diciembre 2005, Volumen 21, Número 3
Animales menores: un gran valor

Crianza de caprinos en Bolivia: un aporte al sustento familiar de los pequeños productores

ANGELIKA STEMMER Y ANNE VALLE ZÁRATE | Página 33-34
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Los valles secos mesotérmicos ubicados entre 1.000 y 3.000 metros sobre el nivel del mar constituyen el hábitat de las cabras en Bolivia.

La precipitación anual en estas regiones es muy variable, con efectos adversos para la agricultura. Los criadores de caprinos son pequeños productores que en su gran mayoría poseen de una a dos hectáreas de tierra cultivable y rebaños mixtos de cabras y ovejas de 30 a 40 cabezas en promedio. El manejo del rebaño es tarea casi exclusivamente de mujeres y niños.

El objetivo principal de la crianza de cabras es la obtención del estiércol, producto esencial para la agricultura del pequeño productor (Stemmer y Valle Zárate, 2000). Los criterios para la permanencia o descarte de un animal no se basan en su eventual utilidad para la obtención de carne o de leche porque el producto de mayor importancia es el estiércol.

La crianza de cabras, ¿una actividad irracional?

Muchas veces los profesionales en ciencias pecuarias opinan que los pequeños productores manejan sus animales de forma irracional; que con el uso de la tecnología moderna podrían mejorar su nivel de vida. Esto, según nuestro punto de vista, evidencia una falta de entendimiento de las razones de los pequeños productores, de su filosofía diferente a la de orientación al mercado y del manejo de un mayor número de funciones en la crianza animal.

Contribuciones monetarias y no monetarias de la crianza de caprinos. Cabras en un corral rústico sin techar / Foto: autoras

En la investigación que realizamos, con la colaboración de un tesista de doctorado (Turgut Altug), en la provincia Mizque del departamento de Cochabamba, entre enero de 1999 y marzo de 2000, se analizó el entorno socioeconómico de la crianza de cabras de 42 pequeños productores (Altug, 2002). Las cabras eran manejadas junto con las ovejas, en rebaños mixtos. En las noches permanecían en un corral rústico sin techo, hecho de piedras, ramas, espinos o adobes. En el día, pastoreaban según la época del año, en praderas comunales, montes o terrenos en descanso. Durante la época de lluvias y hasta la cosecha, el pastoreo se realizaba en praderas nativas bajo la supervisión de las mujeres o de los niños. En la época seca, después de la cosecha, los rebaños pastaban libremente. Durante los 15 meses que duró el estudio las cabras no recibieron alimentación suplementaria.

Según el 97 por ciento de las 42 familias criadoras encuestadas, el producto más importante de la cría de cabras es el estiércol; la leche y carne ocupan el segundo y tercer lugar en importancia. El estiércol se usa principalmente para abonar los cultivos de papa y maíz. La leche se transforma en quesillos, los cuales son consumidos por la familia; solamente algunas fincas venden quesillos. Se realiza la venta o el trueque de animales «en pie», cambiándolos por ovinos o ropa.

El papel cultural que tienen los caprinos en la vida de las familias se manifiesta en su uso: las familias los obsequian en la ceremonia del umarutuku (tradición en la cual los invitados recortan el cabello de un niño de un año de edad y, según la cantidad de cabello recortado, el invitado regala algo al niño, que puede ser dinero o una cabra u ovino), y suelen sacrificar algunos animales para las fiestas especiales o en el caso del fallecimiento de un miembro de la familia. En otros acontecimientos, también las cabras son utilizadas como regalo.

Una pastora encerrando a sus cabras / Foto: autoras

En las provincias de Carrasco y Mizque del Departamento de Cochabamba se investigó el sistema de producción de nueve familias capricultoras que contaban, en total, con 581 cabezas de caprinos (Ayala et al., 2004); estos datos sirvieron para calcular los costos y beneficios que se pueden obtener de un rebaño promedio de 35 caprinos adultos.

En seis de las nueve familias, la inversión monetaria en la crianza de cabras se limitó a la compra de sal común o sal yodada, por la cual se gastó entre 12 y 30 bolivianos por año (un USD equivale a ocho BOB). Las restantes tres familias, además de comprar sal, invirtieron también en desparasitantes y otros medicamentos, entre 35 y 70 BOB por año.

No ocurren otros gastos monetarios. Para un rebaño de 35 cabras se calculó un costo monetario anual de 76,50 BOB.

Los ingresos se calcularon tomando en cuenta el autoconsumo y la venta de carne, los animales en pie, los quesillos producidos, el estiércol y los cueros

(ver cuadro 1).

Cuadro 1.
Ingresos estimados de un rebaño de 35 cabras durante un año Fuente: Ayala et al., 2004.
item
cantidad
unidad ingreso unitario
(BOB)
ingreso total
(BOB)
relación
porcentual
carne* 70 kg 6,00 420,00 32
capón vivo 1 cabeza 100,00 100,00 8
cabritos 7 cabezas 25,00 175,00 14
quesillo** 180 piezas 1,50 270,00 21
estiércol*** 2.555 kg 0,12 306,60 24
cuero 5 piezas 3,00 15,00 1
total 1.286,60 100
* 5 cabras de descarte para autoconsumo
**En base a la producción lechera promedio por rebaño de tres litros por día (1 lt= 1 quesillo)
***La bolsa de 50 kg cuesta en promedio 6 BOB, por lo que se estima el kg de estiércol en 0,12 BOB aproximadamente.

El mayor ingreso se obtiene por la producción de carne más la venta de animales en pie (54 por ciento), seguido por la producción de estiércol y quesillo. El beneficio monetario es de 1.286,60 BOB al año y la utilidad de 1.210,10 BOB al año. De esta manera, las familias obtienen un ingreso sustancial de la cría de cabras sin la necesidad de inversiones monetarias altas. Esta es una gran ventaja en un sistema de producción orientado a la subsistencia.

En la crianza de caprinos por pequeños productores en Brasil, Primov (1984) encontró también que los bajos costos de producción significan que los precios recibidos por los productos de cabras contienen mayores márgenes de ganancia. Este autor concluye que un aumento en los costos de producción y, consecuentemente, una tasa de ganancia baja, resultaría en un deterioro de las ventajas comparativas de la cría de caprinos para los pequeños productores. Una situación similar ocurre en Bolivia; es muy probable que los caprinocultores no adopten ninguna técnica nueva que los haga incurrir en mayores costos de producción.

Conclusiones

La crianza de cabras en Bolivia, lejos de ser irracional, cumple un rol importante en la economía de los pequeños productores, quienes viven en condiciones ecológicas y socioeconómicas difíciles. Los caprinos aportan en la provisión de abono para los cultivos, alimentos para la familia, ingresos monetarios por la venta de productos y múltiples roles culturales, facilitando de esta manera la subsistencia de un amplio sector de la población rural de Bolivia.

El trabajo de investigación sobre este tema continúa para contribuir al mayor conocimiento de la cabra criolla y sus sistemas de producción en Bolivia. Los resultados de este trabajo ayudarán a mejorar aspectos productivos, de manejo y de uso sostenible del recurso genético de la cabra criolla.

 

Angelika Stemmer y Anne Valle Zárate

Angelika Stemmer
Facultad de Ciencias Agrícolas y Pecuarias, Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, Bolivia
Correo-e: caprino@albatros.cnb.net

Anne Valle Zárate
Instituto de Producción Animal en los Trópicos y Subtrópicos, Universidad Hohenheim, Alemania
Correo-e: valle@uni-hohenheim.de

Referencias
– Altug, 2002. Caracterización de cabras criollas en su entorno de producción en los valles interandinos de Bolivia. Tesis de doctorado (en idioma alemán), Universidad Hohenheim, Alemania.
– Ayala, J. L., A. Stemmer, R. García, R. Ergueta, A. Valle Zárate y J. San Román, 2004. «Sistemas de producción caprina en Mizque y Carrasco, departamento de Cochabamba», en Memorias XV Reunión Nacional de ABOPA, tomo 1 (Producción Animal), pp. 209-214. Oruro, 24 al 26 de noviembre de 2004, CIF y ABOPA, Cochabamba, Bolivia.
– Primov, G., 1984. Goat production within the farming system of smallholders of Northern Bahia, Brasil. Department of Rural Sociology, University of Missouri, Columbia, USA.
– Stemmer, A. y A. Valle Zárate, 2000. «The role of women in goat keeping in Bolivia», Proc. 7th Int. Conference on Goats, Vol.2, pp. 707-708. Tours, Francia.

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