La encuesta también mostró que, en promedio, un 84 por ciento de la producción es destinada al consumo propio, ocho por ciento se vende, seis por ciento se retiene para semilla y uno por ciento es para trueque. Las familias numerosas, así como las familias encabezadas por personas mayores tienden a cultivar más variedades de cañahua y en áreas más grandes. Ellas también venden una mayor proporción del producto de su cosecha.
Sólo 20 variedades diferentes de cañahua estaban siendo cultivadas por las familias encuestadas, y el número de variedades sembradas por las familias individuales oscilaba de uno a tres. Los resultados muestran que el 85 por ciento de los agricultores cultiva solamente una variedad, lo cual es una indicación de hasta qué punto se ha reducido la diversidad genética en la región. La variedad más popular es cultivada por un 22 por ciento de las familias; mientras que existen trece variedades que son cultivadas por cuatro o menos familias. Se puede considerar que estas variedades están en grave peligro de extinción y es necesaria una acción inmediata para evitar su pérdida definitiva.
Para evitar la pérdida de este grano andino, se requieren estudios participativos para evaluar las razones de este descenso, las preferencias de los agricultores y el potencial para su recuperación. Es también necesario promover el uso del Banco Nacional de Granos Andinos para incrementar el uso y la diversidad de las variedades de cañahua.
Wilfredo Rojas, Milton Pinto y José Luis Soto
PROINPA – Regional Altiplano
Oficina Regional: F. Guachalla No. 820, La Paz, Bolivia.
Correo electrónico: w.rojas@proinpa.org; m.pinto@proinpa.org; jl.soto@proinpalp.org