junio 2000, Volumen 15, Número 4 - 3
Semillas para la agrobiodiversidad (número doble)

Creando bases comunes en el mejoramiento colaborativo de cultivos

DANIELA SOLERI, DAVID A. CLEVELAND, STEVEN E. SMITH | Página
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El mejorar las poblaciones de cultivos manejan los agricultores puede ayudar a satisfacer sus necesidades y asegurar el continuo uso y la conservación \’in situ\’ de las variedades locales. El fitomejoramiento colaborativo o participativo (FMC) es un enfoque que tiene el potencial de incrementar la productividad y relevancia de los esfuerzos de mejoramiento de los cultivos, especialmente para las familias de agricultores de bajos recursos en ambientes difíciles. En el FMC hay dos elementos centrales.

Uno es la adaptación de poblaciones de cultivos en ambientes locales biofísicos y socioculturales, y el segundo, una interacción entre los agricultores y los fitomejoradores profesionales. Es un gran reto para el FMC crear una base efectiva para la colaboración, que integre los conocimientos y las habilidades de los agricultores y fitomejoradores, asegurando al mismo tiempo, un respeto mutuo. ¿Qué métodos se pueden usar en el FMC para ayudar a que los agricultores y los fitomejoradores se comuniquen y trabajen juntos para producir variedades de cultivos que cumplan mejor con las necesidades de los agricultores?

¿Qué pueden ofrecer los fitomejoradores?

La mayoría de pequeños agricultores del Tercer Mundo ha sacado poco provecho de las variedades modernas (VM). En parte, esto se debe a que usaron enfoques mejoradores convencionales, ineficaces, o porque se creía que mejorando la productividad de sistemas de altos insumos era una mejor manera de incrementar la producción de alimentos y el bienestar para la gente, que apoyando sistemas de bajos insumos. El fitomejoramiento científico moderno ha tendido a enfatizar el desarrollo de variedades modernas adaptadas para producir altos rendimientos en ambientes geográficamente muy difundidos, y en general, con condiciones bastante favorables. Sin embargo, las bajas tasas de adopción entre los pequeños agricultores de pocos recursos indican que las variedades modernas no son apropiadas para esas comunidades. Pero, cuando algunas de las conclusiones del fitomejoramiento moderno se ven como contribuciones para los valores y las teorías en que se fundamentan, es más fácil ver lo que los fitomejoradores tienen que ofrecer al FMC. Teorías, conocimientos empíricos, y técnicas de análisis desarrolladas durante años de experimentación y observación sobre el desarrollo de las plantas, la manera en la cual los genes funcionan en este desarrollo, y la influencia de ambientes cada vez mayores, proporcionan el marco de referencia para la investigación sistemática. Al reconocer este hecho, una pequeña minoría de fitomejoradores está aplicando teorías y técnicas de mejoramiento de plantas y FMC, específicamente para satisfacer las necesidades de los pequeños agricultores de bajos recursos.

Cuadro 1. Características de las comunidades estudiadas en los Valles Centrales de Oaxaca, México

¿Qué pueden ofrecer los agricultores?

Hasta hace poco, la mayor parte de la actividad de FMC ha enfatizado la participación de los agricultores en ciertas tareas de mejoramiento de plantas, como por ejemplo, seleccionar del material desarrollado por los fitomejoradores. Las experiencias y las teorías de los agricultores en el mejoramiento de las plantas no han sido tomadas en cuenta en el FMC porque se conocen poco, en términos de los propios agricultores o en términos de la teoría de los fitomejoradores científicos. Es obvio que los agricultores tienen mucho que ofrecer al FMC. En primer lugar, son los primeros que van a usar y evaluar las variedades. En segundo lugar, las prácticas y la teoría de los agricultores, con frecuencia representan experiencias de mucho tiempo con la genética de las plantas y con los componentes de variación ambiental de su sistema agrícola.

Enfoque de investigación

En este artículo usaremos ejemplos de investigación actual con los agricultores de maíz en los Valles Centrales de Oaxaca, México, para ilustrar cómo los conocimientos de los agricultores y de los fitomejoradores pueden unirse para facilitar una mejor comprensión de las prácticas locales de selección de semillas de maíz. También exploraremos las implicancias de la colaboración y esperamos llegar a comprender mejor cómo ven los agricultores,desde su perspectiva, a los componentes del modelo biológico de selección usado por los fitomejoradores. Dado el tiempo y con frecuencia, también el dinero invertido en las semillas, es muy probable que los agricultores esperen ciertos resultados del proceso de selección.

Materiales y métodos

Trabajamos con una muestra de ocho familias de agricultores en una comunidad en el valle de Zimatlán, y con cinco familias en el Valle de Mitla (Cuadro 1). Tratamos de que las muestra sea representativa de los tipos de familias en cada una de estas comunidades, con relación a la riqueza y el género del jefe de familia. Se condujeron entrevistas con aquellos que eran los principales responsables de la agricultura: la esposa y el esposo, o la madre y el hijo. También se entrevistaron trabajadores más jóvenes, pero ellos generalmente relegaban las respuestas a la pareja mayor. En nuestro análisis de estos sistemas de selección de semillas de maíz, queríamos describir y cuantificar la selección y llegar a entender la teoría detrás de las prácticas de selección de semillas de los agricultores.

Cuantificando la práctica de los agricultores

A través de observaciones de los participantes, de discusiones informales y de entrevistas formales con 13 familias colaboradoras, identificamos tres categorías de criterios de selección. En primer lugar, la calidad de la semilla y el vigor de las plántulas. Segundo, rasgos tales como longitud, peso y diámetro de la mazorca, tamaño y peso del grano y también la proporción entre peso/volumen de granos pelados. La tercera categoría son los rasgos que definen un tipo o subtipo de variedad, que en nuestra muestra, incluyeron características tales como tipo y forma del grano, y color de la coronta y de la envoltura o panca. Aunque algunos criterios en la tercera categoría variaban entre las diferentes familias y comunidades, las dos primeras categorías se aplicaban universalmente.

Como demostró el ejercicio de selección, estos criterios, y en especial los de las dos primeras categorías, se reflejaban en las prácticas de selección de los agricultores. Usando una muestra al azar de 100 mazorcas de la variedad común local de maíz blanco, de un campo en su comunidad, pedimos a las familias que seleccionaran las «mejores» diez mazorcas para obtener semillas a ser sembradas localmente. Luego, se evaluaron para determinar una serie de rasgos incluyendo diámetro, longitud y peso de la mazorca.

Luego, condujimos un experimento de campo con poblaciones de maíz blanco de tres familias en cada comunidad, para cuantificar la respuesta a la selección de los agricultores entre las poblaciones de maíz. Desde 1996, hemos obtenido tres generaciones de muestras seleccionadas por los agricultores y dos generaciones de muestras al azar de la misma población de cada familia (Figura 1). Todas las muestras fueron sembradas con 8 réplicas, con un diseño de bloques completamente al azar, en un campo de propiedad de una de las familias colaboradoras del Valle de Zimatlán. La familia preparó y manejó el campo de acuerdo a las prácticas locales.

Teoría de los agricultores

Las observaciones de los participantes, las discusiones informales y las entrevistas formales contribuyeron a que entendiéramos la teoría en la que se basan las prácticas de selección de los agricultores. Usando mazorcas de maíz y fotografías de inflorescencias de diferentes colores para ilustrar los diferentes escenarios, se pidió a los agricultores que dijeran cómo serían los fenotipos de las progenies de las determinadas selecciones cultivadas en los diversos ambientes. Una manera de comprender las teorías de los agricultores con relación a conceptos abstractos, tales como la relación entre herencia en las variedades de maíz y el ambiente, fue haciendo preguntas sobre la expresión de los rasgos en ambientes normales y óptimos. Encontramos que el modelo biológico era un referente útil para comprender las prácticas locales de selección. Sin embargo, solamente cuando tratamos de investigar deliberadamente sus componentes, desde las perspectivas de los agricultores, es que resaltó su utilidad para apoyar al FMC.

Bases comunes

Comenzamos a explorar las prácticas de selección de los agricultores con la idea de que una selección comprende el cambio de las poblaciones de los cultivos. Cuando preguntamos a las familias qué buscaban cuando hacían las selecciones, invariablemente nos dijeron «los mejores». Cuando preguntamos cómo querían cambiar sus poblaciones, las respuestas que obtuvimos eran con frecuencia confusas. Fue más productivo ver las perspectivas de los agricultores al explorar sus prácticas, y entender sus teorías de fondo y las implicancias que éstas tienen en las poblaciones de maíz. Esto nos reveló que partíamos de suposiciones falsas y permitió que los agricultores expliquen sus conocimientos, teorías, prácticas y objetivos en la selección de semillas de maíz.

Los siguientes hallazgos tomados de entrevistas, ejercicios de selección, escenarios de percepción genética, y experimentos de campo en este estudio tienen relevancia para facilitar la interacción entre los agricultores y los fitomejoradores.

•Los criterios de selección de los agricultores, ya sean como los definieron o como lo demostraron por medio de los ejercicios de selección, identificaban el tamaño de las mazorcas (espigas) y, en menor grado, el de semillas, como rasgos igualmente importantes después de certificar la calidad de los granos (que no estuvieran dañados por plagas ni por enfermedades).

•La selección de estos criterios aparentemente era direccional y parecía tratar de cambiar el valor promedio de estos rasgos en la población.

•Las respuestas de los agricultores para los escenarios de percepción genética, sin embargo, mostraron que veían ciertos rasgos tales como la longitud de las mazorcas, como no hereditarios ya sea en sus propios campos que eran variables, ni tampoco en escenarios hipotéticamente uniformes (Figura 2). La mayoría de los agricultores consideraban que la longitud de las mazorcas era producto del ambiente donde crecía la población de maíz. Por eso, no esperaban ninguna consecuencia en seleccionar dichos rasgos, lo cual implicaba que no veían ninguna variación genética para esa característica. Esto no significaba que los agricultores no podían reconocer variaciones genéticas ni comprender el potencial de una selección. Señalaron que un rasgo altamente heredable, como por ejemplo, el color de la inflorescencia, podía ser seleccionado y el cambio como resultado de esa selección aparecía en la progenie (Figura 3). La presunción de que los agricultores practicaban una selección para cambiar sus poblaciones de maíz, nuestra interpretación original de las respuestas de los agricultores que aparecieron en las entrevistas y en los ejercicios de selección, no fue confirmada por las teorías de los agricultores.

•Prácticamente no hubo ninguna respuesta a la selección en el experimento de campo. La ausencia de una respuesta a la selección de rasgos identificados como criterios básicos de selección, confirmó la opinión de los agricultores de que su selección no cambiaría sus poblaciones de maíz.
Relevancia

Varios de estos hallazgos fueron relevantes para la práctica y pueden cambiar la manera en la cual los agricultores y los fitomejoradores trabajen juntos en el FMC. Los agricultores se preocupan por la calidad de las semillas y por el vigor de las plántulas. Probablemente estarían interesados en una investigación para mejorar la resistencia a las plagas y a las enfermedades de las mmazorcas de maíz, especialmente durante su almacenamiento.

En segundo lugar, es necesario comprender que los agricultores no ven el potencial de una selección para cambiar algunos de los rasgos de sus poblaciones de maíz, y por lo tanto, ese no es el propósito de su selección de semillas, lo cual pone en evidencia la gran diferencia entre sus objetivos y aquellos típicos de los fitomejoradores. Por esa razón, los intentos de mejorar las prácticas de selección no siempre parecen valer la pena, ni siquiera es algo lógico para los agricultores. Un enfoque más efectivo sería mejorar la capacidad de herencia de los rasgos que los agricultores quieren cambiar, si creen que lo pueden hacer. Esto significa hacer que la variación genética sea visible y accesible a ellos, y hacer posible que responda a la selección.

Finalmente, si se ayuda a los fitomejoradores y a otros investigadores a que comprendan mejor las prácticas y los conocimientos de los agricultores, incluyendo su teoría, se puede crear una base de respeto mutuo y de colaboración. Los escenarios de percepción genética no fueron hechos para probar los conocimientos de los agricultores, ni tampoco se compararon sus conocimientos con otros estándares «correctos» o «científicos». Reconocemos que muchos otros factores contribuyen al conocimiento de los agricultores sobre sus cultivos, incluyendo variables socioculturales, económicas e individuales. El enfoque descrito aquí, intenta neutralizar el reino de la práctica -en este caso la selección de semillas y el mejoramiento de los cultivos- tratando de que se abandone la dicotomía entre la práctica «científica» y la «no científica», y que los elementos comunes que contribuyen a la práctica de los agricultores y de los fitomejoradores sean reconocidos.

Esta es una versión abreviada del artículo original. Se puede obtener la versión completa, junto con las referencias, de www.one-world.org/ileia o de ILEIA, PO 64, 3830AB Leusden, Holanda.

Daniela Soleri, NSF/NATO, Postdoctoral Research Scientist, Research Group on Technology and Agrarian Development, Wageningen Agricultural University, Nieuwe Kanaal 11, 6709 PA Wageningen, Holanda (hasta el 31 de agosto del 2000). E-mail: dsoleri@ag.arizona.edu

David a. Cleveland, Associate Professor, Department of Anthropology and Environmental Studies Program, UC Santa Barbara, Santa Barbara, CA 93106-3210, Estados Unidos; Visiting Research Professor, Research Group on Technology and Agrarian Development, Wageningen Agricultural University, Nieuwe Kanaal 11, 6709 PA Wageningen, Holanda (hasta el 31 de agosto del 2000). E-mail: clevelan@lifesci.ucsb.edu

Steven E. Smith, Associate Professor, School of Renewable Natural Resources, University of Arizona, 301 Biological Sciences East, Tucson, AZ 85721, Estados Unidos. E-mail: azalfalf@ag.arizona.edu

Referencias

Soleri, D. y S.E. Smith. Broad-sense heritability of farmer-managed maize populations in the Central Valleys of Oaxaca, Mexico and implications for improvement. Próximo a ser publicado.

Soleri, D., S.E. Smith y D.A. Cleveland. Evaluating the potential for farmer and plant breeder collaboration: a case study of farmer maize selection in Oaxaca, Mexico. Próximo a ser publicado.

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