Al igual que sus vecinos, al llegar el alba, doña Angelina constató lo que quedaba de su chacra: solamente las plantas de mora estaban de pie. Para sus adentros, se dijo: “el aluvión me quitó los animalitos y la producción del invernadero, pero, gracias a Dios, estoy viva como mi familia, así que la desgracia es con felicidad.”
Los vecinos de Angahuana recurriendo a la ayuda mutua, o ‘minga’, comenzaron a rehabilitar las chacras. Doña Angelina, consiguió un nuevo crédito para reconstruir el invernadero y la construcción de un nuevo galpón para la crianza de cuyes y conejos. Para levantar el galpón utilizó materiales de la zona, como adobes y los restos del aserrío de árboles, que en la zona les llaman ‘destapes’, asimismo reutilizó el plástico que cubría el invernadero destruido por el ‘deslave’ o avalancha.
“Gracias a los ingresos que obtengo de la venta de mis moritas, que para mí es (como) mi ‘taita’ (padre), mi marido y mi compañero, me he ayudado a cambiar mi tristeza por alegría, mi dolencia por esperanza y mi desgracia por solidaridad”, dice doña Angelina quien también integra un equipo de educación bilingüe, en la parte de manejo de cuyes y apoya a un programa de mujeres y al IIRR, en el programa Campesino a Campesino.
Doña Angelina, con los deshechos de cocina, rastrojos de cultivos y humus de lombriz elabora el abono orgánico que necesita para rehabilitar el suelo de su chacra, y aun le queda abono para vender. Con estos ingresos está reponiendo los animales de crianza que perdió, ha sembrado nuevos pastos y ya cuenta con varios animales menores. Al principio, le parecía difícil volver a recuperar el patrimonio familiar, pero gracias a su dedicación, al apoyo de su familia y de la comunidad, doña Angelina ha vuelto a sonreír, a creer en sí misma y en los demás. Ella ahora sostiene: “Diosito nos manda estas pruebas y creo que la chacra está mejor que cuando sufrimos este percance.” Este caso nos demuestra:
• La capacidad de doña Angelina para demostrar que la mujer puede liderar su hogar y transformar un hecho trágico en una propuesta y reto, empleando su capacidad de liderazgo como cabeza de familia y cumpliendo el rol de promotora campesina, haya conseguido unir a su familia en la reconstrucción de su chacra.
• La solidaridad de la gente de su comunidad, para apoyarse mediante la tradicional práctica de la ‘minga’ (ayuda en trabajo) en el desalojo de materiales y en la reconstrucción de las chacras con sus propios recursos, y, en base a la experiencia acumulada, restaurar la dinámica de la chacra en corto tiempo y la esperanza en mejorar su vida mucho más.
José Carvajal
ingeniero agrónomo, responsable del Programa “Campesino a Campesino” –IIRR, Ecuador
Apartado Postal 17-08-8494, Quito.
Correo electrónico: rola@ecuanex.net.ec