junio 2004, Volumen 20, Número 1
Especies vegetales subutilizadas

Especies subutilizadas y nuevos retos para la salud global

TIMOTHY JOHNS | Página 9-10
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Los cultivos de especies subutilizadas constituyen una importante contribución a la nutrición y salud humana en los países en desarrollo.

Mientras que estos beneficios potenciales son una buena razón para conservar la agro-biodiversidad, esta contribución recibe poca atención tanto a nivel nacional como internacional. En el mundo entero, sin embargo, debido a que la creciente dependencia de las poblaciones en unos pocos cultivos básicos propicia el aumento de los problemas de salud, se está dando mayor importancia a la biodiversidad y a la interdependencia entre la salud humana y la ambiental.

El Instituto Internacional de Recursos Fitogenéticos (IPGRI) se preocupa por el mantenimiento y el uso de los recursos genéticos de las plantas para la alimentación y la agricultura. Una iniciativa reciente denominada «Diversidad dietética: un reto para vincular la salud humana con los recursos genéticos de las plantas» pone énfasis en la nutrición y la salud. Debido a que las amenazas a la diversidad biológica se aceleran, los recursos genéticos de las plantas que garantizan la actual y futura producción de alimentos, bebidas y medicinas saludables deberán usarse mejor para aumentar el bienestar de aquellos cuya seguridad de alimentación y salud está actualmente en riesgo.
Biodiversidad ignorada

Con frecuencia, la biodiversidad tiene una baja prioridad en la agenda del desarrollo. Mientras diferentes sectores e instituciones preocupados por el medio ambiente, la salud, la agricultura o el desarrollo económico pueden estar comprometidos en la producción sostenible de alimentos y su consumo, los políticos enfocan los problemas del desarrollo en forma diferente.

Los nutricionistas hacen énfasis en la importancia de suplir las deficiencias de los micronutrientes tales como el hierro, la vitamina A, el yodo y zinc (el llamado «hambre escondido») cuando se propone una dieta de calidad que otorgue mayor resistencia a las enfermedades. En América Latina, en el sur de Asia y en el África sub-sahariana, los suplementos y la fortificación de alimentos dominan los programas de nutrición. Los tratamientos más comunes incluyen dosis extras de vitamina A y el enriquecimiento con hierro de los alimentos básicos tales como el trigo, harina de maíz o azúcar para prevenir la anemia. Aunque esto es muy efectivo en muchos casos, estas medidas son difíciles de mantener.

Incluso los programas con enfoque alimentario tienden a centrarse en pocas especies, con reconocido valor nutritivo, pero que con frecuencia no son cultivadas localmente; como es el caso de la introducción de la zanahoria (Daucus carota) y el camote (Ipomoea batatas) en algunas regiones de África, cuyas poblaciones tienen una dieta con deficiencia en beta-caroteno. La preocupación de los nutricionistas por ciertos nutrientes específicos ha conducido a realizar nuevos esfuerzos para fortalecer biológicamente los cultivos básicos, como el arroz y el trigo, con nutrientes tales como el beta-caroteno y zinc a través de la modificación genética. Aún cuando estos enfoques ofrecen nuevas herramientas para resolver problemas específicos de la malnutrición, tratan el problema nutricional de un modo simplista; ignoran tanto las razones fisiológicas como socio-culturales que privilegian a las dietas balanceadas por contener una variedad de alimentos de calidad.

Los cultivos de especies subutilizadas son muchas veces vistos como soluciones caras e irrelevantes para los problemas globales de la nutrición. La biodiversidad silvestre y cultivada es ignorada en las encuestas dietéticas, análisis de laboratorio y composición de alimentos, en los formatos de la FAO sobre el consumo nacional de alimentos, y en la toma de decisiones y elaboración de políticas. Sin embargo, en la realidad, las especies subutilizadas constituyen aportes esenciales para una dieta adecuada. Por ejemplo, los estudios hechos en huertos domésticos vinculan claramente la diversidad con el estado nutricional. Las frutas, los vegetales más pequeños, los ingredientes de las salsas, los condimentos, las especias y las plantas medicinales usadas en pequeñas cantidades resultan poco costosas y son complementos saludables en las dietas, que de otro modo estarían predominantemente basadas en carbohidratos.
Cambio en las necesidades y actitudes

El aumento del interés en la importancia de la biodiversidad agraria puede ser visto como una consecuencia inesperada del éxito de la agricultura moderna. La amplia disponibilidad, a precios relativamente bajos, de los alimentos básicos con alto valor energético como el arroz, el trigo, el aceite comestible y el azúcar, se ha convertido en un doble problema para la salud en los países en vías de desarrollo. En muchas partes de mundo, se presenta crecientemente una nutrición deficiente de manera simultánea con la obesidad y enfermedades tales como la diabetes y los males del corazón.

Una dieta que incluye frutas, vegetales, legumbres, cereales integrales, y proteínas animales es una buena contribución a la salud. La gran mayoría de deficiencias de nutrientes esenciales puede ser resuelta por pequeños incrementos en la variedad de los alimentos que se consumen. Muchas especies subutilizadas son ricas en nutrientes, como el palmito del Brasil con alto contenido de betacaroteno. El mijo es una buena fuente de hierro, y la reciente disminución en el consumo del ‘couscous’ en Senegal, a favor del consumo de arroz importado a menor precio, puede asociarse con el incremento de la anemia provocada por la deficiencia de hierro en la dieta.

Por otra parte, un gran número de estudios médicos han demostrado que la salud óptima requiere mucho más que sólo nutrientes esenciales. Tales hallazgos hacen hincapié en el valor potencial de las especies subutilizadas. Los alimentos derivados del trigo sarraceno o alforfón (Fagopyrum sculentum) y el mijo (Panicum miliaceum), por ejemplo, reducen el riesgo de las enfermedades del corazón, mientras que la calabaza amarga (Momordica charantia) y la alholva (Trigonella foenum-graecum) contienen componentes que
mejoran directamente la capacidad del cuerpo para responder a la insulina. Los beneficios de las hortalizas de hojas y otras plantas que contienen carotenos tales como el licopeno (pigmento naranja, carotinoide) y la luteína (pigmento amarillo, lipocromo) también son bien reconocidos. Estos carotenos no tienen valor nutritivo pero actúan como antioxidantes y ayudan a prevenir daños a las células y tejidos.

En la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible se hizo un llamado a la adopción de un enfoque holístico para la sustentabilidad de la biodiversidad, el agua, la salud y la agricultura. La diversidad dietética no es un aspecto sólo médico, conservacionista o económico, y esto se refleja, por ejemplo, en el actual planteamiento del IPGRI para promocionar los beneficios de las especies subutilizadas, tanto para los consumidores rurales como para los urbanos, a través de asociaciones multidisciplinarias.

Timothy Johns
International Plant Genetic Resources Institute (IPGRI)
Via dei Tre Denari 472a, Maccarese, Roma, Italia.
Facultad de Dietética y Nutrición Humana, Mac Donald Campus, Universidad de Mc Gill, Santa Ana de Bellevue, Québec, H9X3V9, Canadá.
Correo electrónico: johns@macdonald.mcgill.ca

Referencias
– Stakeholders’ Forum for Our Common Future, 2002. The Indaba Declaration on Food, Nutrition, Health and Sustainable Development. Conferencia de Implementación. Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible, Johanesburgo, Sudáfrica.
– Johns, T. y P.B. Eyzaguirre, 2002. Nutrition and the Environment. En: Nutrition, A Foundation for Development, ACCC/SCN, Ginebra.
– Johns T. y B.R. Sthapit, en prensa. Biocultural diversity in the sustainability of developing country food systems. Food Nutrition Bulletin.
– Rodriguez-Amaya, D.B., 1999. Latin American food sources of carotenoids. En: Archivos Latinoamericanos de Nutrición 1999; 49:74S-84S.
– Ogle, B.M., P.H. Hung y H.T. Tuyet, 2001. Significance of wild vegetables in micronutrient intakes of women in Vietnam: an analysis of food variety. En: Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition, 10:21-30.

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