marzo 2003, Volumen 18, Número 4
Las mujeres asumen el cambio

Soja genéticamente modificada ¿bendición o maldición para la agricultura brasileña?

JEAN MARC VON DER WEID Y JOSÉ MARÍA TARDIN | Página 33
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Brasil es la «última de las grandes piezas claves» en el mercado de la soja que todavía se resiste a la arremetida de las modificaciones genéticas. «Si Brasil legaliza la producción biotecnológica», dice Bob Callanan, vocero de la Asociación Americana de Productores de Soja, «Europa y Asia no tendrían dónde acudir para conseguir un suministro de soja sin biotecnología».

Estados Unidos, Brasil y Argentina producen el 90% de las exportaciones de soja, y las exportaciones mundiales de Brasil alcanzan el 26,4% de granos, el 24,8% de harina, y el 16,2% de aceite de soja. La demanda de soja producida sin biotecnología ha crecido y ahora llega al 25% del mercado de la Union Europea; de esta cantidad el 44% es suministrado por Brasil (Pelaez y Schmidt, 2001). Por eso, la posición en contra de la modificación genética en el Brasil es decisiva para el destino de la agricultura de productos GM, en general, porque como dice Callanan, «Si (Brasil) se va, nada queda».

Teniendo esto en mente, los brasileños tienen que decidir cuál es su interés estratégico. Según el gobierno brasileño, las corporaciones transnacionales como Monsanto y Syngenta y los grandes productores de soja, Brasil perdería mercados si se queda atrás en las mejoras biotecnológicas para la producción de soja. Sin embargo, una evaluación fría de los rendimientos agrícolas, costos y oportunidades de mercado descarta esta posición ya que está totalmente fuera de la realidad. Este artículo demuestra que en el Brasil la producción es rentable sin soja GM y, lo que es mejor: la producción agroecológica de soja es una opción viable y competitiva para muchos pequeños agricultores.

Producción de soja convencional, no modificada genéticamente

En los últimos 30 años, la producción de soja se ha desarrollado enormemente en Brasil, con incremento tanto en el rendimiento como en la extensión del área sembrada. El incremento más espectacular ha ocurrido en el Estado de Mato Grosso y en el área de Cerrado, en el Brasil central. Allí, los rendimientos de soja se han más que duplicado y las áreas cosechadas se han multiplicado por diez. Dado el relativo bajo costo del clareo de la tierra en el Brasil, es probable que la producción de soja continúe incrementándose en los años venideros.

Durante este período, los sistemas de producción de soja han alcanzado ese alto nivel de rendimiento con costos reducidos, debido a las fuertes inversiones públicas en investigación. El mejoramiento genético convencional ha permitido que agricultores en diferentes ecosistemas elijan entre unas 170 variedades. Además, la amplia adopción de bacterias fijadoras de nitrógeno eliminó el uso de costosos fertilizantes nitrogenados. Y, más aún, la principal plaga que amenaza la producción de soja en Brasil, el gusano Anticarsia gemmatalis, es controlado con un agente biológico barato, el Baculovirus anticarsia.

La considerable reducción de los costos de la producción de soja también se debe a que al menos el 30% de las semillas usadas, son producidas por los propios agricultores. Recientemente, los agricultores convencionales de soja han adoptado rápidamente métodos menos costosos de siembra directa, con labranza cero. En este sistema se aplican herbicidas para suprimir la infestación de maleza, lo que resulta en una fuerte infiltración de residuos químicos.

Comparando soja GM con no GM

La pregunta es simple: ¿tiene la soja GM suficientes ventajas como para compensar los riesgos de los impactos adversos? Si comparamos los rendimientos de la soja brasileña, no modificada genéticamente, con los rendimientos en Estados Unidos (donde el 50% de soja plantada es GM) estos fueron de 2.560 kg/ha en la temporada 2000/2001, en tanto que en Brasil fueron de 2.710 kg/ha. Desde que se introdujo la soja GM en los Estados Unidosel rendimiento promedio, en 5 años, fue de 2.520 kg/ha, comparado con los 2.400 kg/ha logrados en Brasil (Pelaez y Schmidt, 2001). Aún cuando Estados Unidos, en un lapso de 5 años, ha incrementado drásticamente el número de acres destinados a la soja, las cifras indican que en Brasil los rendimientos de soja no modificada genéticamente se han incrementado con mayor rapidez que los rendimientos en los Estados Unidos, con las variedades GM.

Los costos de producción de la soja GM son mayores. En 1998/ 1999, el costo en Illinois, EE.UU., fue de US$ 611,70 /ha, mientras que el costo de soja convencional es de US$ 378,80 /ha en Mato Grosso, Brasil. ¡Una marcada diferencia con la soja GM!

Los cálculos teóricos de lo que costaría la soja GM en Brasil también muestran una desventaja, frente al producto convencional. Admitiendo que sea cierta la posibilidad de reducir 30% de los herbicidas, que es lo que aduce la industria, la soja GM costaría US$ 24,75 /ha más que la soja convencional. Los costos de las semillas GM (US$ 76,50 /ha) superan ampliamente la reducción de los costos de los herbicidas.

Esta comparación puede ir aún más lejos, teniendo en perspectiva los mercados de exportación interesantes para los brasileños. Con una creciente demanda de Europa por soja nomodificada genéticamente, las exportaciones brasileñas han crecido de 11 millones de toneladas en 1999 a 14 millones en el año 2000, mientras que las exportaciones de los Estados Unidos se han estancado. Es más, la soja no modificada genéticamente tiene una compensación de US$11 /tonelada, mientras que los precios de los productos biotecnológicoshan caído (Pelaez y Schmidt, 2001).

Aparte de las inquietudes económicas, también existen preocupaciones ambientales. Los científicos nos han prevenido contra el uso intensivo de herbicidas, ya que estos productos químicos pueden tener efectos dañinos para las bacterias del suelo. Una investigación llevada a cabo en los Estados Unidos indica que la reducción del 5 – 10% en la productividad de la soja RR, comparado con otras variedades convencionales similares, se debe a la disminución en la fijación de nitrógeno (Benbrook,2001). Este impacto negativo sería más notorio en Brasil, porque las variedades han sido mejoradas para que respondan mejor a las bacterias fijadoras de nitrógeno. Si la soja GM tiene un impacto negativo en las bacterias fijadoras de nitrógeno, entonces las pérdidas de los agricultores brasileños podrían ser significativas, ya que el ahorro por la reducción en el uso de fertilizantes de nitrógeno llega a mil 800 millones de dólares anuales (Franco y Baldani, 1999).

Con todas estas claras ventajas para la soja no modificada genéticamente, ¿por qué los agricultores brasileños en el estado sureño de Rio Grande do Sul se arriesgan e introducen por contrabando semillas de soja GM desde Argentina? Según algunos grandes productores, los agricultores que usan semillas de soja GM, supuestamente se beneficiarían en US$14,00 /ha. Pero eso realmente no se ajusta a la verdad, ya que los agricultores brasileños consiguen las semillas de contrabando a US$16,40 por saco, mientras que el costo real por saco es de alrededor de US$57,40. Esto sólo es posible porque Monsanto ha optado por no prohibir la reventa de semillas de soja GM para los agricultores argentinos, una medida táctica para facilitar su aceptación tanto en Argentina como en Brasil.

La alternativa agroecológica

En el sur de Brasil se desarrolla la producción agroecológica de soja como parte de un programa para pequeños agricultores conducido por AS-PTA (ONG brasileña) y por el Foro de Agricultores para el Desarrollo Regional del Sur de Paraná (ver LEISA Revista de Agroecología 17-3, página 19). Consiste en una siembra directa, con labranza cero, usando variedades aptas para abono verde como cultivo de cobertura y controlando la maleza por medios mecánicos/ manuales. Se registra una mínima pérdida del suelo, pérdidas mínimas por filtración, pero no se reporta contaminación del suelo, de los alimentos ni del agua.

Si comparamos, en Brasil, la producción agroecológica de soja con los sistemas convencionales, las ventajas son sorprendentes. Los estudios hechos por AS-PTA en la propiedad de la familia Bischoff -una familia del estado sureño de Paraná, que experimenta con sistemas agroecológicos- indican un rendimiento de 2.677 kg/ha en las parcelas de soja durante la temporada agrícola del 2000/2001, mientras que los costos de producción fueron de US$ 240,95 /ha. Los precios de la soja convencional y orgánica también difieren significativamente: US$17,20 comparados con US$24,60 por saco de 60 kg de grano. Los Bischoff, que estaban ensayando nuevas alternativas agroecológicas para la producción de soja en una parcela de 2,4 hectáreas, están incrementando el área en un 300% para la temporada 2001/2002. En la vecina región de Paraná, en el sudeste, la producción de soja agroecológica ya es una alternativa económica importante para las familias de agricultores; hay cerca de 400 dedicadas a esa actividad desde 1995.

¿Cómo pueden explicarse esas extremas diferencias de costos entre la producción de soja GM (en Estados Unidos), la convencional (en Mato Grosso, Brasil) y la agroecológica (en la finca de los Bischoff)?

Los Bischoff observaron que la infestación de maleza había caído en un 50% después de 4 años de prácticas agroecológicas continuas en sus parcelas de frijol y de maíz. Esperan que esto también suceda en sus parcelas de soja, lo que reduciría más aún sus costos de producción, en comparación con los sistemas que usan químicos. Los Bischoff no usan ningún producto químico en su sistema y adoptan rotaciones de cultivos, aplicación de abono verde y biofertilizantes producidos en la finca. No necesitan plaguicidas ni fungicidas gracias a que, como mencionan,las rotaciones de los cultivos y a la conservación de la vegetación natural en los bordes de sus parcelas, cobijan a los predadores de las plagas. También usan bajas dosis de cal para corregir la acidez del suelo.

En esta región, existen cerca de 10.000 familias de agricultores comprometidas en una intensiva experimentación con varias prácticas agroecológicas, particularmente para el manejo del suelo, mejoramiento tradicional de las semillas y agroforestería. Los Bischoff, como todos los participantes en este programa, tienen pequeñas propiedades con sistemas diversificados de cultivos, incluyendo frijol, maíz, soja, papas, hierba mate, (un tipo de té brasileño), etc.

A la luz de las cifras presentadas podemos concluir, sin ninguna duda, que la producción agroecológica de soja es competitiva tanto con los sistemas de cultivos convencionales como con los de plantas genéticamente modificadas, sin el dañino impacto de los primeros ni los posibles riesgos de los segundos. Una aplicación más difundida de estos experimentos dependerá de políticas públicas que la permitan, como por ejemplo, créditos, extensión rural e investigación participativa.

Jean Marc von der Weid y José Maria Tardin, AS-PTA, Rua de Candelária 9 – 6°
andar – Centro, 20091-020, Río de Janeiro, RJ Brasil. Fax: +55 21 2338363;
aspta@alternex.com.br

Referencias
• Benbrook, C. http://www.biotech-info.net/troubledtimes.html
• Pelaez, V. y W. Schmidt. The Diffusion of Transgenics: A conflicting process in Brazil. Washington D.C. Congreso LASA 2001, 34 páginas.

 

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