El PRIAG tenía equipos (investigadores y extensionistas) en Panamá, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras y Costa Rica. Se negociaban planes anuales de trabajo entre los agricultores experimentadores (AEs), los investigadores formales y los agentes de extensión, y el PRIAG también ayudó a que los agricultores organizaran, comunicaran y facilitaran su experimentación. Para el PRIAG, la experimentación de los agricultores es una combinación entre experimentación, comunicación y organización.
La primera condición para garantizar esta meta es establecer un clima de confianza entre los AEs y los profesionales y hacer posible que los agricultores hablaran por sí mismos. El PRIAG prestó considerable atención a asegurar que hubiese una efectiva comunicación entre los AEs. Este artículo muestra este desarrollo dentro de una perspectiva centroamericana y discute el escalamiento del proceso.
Testimonios de los agricultores
Por varios años, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de Costa Rica apoyado por el PRIAG, ha promovido un proyecto “Agricultor Experimentador” en dos regiones, Brunca y Huetar. En 1998, decidió publicar este proceso, tanto para dar a conocer las habilidades innovadoras de los agricultores como para mostrar cómo los agentes de extensión involucrados tenían la voluntad de cambiar sus métodos de trabajo y ver a los agricultores como productores de innovación tecnológica y agentes de difusión.
Teniendo esto en mente, se propuso redactar un documento que contendría los resultados técnicos y económicos de la experimentación de los agricultores y sus puntos de vista sobre su papel como AEs. Lo importante era darles la oportunidad para hablar por sí mismos.
Agentes de campo a la cabeza
La tarea no fue encomendada a los investigadores de las universidades ni a los centros de investigación extranjeros. A pesar de sus limitadas habilidades para redactar, se encomendó la tarea a los agentes de extensión de base que trabajaban directamente con los AEs.
En ambas regiones, el personal local del MAG organizó talleres preparatorios de dos días a los que asistieron 20 agentes de campo de la región y algunos investigadores interesados. Los participantes comenzaron discutiendo las implicancias de la tarea que tenían que emprender, intercambiando opiniones sobre la mejor manera en que podían ayudar a los agricultores de su área a escribir sus propios testimonios como AEs y explorando la forma en que esto debía organizarse. Todos estuvieron de acuerdo que el texto final debía ser corto, de unas 4 a 6 páginas, ilustrado y de lectura amena. Cada testimonio debía tener la misma estructura pero se alentarían los estilos y creatividad individuales. El facilitador del PRIAG propuso una estructura para los testimonios. Los agentes de campo establecieron las pautas para las entrevistas y el orden del texto final. Éste se centró en cuatro aspectos:
Mi vida. ¿Quiénes somos mi familia y yo? ¿De dónde venimos? ¿Por qué y cómo me vi involucrado en la experimentación?
Mis experimentos. ¿Qué estoy probando? ¿Cómo diseñé mis experimentos? ¿Qué es lo que observo y mido?
Los beneficios de la experimentación. ¿Qué ganan mi familia, la asociación y la comunidad del hecho que yo sea un AE?
Difusión de los resultados. ¿Qué recomendaría a otros AEs de mi área, de mi país y de Centroamérica?
No es una tarea fácil
Cada agente eligió uno o dos agricultores experimentadores de su propia área. Tuvieron la libertad de elegir su propia manera de obtener la información de los agricultores xon el fin de documentar su experiencia. Algunos hicieron entrevistas largas, otros los visitaron tres o cuatro veces y también se usaron grabadoras. Algunos presentaron las pautas, explicaron la razón del trabajo y dejaron la grabadora al agricultor hasta que la grabación estuviera lista para su transcripción. Usaron su propia creatividad para decidir cuál era el método más apropiado. El trabajo promovió un enorme interés entre la mayoría de los AEs. La confianza establecida con los años entre los agricultores y los agentes de campo fue un factor crucial para el éxito.
Los agentes de campo estaban entusiasmados con la tarea, pero enfrentaban muchas dificultades. Se dieron cuenta que no era suficiente la simple recolección de información durante una primera entrevista. Tenían que completar y ampliar los testimonios de los agricultores, refrescarles la memoria, hacerles preguntas interesantes, encontrar las mejores ilustraciones, identificar los títulos que fuesen más atractivos para los lectores y resaltar las principales ideas. La mayoría de los agentes de campo confesaron que esta tarea no fue nada fácil para ellos.
Fue fascinante para los agricultores hablar de sus orígenes y fueron muy locuaces en este aspecto. Obviamente fue difícil para ellos analizar sus propios experimentos y pensar en el futuro de estas iniciativas. Los agentes de campo se sorprendieron al conocer lo que los agricultores pensaban de ellos y al ver esto expresado en el papel: “Antes no teníamos interés en los asesores técnicos; pensábamos que eran flojos y que sus experimentos eran una pérdida de tiempo… ; ahora comprendemos el significado de los experimentos y no queremos que nuestros asesores se vayan”.
Mi vida
Los AEs se describen a sí mismos como hombres y mujeres humildes que trabajan en situaciones adversas, arriesgando sus frágiles economías, pero que quieren progresar y crear un futuro mejor. Algunos se consideran simplemente observadores curiosos, experimentadores quienes hablan sobre sus observaciones, y, de esta manera, adquieren ideas para futuros experimentos. Otros se ven a sí mismos como difusores o como más interesados en organizar experimentos de los agricultores.
El grueso de estos testimonios muestra claramente que los agricultores llevan una vida muy dura. Ellos narran cómo se introdujo la agricultura en esta joven frontera hace menos de 50 años. Cuentan sobre la migración, el número de fincas en las que estuvieron antes de establecerse en sus actuales predios, el impresionante tamaño de sus familias (en algunas hay hasta 19 hermanos) y el desastroso estado de los caminos. En pocas páginas, los lectores tienen un panorama claro de las verdaderas circunstancias en las cuales viven y trabajan los agricultores y se aproximan a la manera de cómo se sienten los agricultores. Los documentos técnicos, los informes y los estudios socioeconómicos son incapaces de dar esta sensación de inmediatez.
A través de estos testimonios, uno se da cuenta que la experimentación de los agricultores está profundamente enraizada en la lucha cotidiana de los pequeños agricultores. Reflejan la realidad de todos los AEs de Centroamérica y confirman el documento más reciente publicado por el Programa Campesino a Campesino en Nicaragua (UNAG, 1999).
Mis experimentos
Es evidente que a los ojos de los AEs, los experimentos de los agricultores van más allá de establecer parcelas de ensayos y de estudiar e interpretar resultados concretos. Los AEs enfatizan el proceso como un todo y el impacto que éste genera, creando una atmósfera de confianza entre ellos y generando un movimiento comunal aún cuando no sepan dónde los conducirá. “Los AEs se han convertido en personalidades”, dijo alguien. Han adquirido una tremenda autoestima y plena conciencia. Insisten en el hecho de que ahora pueden enseñar a sus vecinos y a sus hijos. Se sienten útiles y las reuniones, los talleres y los intercambios han roto con su aislamiento.
Finalmente iguales
El clima de confianza también tuvo un efecto positivo sobre el personal de campo del MAG, los investigadores y otras personas involucradas. Los agricultores que antes los evitaban porque pensaban que era una pérdida de tiempo hablar con ellos, ahora les brindaban su amistad y buscaban su ayuda. Las relaciones mejoraron en un 100%.
Lo más extraño fueron las dificultades que tuvieron en comenzar la tarea de obtener los testimonios. El enfoque causó gran sorpresa. Los testimonios fueron un gran golpe para aquellos que pensaban que no había necesidad de entrevistar a los agricultores porque los agentes de campo habían estado trabajando en esta área en los últimos 10 a 15 años. Sin embargo, comprobaron la fuerza de los agricultores, su convicción, su fe y el alto sentido de compromiso para construir un mundo mejor. También mostraron los límites y los sesgos en el conocimiento que tenía una importante parte del personal del MAG.
El PRIAG financió la publicación de algunos de estos testimonios y los entregó a los agricultores personalmente. Los agricultores usan estos documentos como instrumentos para alentar a que otros acepten el reto de innovar. Ellos tenían que ensayar y buscar soluciones para sus problemas por sí mismos, porque no podían esperar que las soluciones que necesitaban vinieran de fuera. Estaban orgullosos de ver sus nombres y fotografías en un libro y sentir que, finalmente, estaban en igualdad de condiciones que los investigadores que visitaban sus fincas.
Comunicando las innovaciones
Los intercambios entre los AEs, las reuniones, ferias y congresos para AEs locales, regionales y nacionales, los testimonios escritos o visuales (fotografías, TV, vídeos), las revistas publicadas regularmente, los programas de radio locales, calendarios, almanaques, polos, gorras y los talleres de capacitación específicos, reflejan los ilimitados tipos de acciones inventados e implementados en Centroamérica para difundir información sobre las innovaciones de los agricultores. Hay muchos ejemplos interesantes.
Emisiones de radio
Los AEs panameños lograron participar en un programa de radio en el cual ellos mismos transmitían los resultados de sus experimentos. Además de su papel de AEs, algunos de ellos han asumido la responsabilidad, junto con los agentes del MAG, de convertirse en corresponsales de radio. Equipados con una grabadora portátil proporcionada por el PRIAG, grabaron sus historias y las enviaron a la ciudad principal de la región para ser transmitidas en el programa radial de los domingos.
Filmando sus propios experimentos
Los agricultores se involucraron en la producción de un vídeo sobre sus experiencias. La idea se originó en la región de Baja Verapaz, en Guatemala, donde un grupo de 60 AEs que asistía a un taller de capacitación vio una película técnica. Cuando los participantes analizaron la película, varios de ellos enfatizaron diplomáticamente la importancia de lo que acababan de ver, pero expresaron su preocupación porque siempre tenían que mirar las experiencias de los demás. Sugirieron hablar sobre sus propias experiencias como AEs. Entonces, se les invitó a contestar la siguiente pregunta: “¿Qué imágenes de sus propias actividades como AEs quisieran ver en la pantalla? Expliquen sus razones y susténtenlas”. Esta fue una tarea muy larga que requirió varias sesiones, pero al final se produjo un guión, se escogieron las imágenes deseadas y se establecieron las fechas para la filmación. El resultado fueron los vídeos que se mencionan al final de este artículo.
Publicaciones
En Nicaragua, hay muchas experiencias valiosas en relación al trabajo de los AEs que vale la pena registrar y poner a disposición de otros. Desde 1990, la revista mensual Enlace, publicada por SIMAS (Servicio Centroamericano de Información sobre Agricultura Sostenible) ha estado reportando la historia de una o de varias innovaciones en cada uno de sus números. SIMAS también ideó una “canasta metodológica” y distribuyó la publicación a una gran cantidad de organizaciones y a destacados trabajadores agrícolas del país. Su objetivo era ofrecer el mayor número de metodologías usadas por estos trabajadores agrícolas centroamericanos con el interés de promover la experimentación de los agricultores.
Ferias de intercambio
En 1997, el Programa Campesino a Campesino de la UNAG en Nicaragua, organizó un “mercado de intercambio de experiencias” donde participaron agricultores e indígenas de las áreas agrícolas de frontera. Este fue un punto de encuentro para 140 agricultores innovadores de Centroamérica. Durante dos días, los participantes exhibieron su trabajo en paneles con fotografías que ellos mismos habían tomado. Cada participante ofreció y pidió información, como si realmente estuviera en el mercado principal.
Televisión
Grupos de AEs apoyados por la ONG Unicam en el norte de Nicaragua, también tienen mucha fe en las fotografías y las ven como una manera práctica y barata de mostrar su trabajo a los vecinos. A medida que se involucran más en comunicar sus actividades innovadoras, muchos agricultores pierden el miedo de hablar en público y, cada cierto tiempo, sorprenden porque aparecen en televisión en Estelí, la ciudad capital de la región. “¿Son estos agricultores realmente capaces de pararse delante de 150 personas y hablar sobre sus experiencias, usando números, dibujos y otras cosas?”
Diarios para agricultores
En los últimos años, la Dirección Nacional de Extensión del MAG en Costa Rica ha venido publicando y distribuyendo un tipo de cuaderno de bitácora para los agricultores. Conocido como “Mi libro de la finca”, permite que los agricultores lleven registros diarios de sus actividades y que calculen sus costos al final de cada mes. En todo el libro se han intercalado recuadros con historias de proyectos innovadores emprendidos por los agricultores en diferentes regiones.
La propiedad es esencial
La documentación y distribución de la información es una cosa, pero el uso que se le da a ésta es otra. Una fotografía muy usada por el agricultor innovador es mucho más valiosa que un vídeo de impresionante calidad confinado en una habitación con aire acondicionado, que una tesis con felicitaciones del comité calificador o que un artículo publicado guardado en los estantes de los lectores. Lo importante para los innovadores es hacer cosas por sí mismos y poder alardear de sus acciones: “Yo tomé estas fotografías, yo mostré el vídeo de nuestra experiencia, yo distribuí las primicias, yo repartí nuestros testimonios…” y así por el estilo. El sentimiento de propiedad es una parte esencial del hecho de compartir, de la experimentación y de la comunicación, que caracteriza a todas las actividades de innovación de los agricultores.
Ampliando el proceso
En 1994, la Oficina Regional de Huetar Norte del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), apoyada por el PRIAG, introdujo un nuevo método de trabajo para sus asesores técnicos con el fin de mejorar los servicios y establecer una relación más estrecha entre los asesores y los agricultores. Un equipo de agricultores y asesores se dispuso a identificar AEs, a explorar sus habilidades de innovación y a saber más sobre sus experimentos. Después, el equipo evaluó el impacto de estas innovaciones y experimentos sobre los costos de producción, el uso de plaguicidas y la degradación del medio ambiente y del suelo. Se llevaron a cabo talleres para los AEs y para los asesores técnicos. Allí se discutieron experimentos, resultados y experiencias, y se elaboraron planes para seguir con la experimentación.
Para ampliar el ámbito de la experimentación de los agricultores, se pusieron en práctica los modelos de trabajo en toda la región de Huetar Norte. En agosto de 1999, se organizó el Primer Congreso Regional de Agricultores Innovadores en la Región de Huetar Norte. Al final del evento, los ochenta AEs participantes eligieron un comité regional, legal y permanente, con el claro mandato de fortalecer la capacidad de investigación de las organizaciones de agricultores. Este se autodenomina el Comité Regional de AEs de la Zona Norte (CRAEZN). El Comité esta constituido por cinco representantes de las organizaciones de agricultores y dos agrónomos (un representante del sector público -MAG y otro de las ONGs). Un asesor de CIRAD apoya al grupo.
Un mandato claramente definido
CRAEZN recibió el siguiente mandato:
•promover la creación de un Comité Técnico de Experimentación (compuesto por AEs) en las organizaciones de base;
•negociar y obtener recursos económicos y de otro tipo para promover y apoyar los experimentos conducidos por las organizaciones de agricultores, y crear mecanismos de autofinanciación sostenibles para mejorar los experimentos de los agricultores;
•redactar un programa regional de experimentación de agricultores;
•diseñar proyectos que combinen la experimentación de agricultores con agro-industrias y otras actividades económicas;
•proporcionar a los agricultores y agrónomos capacitación sobre experimentación de agricultores;
•organizar la negociación, recolección, procesamiento, manejo y difusión de información sobre la experimentación de agricultores;
•promover el intercambio de experiencias entre las organizaciones de productores a través de por ejemplo, foros de discusión, viajes de campo, y congresos locales, regionales y nacionales;
•identificar a todos los agricultores que están conduciendo experimentos.
Un importante avance
Aunque se puede considerar que esta iniciativa es la continuación de otras actividades llevadas a cabo en Costa Rica en la última década, ésta representa un avance en términos cualitativos. En primer lugar, fue diseñada por los propios agricultores, representantes de organizaciones de productores y expertos de sectores públicos y de ONGs de la región de Huetar. En segundo lugar, con el fin que los agricultores asuman la responsabilidad del desarrollo de la investigación y la tecnología, ésta se centra en métodos de investigación de los agricultores y en un financiamiento controlado por las organizaciones de productores más que en los servicios de apoyo agrícola. Consecuentemente, se supone que se tendrá más capacidad para resolver problemas e influir en las políticas públicas.
¡Un reto para todos!
Esta nueva situación es un reto para los investigadores y para los asesores técnicos, porque demanda un cambio radical en sus métodos de trabajo. Significa que tienen que ser más creativos, comunicativos, tolerantes, pacientes y capaces de escuchar y compartir información y conocimientos, y aplicar estos mismos valores al esbozar y diseñar proyectos y al hacer realidad ideas y sueños compartidos. Los agentes de campo y los investigadores tienen que convertirse en facilitadores comprometidos con el proceso educativo, combinando el conocimiento y la experiencia de agricultores y agentes de campo en un diálogo de aprendizaje. Esto significa moverse de un patrón lineal de información a una relación de cooperación mutua donde se reconocen claramente las contribuciones de cada actor en el sistema de conocimientos.
Henri Hocdé, CIRAD, Francia. Ex miembro de la Dirección Ejecutiva del Programa PRIAG en
Centroamérica. 147 rue du Bosquet, 34 980 Saint Gely du Fesc, Francia. E-mail: Henri.hocde@cirad.fr
David Meneses, Coordinador Regional de Investigación. Oficina Regional Agrícola de Huetar Norte, Costa Rica (investiga@norte.infoagro.go.cr)
Byron Miranda, Coordinador Regional del Proyecto IICA-Holanda / LADERAS, El Salvador (laderas@es.com.sv)
Referencias
– CRAEZN, 2000. Organizaciones de productores y manejo de los procesos de innovación. Documento del Proyecto, 80 páginas, Región Huetar Norte, Costa Rica.
– Hocdé, H. 1997. Pautas para redactar los testimonios de los agricultores experimentadores. Documento interno del PRIAG.
– Hocdé, H. (en prensa). Los intercambios campesinos: más allá de las fronteras… Seamos futuristas! Documento Técnico IICA-CIRAD, San José, Costa Rica.
– MAG Costa Rica, 1998. “Y… los agricultores experimentadores revelan sus experimentos”: la experiencia de William Berrocal Retana. Upalá, Costa Rica.
– MAG Costa Rica, 1999. Actas del Primer Congreso de Agricultores Experimentadores de la Región Huetar Norte, 3 – 5 de agosto de 1999.
– Miranda, B. 1999. Sistemas institucionales abiertos para el desarrollo sostenible de las laderas en Centroamérica. San Salvador, EDICPSA.
– PRIAG, 1999. “No tenemos miedo al cambio”: testimonio de Alexis Bermúdez. Pejivaye, Costa Rica.
– PRIAG, 1999. “El nacimiento y la muerte de un agricultor”: testimonio de Marco Mena. Pejivaye, Costa Rica.
– UNAG, 1999. Experimentación de agricultores: más que simplemente un campo de ensayo. Managua, Nicaragua. Vídeos (todos en español)
– PRIAG, 1997. Experimentos basados en necesidades: la historia de los agricultores experimentadores en Baja Verapaz. Guatemala, 40 minutos.
– PRIAG, 1997. Sembrar menos, cosechar más: Una historia de los agricultores experimentadores en Arco Seco. Panamá, 44 minutos.
– PRIAG, 1997. Laderas, asociaciones de productores y experimentación: una historia de los agricultores experimentadores en Brunca. Costa Rica, Parte I: 24 minutos; Parte II: 34 minutos.