El desarrollo de asociaciones entre los gobiernos y las ONGs, un fenómeno relativamente nuevo en Argentina, es el resultado del incremento de la democratización después de la caída de la dictadura hace unos quince años.
Razones del éxito
Al elaborar el Programa Nacional de Acción contra la Desertificación, el gobierno argentino, trabajando a través de la Dirección de Conservación de Suelos, adoptó una actitud abierta y receptiva hacia las ONGs desde el inicio del proceso. Por su parte, las ONGs han probado ser actores confiables y han podido ofrecer considerable ayuda sin comprometer sus propias posiciones. Esta experiencia ha tenido éxito debido a tres factores positivos:
•Las ONGs argentinas pudieron lograr un mecanismo efectivo de representación y organización a través del Capítulo Argentino de la ‘Reseau International de ONG sur le Desertification’ (RIOD-Argentina). El resultado ha sido que la participación de las ONGs no se ha limitado a una o dos instituciones privilegiadas. Por el contrario, la red, donde hay una elección democrática de representantes a nivel nacional (Asociación Civil Los Algarrobos), sub-nacional (CENEP, FUNPROVE, AMAD y Fundación Patagonia Natural) y provincial, ha hecho posible desarrollar una estructura transparente, integrada por unas treinta instituciones. Allí, cada una de las partes puede hablar por todas en las diferentes instancias consultivas.
•La Dirección de Conservación, consistentemente, aceptó sugerencias y propuestas de las ONGs. Éstas fueron discutidas abiertamente en muchas situaciones formales e informales. Asociación no es sinónimo de igualdad, pero el compromiso de trabajar juntos y preservar las características y contribuciones que cada organización puede ofrecer, ha enriquecido todo el proceso.
•La Convención de Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación (CCD) ha tenido un efecto catalizador en el proceso argentino, no solamente porque la Convención promueve participación y asociaciones, sino también porque las sesiones del Comité Intergubernamental de Negociaciones proporcionaron un marco de referencia que motivó el comienzo de la colaboración.
El Proceso
El proceso del Programa Nacional de Acción de Argentina fue implementado a través de una metodología participativa que involucró a un considerable número de personas que tienen que hacer con el manejo de los recursos naturales. Agricultores, productores agrícolas, comunidades indígenas y expertos técnicos de las ONGs trabajaron junto con investigadores científicos, profesores, funcionarios estatales y líderes políticos. Durante el período de 1996 – 1997 se llevaron a cabo treinta reuniones preparatorias y talleres regionales. Participaron activamente más de 2.000 personas, representando al gobierno nacional, a los gobiernos provinciales y locales, a ONGs, universidades, centros de investigación y gremios de productores. El resultado de este proceso fue el borrador de un documento que fue discutido en una sesión plenaria nacional donde se ratificó el texto final.
Condiciones previas
En lo que concierne a las ONGs, este proceso involucró algunas características especiales:
•En primer lugar, se debe enfatizar la voluntad política de la Dirección de Conservación de Suelos. Esta voluntad política probó ser esencial para obtener resultados concretos y constantes.
•En segundo lugar, las ONGs tuvieron la capacidad de preparar propuestas factibles, evitando retóricas estériles.
•Otro elemento importante es la institucionalización. En el caso argentino, esta institucionalización se logró a través de la presencia de las ONGs en el Comité del Programa Nacional. Recientemente, se ha incrementado esta institucionalización ya que las ONGs aceptaron ocupar cargos en la comisión que monitorea el desarrollo del programa.
•Finalmente, debe recalcarse que la asociación entre el gobierno y las ONGs no se limitó a participar en sesiones plenarias una o dos veces al año. El proceso mostró su verdadero potencial en los contactos informales y permanentes, las consultas de ambos lados, la revisión y preparación conjunta de documentos, y el apoyo mutuo.
Esto es sólo el comienzo
Es evidente que el trabajo no ha concluido. Por el contrario, es sólo el comienzo y hay mucho que hacer. Quizá, ahora, el tiempo es la necesidad más importante: tiempo para que esta asociación evolucione y se consolide, tiempo para enfrentar nuevos retos y, sobre todo, tiempo para asegurar que la voluntad política de hoy se convierta, mañana, en una efectiva política estatal. El gobierno y las ONGs todavía tienen que encarar muchas dificultades.
Sin duda, el gobierno tendrá que tomar, inmediatamente, las acciones que fueren necesarias para institucionalizar el proceso. Y, en especial, debería implementarse el Fondo Nacional Contra la Desertificación. Éste debería ser un mecanismo local, ágil, capaz de movilizar y canalizar suficientes recursos del presupuesto nacional. También deberá poder activar una cooperación internacional.
Asuntos pendientes
Las ONGs tienen en cartera muchos asuntos que deberán ser atendidos. Quizá lo más importante sea incrementar la participación de grupos comunales y de los agricultores de más bajos recursos, y reforzar una toma de conciencia pública. Sin embargo, a pesar de que todavía hay mucho que hacer, las ONGs argentinas están determinadas a enfrentar el futuro con esperanza. El trabajo que se ha hecho hasta ahora ha permitido establecer las bases para una sólida estructura colectiva, que va a permitir el desarrollo sostenible de las tierras áridas.
Juan Luis Merega,
Director Ejecutivo, Fundación Del Sur,
Cochabamba 449 (1150) Buenos Aires, Argentina. Teléfono y Fax: +54 1 361 8549 ó 307 0545.