grupos de las ECAs funcionaron bien y demostraron ser equipos eficientes en los que predominaba la confianza y el respeto mutuo.

Comentarios finales
Si las propuestas de aprendizaje e investigación de las ECAs han de tener un verdadero impacto en la productividad de las chacras y los medios de vida de los agricultores y sus familias, será necesario desarrollar metodologías para el intercambio de información y fomentar su utilización. La documentación y la sistematización son herramientas poderosas para la integración y expansión de conocimientos. Los ejemplos presentados en este artículo demuestran que:

la documentación de las condiciones de producción hecha en conjunto con los agricultores permite identificar los problemas actuales y sus posibles soluciones. Este conocimiento es utilizado para desarrollar un plan de estudios adecuado al contexto local en las ECAs. Ya que los agricultores están involucrados desde el inicio, sienten que el programa de aprendizaje les pertenece, al menos en parte, y esto los motiva. La generación de conciencia a partir de la sensibilidad sobre los temas tratados y el análisis cuidadoso de los aspectos contextuales, sociales e institucionales, contribuirán a desarrollar un programa educativo efectivo;
la sistematización de las conclusiones en las reuniones de campo entre los agricultores y los facilitadores, y su registro, por ejemplo, en forma de pequeños folletos impresos, puede contribuir a construir una relación de confianza y entendimiento mutuo dentro de las comunidades de agricultores. Alentar a los agricultores a diseñar el contenido de los folletos contribuirá a la efectividad del proceso de aprendizaje y los animará a continuar;
a partir del registro de la información en un cuaderno de campo, los agricultores desarrollan capacidades que les permiten analizar su propia situación y progresar. Al comparar sus propias actividades de manejo agrícola con los resultados de otros, los agricultores pueden adaptar tecnologías existentes y probar nuevas ideas.

Creemos que la documentación es una herramienta importante para la difusión del conocimiento local y los procesos locales de innovación, y esperamos que las experiencias que hemos presentado en este artículo animen a otros a continuar desarrollando estas ideas.

Ejemplo de los folletos producidos en la ECA

Se formaron grupos de cinco a ocho participantes, cada uno de los cuales discutió sus problemas y reflexionó críticamente sobre sus experiencias tratando de responder varias preguntas. Bajo la guía de un facilitador, la reflexión crítica sobre las prácticas de poda existentes y sobre los nuevos conocimientos dio como resultado ciertas conclusiones que fueron resumidas en los folletos.

¿Por qué debemos podar?

Porque una planta vieja se convierte en una planta joven y produce como planta joven.
Porque es posible que quieras evitar que el árbol crezca demasiado alto, lo que haría que tareas tales como la cosecha fueran más fáciles.
Maximiza la cantidad de madera nueva para la próxima temporada de cultivo y propicia el crecimiento de tallos y ramas nuevos y más vigorosos.
La poda da como resultado frutos más grandes y de mejor calidad que los frutos pequeños.
Previene la sobreproducción y con ello reduce el ciclo bienal de producción.
Ayuda a prevenir algunas plagas y problemas causados por enfermedades.
Permite usar el abono más eficazmente.
Mejora la situación económica del agricultor.

¿Qué sucede si no podamos?

Será más difícil prevenir y reducir algunas plagas y enfermedades.
Cosechar los frutos de un árbol alto con ramas de tres a cuatro metros será más difícil.
Los frutos que se cosechen serán más pequeños y con más infestaciones.
Los trabajadores no querrán cosechar en un campo viejo a menos que reciban un pago extra.
Las ramas viejas competirán por los nutrientes con las ramas nuevas.

QUÉ PASA DESPUÉS DE LA PODA

Se empieza a recuperar la planta, salen nuevas hojas, el tallo empieza a engrosar la planta se vuelve más vigorosa.
La incidencia de plagas y enfermedades empieza a bajar.

QUÉ SUCEDE CUANDO SE PODAN PLANTAS DÉBILES

Quiere decir amigo agricultor cuando hacemos una poda, solamente las plantas que tenían buen follaje (hojas) brotan buenos chupones.
Cuando se podan plantas débiles los tallos se secan y no rebrotan las yemas o salen yemas muy débiles que después se mueren.
Porque las hojas son el espejo de las raíces las plantas con pocas hojas son plantas con pocas raíces es decir plantas con bastantes hojas son plantas con abundante raíces.

Buena planta

Mala planta

Ejemplo de los folletos producidos en la ECA

 

Eefje den Belder, Martín García y Don Jansen

Eefje den Belder
Plant Research International / Proyecto de Café Sostenible-Perú
Wageningen, Países Bajos
Correo electrónico: Eefje.denbelder@wur.nl

Martin García
Proyecto de Café Sostenible-Perú, Pichanaki, Perú

Don Jansen
Plant Research International / DE Foundation

Referencias
– Freire, P., 1996. Pedagogy of the oppressed, Pelican, Londres, Reino Unido (edición en español: Pedagogía del oprimido, Siglo XXI Editores, México, 2000).
– Gallagher, K., 2003, «Elementos fundamentales de una Escuela de Campo para Agricultores – ECA», LEISA revista de agroecología, vol. 19, núm. 1, junio de 2003.
– Thijssen, R., 2003, «Practicantes del DPT: ¿de vuelta a la escuela?», LEISA revista de agroecología, vol. 19, núm. 1, junio de 2003.
– Thomson, I. y J. Bebbington, 2004, It doesn’t matter what you teach? Critical Perspectives on Accounting (¿No importa qué se enseñe? Perspectivas críticas sobre contabilidad), 15(4/5).

Los autores reconocen el apoyo económico de Sara Lee-Douwe Egberts a través de la DE Foundation y el apoyo de Stefanie Miltenburg (Directora DE Foundation), así como la ayuda del equipo local: Giovanni Curiñaupa, Alex Gómez, Anthony Marín y Gino Marín.

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