La Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM) es la organización líder en agricultura orgánica, mundialmente reconocida, con más de 700 organizaciones afiliadas en más de 100 países. Casi la mitad de sus miembros viene del así llamado mundo en desarrollo e incluye varias ONGs, grupos de agricultores, certificadoras locales y pequeños negocios. La Asamblea General es el más alto organismo de la Federación.
Las decisiones tomadas al interior de IFOAM tienen un impacto directo en la manera en que la agricultura orgánica es practicada en el mundo y en la manera en que las políticas nacionales e internacionales son desarrolladas e implementadas. Un claro ejemplo viene de sus “Normas básicas para la agricultura y el procesamiento orgánico”, las cuales por más de 30 años han sido la base para el desarrollo de las regulaciones orgánicas en todo el mundo, o de sus “Criterios para organizaciones de certificación orgánica”, que regulan la manera en que las organizaciones de certificación acreditadas operan y es también una referencia a nivel mundial para todas las autoridades competentes. El Programa de Acreditación de IFOAM es implementado por el Servicio Internacional de Acreditación Orgánica. De particular importancia para los pequeños agricultores ha sido la actividad pionera de IFOAM al aceptar y regular la certificación de grupos de pequeños propietarios para mejorar el acceso a los mercados nacionales e internacionales de productos orgánicos certificados. Entre otras actividades de IFOAM, con impacto directo a nivel mundial, están: el trabajo conjunto de un equipo especializado de FAO, UNCTAD e IFOAM para la armonización y equivalencias de la agricultura orgánica; la iniciativa para construir vínculos para una mayor aproximación entre la agricultura orgánica certificada, el comercio justo y la responsabilidad social; la organización de un encuentro internacional sobre semillas orgánicas en julio de 2004, y la larga pero exitosa lucha, junto con organizaciones de India y Europa, contra un caso flagrante de biopiratería relacionado con el árbol de neem (ver recuadro 1).
IFOAM es una organización democrática y varias decisiones claves son tomadas en la Asamblea General, donde el Consejo Directivo Mundial y el equipo de IFOAM son evaluados directamente por los miembros de la Asamblea. Varios meses antes de la Asamblea General, la oficina principal en Bonn, Alemania, prepara y compila la documentación relevante para las decisiones que deberán ser tomadas, en coordinación con varios comités y grupos que dependen del trabajo voluntario de sus miembros. Estos pueden tratar sobre modificaciones en las normas (estándares y criterios), cambios en los estatutos o políticas, mociones y recomendaciones de los miembros, elección de un nuevo Consejo Directivo o temas completamente nuevos.
La Asamblea General más reciente tuvo lugar en Adelaida, Australia, en septiembre de 2005, y lo que sigue son algunas de las impresiones del autor sobre aquellos temas que generaron considerable debate antes y durante esta Asamblea. Estos temas ilustran la dinámica al interior de una gran organización internacional, así como la difícil tarea de asegurar la toma democrática de decisiones y la eficiencia y, al mismo tiempo, lograr que la práctica de los agricultores orgánicos alrededor del mundo se vea reflejada en las políticas.
Principios de agricultura orgánica
Un punto esencial en la agenda de la Asamblea General, y uno de los que motivó la discusión más intensa, fue la revisión y aprobación de los “Principios de agricultura orgánica”, los cuales deben ser la base de todo el trabajo de IFOAM. Para ello, se siguió un intenso proceso participativo de dos años de duración, que incluyó la formación de un grupo de trabajo y frecuentes consultas con los asociados vía internet y correo electrónico. Al final del día, la Asamblea General de IFOAM aprobó los “Principios de agricultura orgánica” revisados. Estos principios sirven para inspirar al movimiento orgánico en toda su diversidad y para articular el significado de la agricultura orgánica en el mundo entero. Son “las raíces desde donde la agricultura orgánica crece y se desarrolla” y, de acuerdo con el presidente de IFOAM, deben ser también reconocidos como una base para las regulaciones públicas (ver recuadro 2).
Sistemas de garantías
Otro tema candente durante la Asamblea General fue la revisión del Sistema de Garantía Orgánica de IFOAM. Mientras está claro que este sistema de garantía orgánica para la implementación y acreditación de estándares orgánicos es el más reconocido internacionalmente, una gran parte del comercio orgánico certificado a nivel mundial sigue ocurriendo fuera de su influencia.
La discusión trató aquí temas fundamentales, tales como la declaración de la misión de IFOAM, la cual menciona que su papel es liderar y unir. Al final, la mayoría de los presentes en la Asamblea decidió que aunque “liderar y unir” son metas altamente relevantes, todos los esfuerzos necesitan orientarse a garantizar la integridad de la producción orgánica y los mercados. El trabajo de un equipo especializado en sistemas participativos de garantía fue también analizado. Estos sistemas incluyen a los agricultores y los consumidores, con el propósito de garantizar la credibilidad de la producción orgánica, lo cual es crucial para los enfoques de comercialización locales y alternativos.
Recuadro 1
Oficina de patentes de la Unión Europea revoca
patente “biopirata” en fungicida derivado de las
semillas del árbol de neem
El árbol de neem (Azadirachta indica) es originario del subcontinente indio. Es mencionado en los textos indios escritos hace más de 2.000 años y ha sido usado por siglos en agricultura como repelente de insectos, en medicina humana y animal, artículos de tocador y cosméticos. India siempre ha compartido libremente este árbol y el conocimiento de sus muchos usos con la comunidad mundial, aunque siempre se han realizado intentos, algunos de ellos exitosos, para patentar este recurso. Las patentes sobre el neem están generando grandes sumas de dinero para sus “dueños”, mientras que aquellas comunidades que primero entendieron los usos del neem no serán recompensadas en absoluto.
Sin embargo, en marzo de 2005 se logró una victoria significativa en el primer caso contra la biopirateria en el mundo, cuando la Oficina Europea de Patentes decidió revocar en su totalidad la patente de un producto fungicida derivado de las semillas del neem. El proceso legal tuvo una duración de 10 años y fue liderado por la Dra. Vandana Shiva (en representación de la Fundación de Investigación para las Políticas de Ciencia, Tecnología y Recursos Naturales, India), Magda Aelveoet (entonces vicepresidente de los Verdes en el Parlamento Europeo) y Linda Bullard (entonces vicepresidente de IFOAM). La demanda contra la patente del neem fue iniciada en solidaridad con la Campaña del Neem de India, lanzada en 1993 por agricultores que temieron que sus recursos genéticos tradicionales estuviesen bajo un creciente control externo a través del mecanismo legal de las patentes. Justo después del veredicto, Magda Alveoet dijo “… ésta es una victoria para los conocimientos y las prácticas tradicionales … es una victoria de la solidaridad con los pueblos de los países en desarrollo, quienes definitivamente han ganado los derechos soberanos sobre sus recursos naturales, y con nuestros colegas en las ONGs quienes, durante los últimos diez años, lucharon junto con nosotros contra esta patente. Además, puede inspirar y ayudar a la gente de países en desarrollo que sufre el mismo tipo de robo pero piensa que no es posible combatirlo.”
Grupos regionales
Siendo IFOAM una organización grande y diversa, no puede depender únicamente de una estructura centralizada y por esto se recomendó el desarrollo de mejores mecanismos de coordinación y apoyo con sus grupos e iniciativas regionales. Esto no significa que se prefiera una estructura federal para la toma de decisiones, sino que trabajar mediante grupos regionales puede ser una mejor manera de poner a la Federación más en contacto con las regiones apartadas. Es obvio, sin embargo, que los grupos regionales sólo pueden ser útiles si sus miembros participan en las actividades y discusiones.
Justicia social
Antes de la Asamblea General, varias organizaciones mundiales organizaron una reunión para discutir asuntos relacionados con la justicia social en la agricultura orgánica. Mientras que algunos miembros de IFOAM aún consideran que agricultura orgánica y justicia social (al menos desde el punto de vista normativo) son conceptos sin relación, para muchos otros la agricultura orgánica necesita esforzarse por conseguir la justicia social para ser sostenible. La Asamblea aprobó una recomendación urgiendo a todas las organizaciones de certificación miembros de IFOAM a implementar el Capítulo 8 de sus estándares básicos (el cual trata sobre justicia social) y pedir a IFOAM integrar mejor todo su trabajo relacionado con la justicia social en la agricultura orgánica.
Recuadro 2
Principios de Agricultura Orgánica aprobados
· Principio de Salud. La agricultura orgánica debe sostener y ampliar la salud del suelo, de las plantas, los animales, los seres humanos y el planeta como una unidad indivisible.
· Principio de Ecología. La agricultura orgánica debe estar basada en sistemas y ciclos ecológicos vivos; trabajar con ellos, emularlos y constribuir en su sostenimiento.
· Principio de Justicia. La agricultura orgánica debe construir relaciones que aseguren la justicia con respecto al medioambiente común y a las posibilidades de vida.
· Principio de Cuidado. La agricultura orgánica debe ser manejada con precaución y responsablemente para proteger la salud y el bienestar de las generaciones actuales y futuras, así como del medioambiente.
¿Vale la pena toda esta energía?
Probablemente muchas personas comprometidas con la agroecología en el Sur siguen pensando que IFOAM es un “club de blancos” o que está dominada por comerciantes y certificadores del Norte, e interpretan sus decisiones como algo sin importancia para los pequeños agricultores del Sur.
De cualquier manera, si nosotros queremos modelar el mundo en una forma distinta, necesitamos participar activamente expresando nuestra desaprobación de la actual globalización –que nos empuja a un mundo homogéneo, fácil de manipular– y luchando por una globalización ecológica, la cual requiere mentes libres de prejuicios que celebren la diversidad. IFOAM tiene todavía un largo camino por andar si quiere ser más importante para los países del Sur, pero ya se han dado muchos pasos, aunque esto, por sí solo, no resuelve el inmoral desequilibrio entre ricos y pobres. IFOAM necesita llegar a ser, cada vez más, una poderosa herramienta para el cambio y ello solamente puede lograrse si todos los involucrados se comprometen. No hay democracia ni desarrollo sin participación.
El reto es enorme y con muchas dificultades, pero esto no debe, de ningún modo, negar a todos la posibilidad de modelar IFOAM y al mundo orgánico, en su totalidad, en un sistema que no sólo pueda abastecer con productos de calidad a los consumidores pudientes, sino que pueda también ayudar a los pequeños agricultores a elevar su calidad de vida y contribuya a erradicar la pobreza rural. Para esto se necesitan mejores vínculos y compromisos más fuertes en todos los niveles.
Roberto Ugás
Universidad Nacional Agraria La Molina, apartado 12-056, Lima, Perú.
Correo-e: rugas@lamolina.edu.pe
El autor es miembro del grupo de trabajo de Principios de Agricultura Orgánica y del Comité de Acreditación de IFOAM.
Para más información sobre IFOAM: www.ifoam.org
La versión final de los Principios de agricultura orgánica puede ser encontrada bajo el rubro Organic facts, y el trabajo del equipo especial de IFOAM sobre Sistemas Participativos de Garantía como Estándares y Certificación,