septiembre 2005, Volumen 21, Número 2
Más que el dinero: implicancias económicas de la agricultura ecológica

El empleo de bambúes nativos y la conservación del ecosistema de “chusqueales” en la Sierra Madre de Chiapas, México

ISIDRO OVANDO MEDINA Y WILBER SÁNCHEZ ORTIZ | Página 40
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La comunidad de Las Tablas, municipio de Bejucal de Ocampo, en la Sierra Madre de Chiapas, es una comunidad agraria marginada por su situación geográfica de aislamiento y por la escasa importancia socioeconómica que representa para el gobierno del estado.

Cestos de chajique a la venta / Foto: autores

Esta situación ha permitido que se desarrollen actividades como el manejo de los bambúes nativos. Se utilizan los bambúes conocidas como ‘chajique’ o ‘chajik’ (Chusquea foliosa) y ‘chajiquillo’ (Chusquea nelsonii); el primero en la actividad artesanal y el segundo como forraje para ovinos. El más utilizado es el chajique; con él se fabrican cestos, se emplean los culmos para levantar cercas muertas y, junto con su follaje, se construyen arcos decorativos a la entrada de los espacios destinados para las fiestas.

En cuanto al chajiquillo, se utiliza como forraje para el ganado y ocasionalmente en el trabajo artesanal. Como alimento animal se aprovecha durante el periodo seco, caracterizado por la ausencia de pastos. El ganado ovino se alimenta con las hojas del chajiquillo hasta que vuelven los pastos con la estación húmeda, permitiendo que las poblaciones de chajiquillo se mantengan estables.

Las mujeres son las principales tejedoras de cestos, aunque participan también ancianos y niños. Es una actividad paralela al pastoreo de ovejas. Minutos antes de regresar a casa y guardar las ovejas, los productores seleccionan la materia prima que será secada y labrada en la casa. Al siguiente día, durante la labor de pastoreo se teje la materia prima seca de días anteriores. El bambú se selecciona a partir de las plantas que han alcanzado madurez plena y tienen un grosor adecuado. Se corta el material y se hacen las “rajas”, quedando sin utilizar sólo el “corazón” de la planta. Se seca por un periodo de tres a cuatro días; se labra (se parten las rajas) al grosor deseado, en función del tamaño del cesto, y se empieza a tejer iniciando por la trama de la base. Se elaboran diferentes tipos de cestos: el de “tapizca” (para corte de café), el diseñado para la venta de pan y las “cestas con oreja” para realizar las compras.

Las relaciones mercantiles
Las artesanías son vendidas en la misma comunidad o en los días de plaza (mercado rodante) en diferentes comunidades. Los precios de venta oscilan entre 10 y 30 pesos (1 – 3 USD) por unidad, en función del tamaño. En ocasiones los productos son vendidos en los centros urbanos más cercanos.

También se elaboran cestos y artesanías por encargo. Este sistema se emplea cuando se requiere una cantidad mayor de cestos, cuando se necesitan para una fecha precisa o cuando se piden modelos especiales como las licoreras (tejido para transportar y guardar botellas) o las lampareras (pantallas para lámparas). Sin embargo, la elaboración de estos modelos especiales es poco practicada pues el precio de venta se asocia con el tamaño de la artesanía y no con el trabajo que cuesta elaborarla o con su belleza; en este caso, las más pequeñas resultan más difíciles de elaborar y por ser de inferior tamaño se venden a menor precio.

En ocasiones se utiliza el sistema de trueque en dos formas: la primera, cuando el artesano no cuenta con materia prima, y la obtiene a cambio de dos o tres cestos; la segunda, canjeando cestos por papas y otros productos en la misma comunidad o en las plazas.

Conservación del ecosistema de “chusqueales”
En la región Sierra Madre de Chiapas existen distintos ecosistemas, entre ellos el bosque mesófilo de montaña. En la región del volcán Tacaná este tipo de vegetación se caracteriza por la presencia de los “chusqueales”, con predominio de chajique y chajiquillo, formando un amplio cinturón en la cordillera a ambos lados de la frontera México-Guatemala. Dado que no existen procesos industriales que demanden el uso de bambúes nativos como materia prima, se ha puesto muy poca atención al ecosistema de chusqueales y más de la mitad se ha deteriorado. En la mayor parte de las comunidades de la región no se practica la propagación de estas especies. En cambio, en Las Tablas se fomenta el crecimiento de las chusqueas, ya que representan oportunidades económicas para los distintos actores. Para los tejedores de cestos, representan ingresos directos por la venta de sus productos y la posibilidad de trueque por productos agrícolas y otros bienes. Para quienes tienen la materia prima en sus fincas, representan la posibilidad de intercambiarla por cestos útiles en el hogar.

 

Isidro Ovando Medina y Wilber Sánchez Ortiz

Isidro Ovando Medina
Colegio de Biotecnólogos de Chiapas, A. C. Tapachula, Chiapas, México
Correo electrónico: biochiapas@yahoo.com.mx

Wilber Sánchez Ortiz
Área de Biotecnología de la Universidad Autónoma de Chiapas

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