septiembre 2005, Volumen 21, Número 2
Más que el dinero: implicancias económicas de la agricultura ecológica

Producción agroecológica en el sur de Costa Rica: la experiencia de AFAPROSUR

FRANCE-LISE COLIN E IÑIGO ALDEKOZEA | Página 5-8
DESCARGAR REVISTA COMPLETA
TIPOGRAFÍA
SMALL
MODO LECTURA
COMPARTIR

La comunidad de San Rafael pertenece al distrito de Platanares, ubicado al suroeste del cantón Pérez Zeledón, en la provincia de San José, Costa Rica.

El distrito de Platanares tenía en el año 2000 alrededor de 7.500 habitantes, principalmente pequeños productores dedicados al monocultivo del café y, en menor grado, a la ganadería. En la década de 1970, los agricultores de San Rafael de Platanares practicaban una agricultura de subsistencia diversificada. Sin embargo, cuando en los años ochenta subió el precio del café en el mercado nacional e internacional, los agricultores de la zona optaron por su monocultivo, usando los ingresos obtenidos por su venta para comprar alimentos. El café era la única entrada de dinero y las familias dependían totalmente de su cultivo para satisfacer sus necesidades. El uso intensivo de productos agroquímicos permitía la obtención de buenas cosechas; sin embargo, esto suponía también una fuerte dependencia de los proveedores de agroquímicos.

El monocultivo del café provocó importantes daños ambientales que al comienzo no se percibían. Los problemas asociados con el uso de agroquímicos no tardaron en provocar procesos negativos: contaminación de los suelos, del agua y del aire; intoxicaciones de los agricultores con los pesticidas; pérdida de la fertilidad de los suelos; erosión, y disminución de la biodiversidad al eliminar los árboles frutales y maderables tradicionalmente presentes. Una de las consecuencias más visibles fue la progresiva disminución de las cosechas, que a pesar del aumento en el uso de fertilizantes nunca volvieron a alcanzar los niveles iniciales.

En la segunda mitad de la década de 1990, las familias de San Rafael enfrentaban una situación crítica. El agroecosistema mostraba signos de contaminación y degradación, lo que a su vez era causa de una importante disminución de las cosechas. Esto generó una reducción de los ingresos económicos de los agricultores, a la que se agregó el descenso en los precios del café a partir de 1998. Como las familias de la zona dependían casi exclusivamente de este cultivo para obtener ingresos, sus condiciones de vida se deterioraron muy rápidamente: ya no podían cancelar sus deudas con los proveedores de los agroquímicos, los ingresos no eran suficientes para cubrir las necesidades básicas y muchos tuvieron que emigrar a la ciudad o incluso a otros países.

Así, el contexto de la comunidad de San Rafael al final de la década de 1990 se caracterizaba por una aguda crisis socioeconómica, en gran parte vinculada con el agotamiento del modelo de producción agrícola vigente en la región y con la fragilidad de todo modelo basado en un cultivo único.

Formación y funcionamiento de AFAPROSUR. Microtúneles para incrementar la producción hortícola / Foto: autores

La situación de crisis socioeconómica, productiva y ambiental que se dio a partir de 1998 sensibilizó a algunos productores de la comunidad acerca de la necesidad de cambiar sus prácticas agrícolas. Ese mismo año, Rafael Varela, uno de los líderes de la comunidad, organizó una visita a una finca agroecológica con cultivos orgánicos en la región de Talamanca (ver LEISA 20-4, pp. 12-15). Todos estos factores contribuyeron al progresivo desarrollo de una nueva visión, basada en que el modelo de la agricultura orgánica y la creación de fincas diversificadas e integradas permitirían garantizar la seguridad alimentaria de las familias, conservar el medio ambiente, diversificar las fuentes de ingresos y eliminar la dependencia de los insumos químicos y de los proveedores de estos productos. En enero de 1999, 14 familias de la comunidad decidieron formar la Asociación de Familias Productoras Agroecológicas del Sur (AFAPROSUR), una organización sin fines de lucro, con los objetivos de promover la agricultura orgánica entre las familias de la región, lograr la seguridad alimentaria y mejorar las condiciones ecológicas de su entorno natural. Una de las características fundamentales de la Asociación es que no agrupa a productores, sino a las familias, convirtiendo en asociados a todos sus miembros.

Todos los miembros de la organización se reúnen una vez al mes para compartir ideas y experiencias. Las decisiones se toman en conjunto, dándose mucha importancia a la búsqueda de consenso y a los procesos democráticos para la toma de decisiones y el funcionamiento general. Los líderes de la Asociación desempeñan un importante trabajo fuera de la comunidad, buscando información, recursos, capacitación, mercadeo y financiamiento, así como estableciendo contacto con diversos grupos de productores, organizaciones no gubernamentales e instituciones del gobierno.

Cada productor trabaja su finca en un sistema de organización familiar. Las mujeres se dedican a cuidar los animales menores (gallinas, cerdos), el semillero y el vivero de plantas forestales, y ayudan en la preparación de los abonos y biofermentos. También ordeñan las vacas y preparan varios productos lácteos, principalmente natilla y queso, que venden en la Feria del Agricultor. Esta feria hace parte de un programa de mercados locales, apoyados por el gobierno, con fuerte presencia de productores orgánicos.

Los hombres se dedican a las labores agrícolas en las parcelas: limpiar, sembrar, manejar el cultivo, cosechar e ir a la feria a vender los productos. También dedican una parte de su tiempo a los trabajos grupales (por ejemplo, la construcción de instalaciones comunes como son la abonera, la casa del café, etc.)
Factores limitantes de las posibilidades de acción de la Asociación
En diciembre de 2002 se inició el proyecto «Consolidación de la capacidad organizativa de AFAPROSUR», que se desarrolló hasta julio de 2004. Cambiar totalmente de modelo de producción requería una inversión económica inicial, pero la crisis del café había colocado a muchas familias en una situación económica precaria que les impedía contar con recursos suficientes para realizar las inversiones necesarias. Esta situación se volvió aún más crítica al dejar de utilizar agroquímicos, pues el recuperar la fertilidad natural de los suelos exige un proceso de reequilibrio de nutrientes y microorganismos durante el cual los rendimientos son bajos y, consecuentemente, también los ingresos.

Además, el grupo no tenía experiencia en agricultura orgánica y necesitaba por eso gran apoyo técnico. Los modelos de agricultura orgánica propuestos por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) no se adaptaban a la situación de los pequeños productores de la región, y además eran demasiado costosos.

Estas dos limitaciones hacían necesario un apoyo externo de parte de alguna agencia donante y por ello recurrieron al Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del Fondo Mundial para el Ambiente (FMAM), para el cambio de modelo: de agricultura convencional a agricultura orgánica.

El proceso de intervención
Al implementar el proyecto apoyado por el PPD, AFAPROSUR buscaba consolidar su organización con el fin de lograr una producción agrícola constante, el procesamiento del café por los miembros de la Asociación, la seguridad alimentaria de las familias del grupo y la sostenibilidad ecológica y económica de la actividad agrícola. Así, sus esfuerzos se concentraron en la construcción de una abonera comunal para producir el abono orgánico necesario para la recuperación de los suelos; la adquisición y puesta en marcha de una planta o «beneficio» para poder procesar y comercializar el café orgánico, y la diversificación de los sistemas de producción agrícola, para alcanzar una dieta sana y también, diversificar las fuentes de ingresos.

Etapas de desarrollo de la experiencia y actividades implementadas
La experiencia se desarrolló en tres etapas, a cada una de las cuales corresponde una visión y actividades específicas. La primera etapa nació de una visión a corto plazo que buscaba resolver tres problemas urgentes: el desequilibrio de los suelos, acentuado por la transición del modelo de producción convencional al modelo de producción orgánico; la inseguridad alimentaria, y la escasez de fuentes de ingresos.

De acuerdo con esta visión y las necesidades vigentes, se decidió iniciar el proyecto con la construcción de una abonera comunal. El interés era triple: la abonera permite la producción de una gran cantidad de abono orgánico, el cual es indispensable para la recuperación y la constante fertilización de los suelos. A su vez, la recuperación de los suelos permite iniciar la producción de diversas hortalizas y legumbres que son la base de la seguridad alimentaria. Tercero, los excedentes de esta producción hortícola (asociados a productos como queso, natilla, leche y huevos producidos en la misma finca) pueden ser vendidos en el mercado local, generando así entradas regulares de dinero. Para incrementar la producción hortícola, además de la abonera, se realizaron obras de infraestructura como los microtechos (microtúneles), los invernaderos, las terrazas y también algunos sistemas de riego.

La segunda etapa corresponde a una visión a mediano plazo, enfocada a lograr la diversificación de las fuentes de ingresos así como el incremento de las ganancias. Los esfuerzos se concentraron en la adquisición de una pequeña planta o «microbeneficio» de café, con un doble propósito: combinar la venta de hortalizas con la de café, para diversificar las entradas monetarias, y por otra parte, procesar el café para incrementar su valor agregado y obtener mayores ganancias. El tiempo necesario para transformar el café convencional en orgánico y volver a lograr buenos niveles de producción, explica en parte esta etapa y el por qué sólo podía ser abordada en el mediano plazo.

La tercera etapa obedece a una visión de largo plazo que consiste en la siembra y protección de árboles maderables que, además de enriquecer el sistema agroforestal, representan una fuente de ahorro para el futuro.

Estrategias empleadas
Para enfrentar las dificultades, la estrategia escogida fue la total sustitución del modelo convencional de producción agrícola por un modelo de producción orgánica. Esta estrategia se basa en:

la producción orgánica sin uso de agroquímicos, que permite preservar el medio ambiente y al mismo tiempo eliminar la relación de dependencia con los proveedores de agroquímicos;
la diversificación de la producción agrícola, que favorece una dieta más sana, garantiza la seguridad alimentaria y permite comercializar diferentes tipos de productos, eliminando la dependencia de un solo producto y de las fluctuaciones de precios a que está sujeto;
una combinación de cultivos de corto y mediano plazos. Esta estrategia hace posible la generación de ingresos inmediatos mientras crece el café y refuerza la diversificación de las fuentes de ingresos, y
el procesamiento del café en lugar de su venta en grano sin procesar para incrementar su valor agregado y obtener mejores precios de venta.

La Asociación Coordinadora Indígena Campesina de Agro-Forestería Comunitaria (ACICAFOC) facilitó a AFAPROSUR cursos y capacitaciones, y organizó giras e intercambios con otras comunidades para fortalecer sus capacidades técnicas y sus conocimientos en el manejo de los recursos naturales y la agricultura orgánica. Los miembros de AFAPROSUR consideran que ACICAFOC fue un puente entre el grupo y el «mundo exterior», y que propició un contexto adecuado para el desarrollo de su organización y de la experiencia.

Factores que incidieron en el desarrollo de la experiencia
Entre los muchos elementos que tuvieron una incidencia positiva en el desarrollo del proyecto podemos destacar, en primer lugar, la implementación de un cambio real de actitud respecto a la agricultura convencional. El cambio de actitud que debe darse a nivel de cada agricultor es generalmente la etapa más difícil de cualquier proceso. En este caso, el cambio fue facilitado por la situación de crisis que enfrentaba la comunidad que, aparte de una transformación del modelo de producción y de las prácticas agrícolas, dejaba muy pocas alternativas para salir adelante.

El segundo elemento que facilitó la práctica fue la existencia de una visión muy clara de lo que se quería lograr entre los miembros de la Asociación, y la combinación de la voluntad y el profundo compromiso del grupo con el objetivo de cambiar sus condiciones de vida.

Finalmente, la posibilidad de participar en la Feria del Agricultor en San Isidro del General fue un impulso primordial. Para seguir adelante, es muy importante que el productor vea rápidamente los resultados y beneficios de sus esfuerzos, y esperar, en este caso, que el café crezca y pueda ser procesado. El acceso a un mercado local y la existencia de una demanda de productos orgánicos fueron elementos primordiales para la expansión de la experiencia y para mantener el interés y el compromiso de los miembros hacia el modelo desarrollado.

Sin embargo, existen otros factores que han influido negativamente en la experiencia. El grupo mencionó primero la dificultad de encontrar información sobre la agricultura orgánica y personas que compartiesen sus conocimientos en esta área. Y luego, el que no hubiese brindado todo el apoyo necesario, limitándose a proponer modelos de producción orgánica que por sus altos costos de implementación no eran adecuados para la situación local.

Por otro lado, está el problema del tiempo necesario para la recuperación del equilibrio de los suelos. Al pasar de un modelo agrícola convencional a uno orgánico, se abandona el uso de los agroquímicos y, durante un tiempo, la producción es muy baja porque los suelos ya no tienen una fertilidad natural. Así, es necesario un periodo de uno a dos años, con la aplicación regular de abono orgánico y biofertilizantes, para que los suelos recuperen su equilibrio natural y alcancen niveles adecuados de vida microorgánica para obtener los volúmenes de producción deseados. Mientras tanto, esto significa producción y ganancias limitadas.

Por último, es importante mencionar el problema del desajuste entre las previsiones de gastos y costos sobre las cuales se basa el proyecto, y los costos reales al momento de invertir los recursos (a causa de la depreciación del colón frente al dólar y de las variaciones de precios). En el caso de AFAPROSUR, se estima, por ejemplo, una diferencia de 60 por ciento entre el precio previsto en la propuesta del proyecto para el microbeneficio de café y su costo en el momento de adquirirlo. Las consecuencias directas son la incapacidad de cumplir con una parte de los objetivos y la necesidad de una constante revisión del presupuesto y de las actividades que se podrán o no realizar.

Cambios realizados: Comercialización en la Feria del Agricultor / Foto: autores

El cambio de modelo ha permitido una transformación real de la situación inicial, tanto en lo socioeconómico como en lo ambiental. En cuanto a la problemática social, la experiencia desarrollada por el grupo ha permitido alcanzar una situación de seguridad alimentaria en la cual las familias disponen de alimentos que no solamente son suficientes, sino que además son sanos. El mejoramiento de la salud se acrecentó con la total eliminación de los agroquímicos. Por otro lado, al generar mucho más trabajo en la finca, la producción orgánica requiere la participación de toda la familia. Este proceso de integración familiar representa un cambio real respecto a la situación anterior, caracterizada por la fractura de las estructuras familiares a causa de los procesos migratorios impulsados por la crisis económica. Además, la experiencia ha propiciado el fortalecimiento de los procesos organizativos, así como una ampliación de los conocimientos, y ha incentivado el trabajo agrícola en equipo y el apoyo mutuo. Se observa también un fortalecimiento de la autoestima de los miembros en relación con lo logrado y con el orgullo de ser capaces de garantizar el sustento de su familia y vivir dignamente, al mismo tiempo que protegen los recursos naturales de los cuales dependen. En último lugar, al contrario de muchas otras experiencias comunitarias, ésta no se basa en el liderazgo de una sola persona. Al contrario, la Asociación incentiva la participación de todos, la igualdad entre los miembros y la preeminencia del consenso.

En cuanto a la problemática ambiental, uno de los cambios más importantes ha sido la eliminación de la contaminación de los suelos, del aire y del agua, al dejar de utilizar agroquímicos. El uso de abonos orgánicos y de biofertilizantes ha permitido recuperar la fertilidad y el equilibrio de los suelos. La reintroducción de árboles maderables y frutales dentro de los cafetales ayuda a la conservación del suelo, al mantenimiento de la biodiversidad y a la creación de nuevos hábitat para la fauna. Además, el proceso de recuperación de semillas criollas permite restablecer altos niveles de agrobiodiversidad. Ésta constituye una barrera natural contra las plagas, y «puede completar y reforzar la biodiversidad de los sistemas naturales limítrofes» (Isely y Scherr, 2003).

En lo económico, el primer cambio fue la eliminación de la dependencia del pequeño productor respecto a los proveedores de los productos agroquímicos. Por otra parte, uno de los conceptos clave de la agricultura orgánica es maximizar el uso de los recursos presentes dentro de la finca (por ejemplo, se produce el abono con el estiércol de los animales y éstos se alimentan del forraje cultivado en la finca) de modo que se pueden minimizar las compras. Una segunda ventaja es que al producir todo por sí mismos, la carga de trabajo es mucho mayor. Así, este modelo es generador de empleo para los miembros de la comunidad.

Por otra parte, la diversificación de cultivos ha permitido generar nuevas fuentes de ingresos. Hoy, los que venden en la Feria del Agricultor han visto un aumento real de sus ingresos. Los que están más avanzados en el proceso (que tienen más productos y mayor diversidad) pueden ganar más de 60.000 CRC (colones; equivalentes a 146 USD) en un día; los otros, entre 20.000 y 40.000 CRC (41 y 83 USD). Finalmente, la producción de café orgánico y su procesamiento por la Asociación han generado un aumento muy importante del valor agregado de este producto. Así, mientras una fanega de café convencional en granos se vende a 18.000 CRC (37 USD), la misma cantidad de café orgánico molido se vende en alrededor de 60.000 CRC (146 USD). Estas cifras evidencian los beneficios económicos indiscutibles de este cambio de sistema productivo, hacia el cual los miembros manifiestan un total compromiso.

Los métodos aplicados han sido eficientes en la medida en que han permitido alcanzar los objetivos del proyecto, y mejorar las condiciones de vida de los miembros del grupo. Sin embargo, quedan por resolver algunos desafíos, como integrar a más familias productoras para difundir el modelo de agricultura orgánica y sus beneficios; incrementar el número de agricultores que vendan productos orgánicos en la Feria del Agricultor de San Isidro; desarrollar la producción para ser capaces de ofrecer una mayor cantidad y variedad de productos en la Feria; organizar la producción de las hortalizas de tal forma que los productores no compitan entre sí al vender los mismos productos; obtener la certificación orgánica, y lograr que todos los productores beneficien su café en vez de venderlo en grano sin tostar.

Elementos clave para la replicabilidad de la experiencia
Lograr la seguridad alimentaria es un objetivo fácilmente alcanzable por un pequeño productor en la medida en que no requiere un capital «tierra» importante. Con unos cuatro microtechos (de 3,30 metros de largo por 1,50 metros de ancho) se puede lograr la seguridad alimentaria de una familia de cinco personas, siempre que se mantengan dos microtechos llenos y dos con cultivos recién sembrados. Con un terreno de una a una y media hectáreas, se pueden construir suficientes microtechos e invernaderos para hortalizas y legumbres, y además criar animales, para cubrir las necesidades de una familia y obtener ingresos gracias a la venta de una parte de la producción. Cabe señalar que no se deja descansar la tierra, sino que solamente se rotan los cultivos. Esto también contribuye a que este sistema sea replicable por los pequeños productores que disponen de poca tierra.

Otro elemento clave está en el cambio de actitud. Si no se opera este cambio, puede ser que la replicabilidad de esta experiencia sea difícil.

Por último, debe decirse que la agricultura orgánica requiere el dominio de ciertas técnicas específicas, especialmente para la producción de los biofertilizantes y de los abonos. El equilibrio y la fertilidad de los suelos, así como las buenas cosechas, dependen directamente de estos productos. Por eso mismo, una experiencia similar es replicable solamente con una buena capacitación previa de los agricultores. Esta parte teórica es indispensable para el éxito de la producción orgánica.

France-Lise Colin e Iñigo Aldekozea
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
Programa de Pequeñas Donaciones (PPD)
San José, Costa Rica
Correo electrónico: inigo.aldekozea@undp.org

Referencias
Echeverría, Felicia. Abril de 2002. Apoyo de los organismos públicos a la producción y comercialización de productos orgánicos. La experiencia de Costa Rica. Seminario Taller Certificación y Comercialización de los Productos Orgánicos. Perú.
Echevería, Felicia. s/f. AFAPROSUR: How can organic agricultura improve diversity and small farmers quality of life via non-cash and cash crops? Programa Nacional de Agricultura Orgánica. Ministerio de Agricultura y Ganadería, Costa Rica
Isely, Christian y Sara Scherr. Diciembre 2003. «Community Based Ecoagriculture Initiatives. Findings from the 2002 UNDP Equator Prize Nominations». Washington.
ONU/CEPAL. Marzo de 2002. Centroamérica: el impacto de la caída de los precios del café. Costa Rica. Disponible en: www.cedeco.or.cr/docus/docu5.pdf
Página web de ACICAFOC (ver Fuentes, p. 39 en este número de LEISA)

Ediciones Anteriores

LEISA es una revista trimestral que busca difundir experiencias de agricultores familiares campesinos.
Por ello puedes revisar las ediciones anteriores.

Suscribete para recibir la versión digital y todas las comunicaciones que enviamos periodicamente con noticias y eventos

SUSCRIBIRSE AHORA