Especies subutilizadas: un decálogo para enfocar la temática
CARLOS VICENTE | Página 4-5 DESCARGAR REVISTA COMPLETAPlanta con tallos subterráneos comestibles, conocida en la amazonía como ‘pituca’ (Colocasia esculenta)
• La integralidad de las comunidades
Frente a la fragmentación a la que antes nos referíamos es vital que todo proyecto, proceso o trabajo con una comunidad mantenga clara la necesidad de tener como marco la integralidad de la vida de una comunidad y la necesidad imperiosa de que cualquier intervención en la misma sea respetuosa de esa forma de vida.
Si bien en la actualidad vivimos un grado alto de fragmentación en todas partes del mundo (y en nuestras propias vidas), es muy importante que todo proceso contribuya a la recuperación y mantenimiento de la integralidad y no a incrementar la fragmentación.
• La importancia del mantenimiento de la diversidad biológica y cultural
En línea con la necesidad de mantener la integralidad es fundamental que el trabajo con especies subutilizadas se realice respetando y fomentando la diversidad biológica y cultural de las comunidades.
Es muy fácil que un proyecto «exitoso» desde el punto de vista comercial contribuya al monocultivo de una especie y a la eliminación de la diversidad biológica de esa misma especie. Al mismo tiempo, un éxito comercial puede ser una amenaza para el mantenimiento de valores, prácticas y costumbres dentro de una comunidad.
• El control de las comunidades sobre todos los procesos y en la toma de decisiones
Es vital que las comunidades sean partícipes y protagonistas en todas las etapas del proceso y que sus decisiones sean las que orienten los lineamientos. Cada comunidad posee, de acuerdo a su historia, sus tradiciones y su realidad actual, diferentes formas de organización que deben ser respetadas para orientar el trabajo. Y muchas veces los tiempos y los intereses de la comunidades no son los mismos que aquellos que se manejan dentro de los diferentes proyectos.
Sin el respeto a estos factores serán las ONGs con sus proyectos las únicas que se beneficiarán en este camino.
• El respeto por los sistemas de vida, salud y alimentación
En este marco, debemos comprender que cada comunidad posee sistemas de vida a través de los cuales resuelve la satisfacción de sus necesidades. Aprender de estos sistemas y abandonar la referencia al modelo occidental (modelo que es para la mayor parte de los que trabajamos en organizaciones de apoyo parte de nuestra vida cotidiana y nuestra formación) es un desafío que organizacional y personalmente debemos asumir.
• Las relaciones de poder
Comprendiendo y asumiendo las diferencias de poder que existen entre los agentes externos y las comunidades podremos también ser concientes de las limitaciones que estas relaciones imponen. Cada propuesta que llega desde el exterior a una comunidad despierta un sinnúmero de expectativas (de ingreso, de recursos, de prestigio, de mejoras en la calidad de vida, etc.) que deben ser tenidas en cuenta para asumirlas y tener un vínculo honesto y transparente.
• La importancia de los mercados locales y el vínculo entre consumidores y productores
Siempre que sea posible, lo ideal es que los productos provenientes del trabajo con especies subutilizadas sean comercializados en mercados locales donde los consumidores de los mismos se encuentren cerca de los productores y puedan valorar y ser concientes de la importancia que tiene una producción local.
• La importancia del respeto por la soberanía alimentaria
En coincidencia con el punto anterior, es de trascendente importancia que la producción de especies subutilizadas se oriente a fomentar la soberanía alimentaria de los pueblos. Muchas especies hoy subutilizadas fueron en tiempos prehispánicos una parte muy importante de las dietas de los pueblos indígenas. Sin duda, pueden volver a cumplir ese rol en el futuro con una orientación adecuada centrada en la construcción de autonomía de los pueblos.
• La amenaza que representa la mercantilización
Si bien todas las comunidades han tenido históricamente sistemas propios de comercialización para sus productos, en la actualidad el «dios mercado» ha pasado a ocupar un lugar que amenaza desde muchos aspectos la vida misma de las comunidades. Es por eso que el enfoque hacia la comercialización debe tener en cuenta las amenazas que ésta plantea para no convertirse en un bumerán que destruya sistemas de producción, relaciones y agroecosistemas.
• La amenaza de la biopiratería y la apropiación de los bienes comunales
El surgimiento de una «moda» alrededor de un producto atribuyéndole propiedades milagrosas hace que muchas corporaciones posen su mirada sobre él para aprovechar este fenómeno y convertirlo en dinero contante y sonante para sus arcas. Detrás de estos proyectos aparece rápidamente el patentamiento de los productos o sus principios activos como estrategia para mantener los derechos monopólicos sobre sus mercancías. Por eso, todos los proyectos de bioprospección que prometen la distribución «justa y equitativa de los beneficios» no son más que formas de apropiación de recursos y de exclusión para las comunidades.
• La amenaza de los organismos genéticamente modificados
Los transgénicos se han introducido en América Latina en la última década y ya han producido innumerables daños en todo el continente. Las grandes corporaciones ya están trabajando en una nueva generación de transgénicos que aprovechará muchos principios activos producidos por especies subutilizadas para producirlos en otras especies a través de la ingeniería genética. Esta es una nueva amenaza que no debemos perder de vista en los próximos años.
Todas estas ideas se proponen simplemente para alimentar el camino que muchos venimos recorriendo junto a comunidades campesinas y pueblos indígenas. Seguramente las experiencias compartidas en este número y estas reflexiones serán un paso más en este camino de crecimiento.
Carlos Vicente
Editor invitado
GRAIN
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