diciembre 2002, Volumen 18, Número 3
Hacia la recuperación de la vida en el suelo

En la región central de Cuba Trabajo participativo en la recuperación de agroecosistemas frágiles

PEDRO J. GONZÁLEZ, JUAN F. RAMÍREZ Y EDUARDO L. VIEITO | Página 20
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Una parte importante de las áreas agrícolas del oeste de la provincia de Villa Clara, en la región central de Cuba, está compuesta por suelos Alfisoles y Ultisoles. Su baja fertilidad natural y su elevada acidez determinan la fragilidad de estos agroecosistemas, cuyo manejo inadecuado representa, por ello, un peligro.

Una evaluación de la dinámica de la fertilidad del suelo, realizada en dos fincas ganaderas de la zona, reveló que en el transcurso de quince años (1985-2000) los contenidos de materia orgánica, fósforo asimilable y la capacidad de intercambio de bases habían disminuido de manera alarmante. De igual modo se constató un incremento significativo de la acidez.

A partir de esos resultados y del deterioro de los indicadores económicos de ambos predios durante ese período, a finales del año 2000 se decidió, con la participación activa de los agricultores, establecer un sistema de manejo integrado del suelo para detener la pérdida de la fertilidad y sentar las bases para su recuperación en un plazo razonable.

El sistema de manejo integrado de la fertilidad del suelo fue diseñado mediante un proceso participativo, con el propósito de involucrar a los agricultores, líderes locales y demás miembros de la comunidad en la búsqueda de alternativas para solucionar el problema, partiendo de sus propias experiencias, habilidades y conocimientos de los agroecosistemas.

A través de encuestas, reuniones de grupos y entrevistas formales e informales, se obtuvo la información necesaria para definir la estrategia a seguir. Como parte de este proceso, se realizó una Evaluación Rural Participativa que incluyó el análisis de las causas que han provocado el deterioro de los suelos, la propuesta de alternativas para la solución del problema y la elaboración de un plan de acción para detener la pérdida de la fertilidad e iniciar su recuperación.

Los agricultores opinan

En el intercambio de información con los agricultores salió a luz la clara percepción que ellos tenían acerca de la pérdida de la fertilidad de los suelos. Según las opiniones recogidas, las causas fundamentales que la han provocado son:

• Uso de métodos inadecuados de cultivo y preparación del suelo (laboreo excesivo).
• Manejo deficiente de los residuos orgánicos (estiércol y restos de cosechas).
• Poca diversidad de cultivos y escasez de árboles en los agroecosistemas.
• Uso de especies y variedades de plantas «agotadoras» de la fertilidad del suelo.
• Aplicación de esquemas inadecuados de rotaciones de cultivos.
• Sobrepastoreo

Los agricultores señalaron como principales indicadores de la pérdida de la fertilidad del suelo:
• La disminución de los rendimientos de los cultivos.
• El incremento de la dureza de la capa vegetal.
• La poca retención de humedad.
• El aumento de la incidencia de plagas y enfermedades.
• La disminución de las poblaciones de organismos que habitan en el suelo.
• La mayor presencia de malezas.

Este proceso contribuyó a comprender la necesidad de adoptar medidas urgentes para detener la degradación de los suelos.

El plan de acción y sus primeros resultados

El plan de acción fue propuesto por los propios agricultores, a partir de sus propios conocimientos de los agroecosistemas y de la experiencia acumulada por aquellos que lograron mantener en sus predios técnicas adecuadas de manejo de la fertilidad del suelo. A propuesta de los facilitadores se incluyeron algunas tecnologías y prácticas agrícolas poco o nada conocidas por los agricultores, que en condiciones similares habían arrojado resultados alentadores en la recuperación de la capacidad productiva de los suelos. El cuadro 1 muestra las principales tareas contenidas en el plan de acción.

Cuadro 1. Principales tareas contenidas en el plan de acción.

• Capacitar a los productores en el empleo de tecnologías para el manejo sostenible de los suelos.
• Sistematizar el uso de los abonos orgánicos, introducir los fertilizantes biológicos y los abonos verdes / cultivos de cobertura.
• Utilizar sistemas de cultivo y preparación del suelo dirigidos a detener la pérdida de su fertilidad.
• Aplicar esquemas adecuados de rotación y asociación de cultivos.
• Incrementar los recursos fitogenéticos de los agroecosistemas con especies y variedades de interés, adaptadas a la fertilidad actual de los suelos.
• Diversificar la producción de las fincas.

La capacitación se realizó en la mayoría de los casos «de agricultor a agricultor». A través de días de campo, clases prácticas, talleres y reuniones de grupo, los que contaban con resultados palpables en el manejo sostenible de los suelos fueron transmitiendo sus experiencias y conocimientos a los demás miembros de la comunidad. Los facilitadores también impartieron clases y entrenamientos para la aplicación de tecnologías como la lombricultura, el compostaje, la inoculación de semillas de leguminosas con bacterias fijadoras de nitrógeno y el uso de micorrizas, entre otras. Además, contribuyeron a introducir un grupo importante de especies de plantas, de usos múltiples en los agroecosistemas.

Aunque en materia de recuperación de suelos resulta difícil alcanzar resultados notables en un breve período de tiempo, los avances obtenidos vislumbran un futuro promisorio. Por ejemplo, el estiércol y los residuos de cosechas han dejado de ser desechos inservibles para convertirse en recursos valiosos de las fincas, y hoy se aprovechan totalmente. Se ha abandonado el laboreo excesivo y los métodos de cultivo en los que el suelo permanece «desnudo» durante largos períodos de tiempo, para adoptar el laboreo mínimo y el uso de los abonos verdes / cultivos de cobertura.

Los pastos naturales han sido sustituidos por especies de mayor productividad y calidad, como la hierba de guinea (Panicum maximum) y el andropogon (Andropogon gayanus), en asociaciones con leguminosas como el kudzú (Pueraria phaseoloides), el stylo (Stylosanthes guianensis) y el siratro (Macroptilium atropurpureum). La reforestación de las fincas, incluidas las áreas de pastizales, y la introducción de especies de usos múltiples han contribuido a diversificar e incrementar la producción. Los agricultores muestran su confianza en el manejo integrado de la fertilidad de sus suelos. De acuerdo con encuestas realizadas, los suelos van tomando un color más oscuro, aumentan su capacidad de retención de humedad, disminuyen la compactación y comienzan a dar muestras de vida con el incremento de la poblaciones de organismos que habitan en él.

P. Gonzales, J. Ramírez y E. L. Vieito.
Instituto de Investigaciones de Pastos y Forrajes
Carretera 43 km 1½ Cangrejeras, Bauta, La Habana, Cuba
E-mail: iipf@ceniai.inf.cu

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