enero 2000, Volumen 15, Número 1-2
Encontrando bases comunes (número doble)

Hacia un manejo integrado del suelo

SJEF KAUFFMAN | Página
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Una de las primeras actividades del programa de investigación colaborativa de ILEIA en Filipinas, Ghana y Perú fue la caracterización y evaluación de suelos hecha por agricultores y científicos en seis lugares de investigación.

ISRIC subcontrató a tres instituciones nacionales de suelos en Ghana, Filipinas y Perú (ver más adelante), para trabajar en estrecha cooperación con los agricultores y ONGs en las áreas piloto. Una parte principal del proyecto consistió en la comparación e integración de los puntos de vista de los agricultores y de los científicos acerca de los suelos. El objetivo era contribuir a un proceso participatorio, dirigido a resolver limitaciones de la producción agrícola relacionadas con los suelos. El estudio del suelo se derivó de las siguientes preguntas:

  • ¿Es posible correlacionar el conocimiento indígena, que sobre el suelo tienen los agricultores locales, con el de la ciencia formal?
  • ¿Cómo manejan los agricultores sus diferentes suelos para producir cultivos?
  • ¿Qué están haciendo los agricultores con relación a las limitaciones / restricciones de producción relacionadas con suelos?
  • ¿Hay una solución LEISA para suelos amenazados por degradación, debido a los usos actuales de la tierra?

Metodología

En la Figura 1 se muestra una representación esquemática de las principales actividades. En los seis lugares de investigación, los científicos nacionales de suelos llevaron a cabo, primero, una encuesta clásica de suelos en los campos, complementada con una caracterización analítica de muestras de suelos. El personal de ILEIA, los agricultores y los científicos de suelos seleccionaron los sitios de investigación. Se correlacionó el conocimiento de suelos de los agricultores y el de los científicos, a través de una observación de campo en conjunto. Para este propósito, se usaron diferentes enfoques. En Ghana y en Perú, los agricultores y los científicos siguieron cuidadosamente las líneas transversales y calicatas usadas en el mapeo convencional de suelos. En Filipinas, se llevaron a cabo recorridos en conjunto para observar diferentes usos de la tierra y diferentes suelos. Los agricultores indicaron los cambios en los suelos y los nombraron según la costumbre y dialecto locales. Los científicos les hicieron una serie de preguntas estándares. Estas preguntas se concentraron en el reconocimiento de diferentes tipos de suelos, indicadores de su caracterización, nombres locales, usos actuales y potenciales de la tierra, y operaciones de manejo de suelos. Las preguntas acerca de la idoneidad de la tierra se centraron en las principales limitaciones edáficas para la producción y productividad agrícola y en el manejo de los suelos, lo cual incluía una consideración de las amenazas ecológicas a causa del actual uso de la tierra. Estos diálogos entre agricultores y científicos fueron de distinta naturaleza en los tres países. En Ghana, se trabajó con una serie de preguntas estándares (Asiamah y Spaargaren, 1997). En Filipinas, se pidió a los agricultores que hicieran observaciones del uso del suelo y de la tierra, las que fueron categorizadas en base a los sentidos humanos básicos: vista, oído, olfato y tacto (Conception y Batjes, 1997). En el Perú, además de las preguntas estándares para determinar las características del suelo, el diálogo fue más libre, particularmente al discutir las limitaciones de la producción (Kauffman y Valencia, 1998). Además del trabajo de campo, también se llevaron a cabo sesiones plenarias, en las cuales los agricultores y los científicos discutieron los resultados del trabajo de campo. Frecuentemente, los agricultores mencionaban otras limitaciones para la producción que no estaban relacionadas con los suelos; éstas fueron discutidas e incluidas en los informes.

Resultados

Los sitios de investigación en el norte de Ghana se localizaron en una llanura casi plana o ligeramente ondulada, con extensas laderas hacia el fondo de los valles, con una gradiente entre el 1 y el 5%. Tanto los agricultores como los científicos distinguieron varios tipos de suelos (ver Figura 2: Mapas de suelos de agricultores y de científicos).

En Filipinas, las áreas piloto estuvieron localizadas en la ancha llanura aluvial de Luzón Central. Predominan los suelos mal drenados, de arcilla gris oscura. En el Perú, los sitios de investigación estuvieron situados en el norte y en el centro de los Andes. Ambas áreas tienen una topografía montañosa, fuertemente fragmentada y van de una altitud de 2,700 a 4,500 metros sobre el nivel del mar. La variación de los tipos de suelos se ve principalmente determinada por el material geológico madre, la pendiente y la altitud.

En las secciones de países, en este Boletín, se da más información sobre las condiciones ambientales de las áreas piloto. En los informes de proyectos (Asiamah y Spaargaren, 1997; Conception y Batjes, 1997; Kauffman y Valencia, 1998) se da información detallada de las referencias.

Comparación de conocimientos

Es posible correlacionar, hasta cierto punto, el conocimiento del suelo que tienen los agricultores con la ciencia formal de suelos. Sin embargo, no siempre se pueden correlacionar consistentemente los nombres locales de los suelos, debido a los diferentes criterios y normas usados por agricultores y científicos. Los agricultores tienen una manera pragmática para caracterizar y clasificar suelos, basándose en un enfoque eminentemente práctico. Cuando se trata del suelo de uso agrícola considerarán, por ejemplo, las propiedades del suelo de superficie; pero, cuando se trata de la tierra como material de construcción, generalmente sólo tomarán en cuenta las propiedades del subsuelo. La ciencia de los suelos ve todas las propiedades de la tierra a una profundidad de control estandarizada, haciendo una evaluación para propósitos múltiples. Otra dificultad es la variación de los nombres locales de los suelos, nombres que pueden ser muy diversos debido a diferentes dialectos e idiomas en una región. Sin embargo, se recomienda que se explore al máximo el uso potencial de los nombres indígenas para los suelos, para reforzar, a nivel local, la comunicación entre los interesados.

Acuerdo acerca de problemas

De los resultados en los lugares de investigación se deduce que los agricultores y los científicos pudieron discutir acerca de las limitaciones de producción relacionadas con los suelos, de las técnicas locales de manejo de suelos y las posibles soluciones para superar estas limitaciones. Las tres limitaciones para la producción relacionadas con los suelos y señaladas tanto por agricultores como por científicos en los sitios de investigación, se refieren a la disponibilidad de agua, nutrientes para las plantas (fertilidad) y degradación del suelo. El proceso participatorio de agricultores y científicos para resolver estas tres limitaciones en un esfuerzo conjunto, debería resultar en el desarrollo de un enfoque de Manejo Integrado de Suelos (MIS).

Hacia un Manejo Integrado de Suelos

Un MIS ayudará a conocer el potencial agronómico de los tipos de suelos existentes y evitar la reducción de este potencial debido a una mayor degradación. El MIS requerirá una aplicación simultánea de medidas de conservación de agua y suelo, y medidas orgánicas e inorgánicas para la fertilidad del suelo (estas últimas incluyen rectificaciones con subproductos locales y roca fosfórica). El MIS contribuirá mucho a un eficiente uso del agua en la agricultura de secano, tanto en áreas semiáridas como en el subtrópico estacionalmente seco. Este es un importante reto, dada la proyección del crecimiento poblacional y la consecuente necesidad de alimentos, especialmente en la región del sub-Sahara, en el África. Una piedra angular del enfoque de MIS es el reconocimiento de la importancia del contenido de materia orgánica para preservar la fertilidad y propiedades físicas del suelo. Por eso, una de las metas es buscar usos de tierra y prácticas de manejo de suelos que mantengan o incrementen el contenido de materia orgánica en el suelo. Dichas consideraciones también son importantes dentro del contexto de promover depósitos de C terrestre, con miras a mitigar niveles atmosféricos de CO2, tal como se enfatizó en el Protocolo de Kioto sobre Cambio Climático. El sinergismo de los diferentes elementos de ese enfoque de MIS es especialmente importante (Breman, 1997; Kauffman, 1996). Sin embargo, el enfoque de MIS involucra una considerable inversión. Las medidas de conservación de suelo y agua y de fertilidad orgánica requieren, principalmente, tiempo de mano de obra; las rectificaciones inorgánicas del suelo involucran, fundamentalmente, dinero. El MIS debería tener una base económica sólida porque los beneficios totales de esas inversiones aparecerán solamente después de varios años. Esto es en parte debido al aprendizaje: los agricultores podrían requerir un tiempo largo para familiarizarse con las nuevas tecnologías involucradas en MIS y para adaptarlas a sus circunstancias. Es más, para el proceso biofísico de mejoramiento del suelo transcurren considerables períodos de espera (Koning et al., 1997).

Una actividad recomendada de seguimiento de estos estudios es la extrapolación de los resultados de los sitios de investigación a las respectivas zonas ecológicas mayores (ver Figura 1, paso 4). Esa actividad proporcionará una herramienta para transferir los resultados a las instancias responsables de las medidas políticas para el enfoque de MIS propuesto.

Referencias

– Breman H, 1997. Building soil fertility in Africa: Constraints and perspectives. Taller Internacional sobre el desarrollo de estrategias nacionales para la recapitalización de la fertilidad de la tierra, en el sub-Sahara de África, Lomé, Togo, 22-25 abril de 1997.

– Conception RN y Batjes NH, 1997. A farmer-guided soil classification system for the Philippines; a case study for Barangays Triala and Santa Rosa, Nueva Ecija, Central Luzon. Informe 97/03 de ISRIC, Oficina de Manejo de Suelos y Agua, Manila, y Centro Internacional de Referencia e Información de Suelos, Wageningen.

– Asiamah RD, Senayah JK, Adjei-Gyapong T, y Spaargaren OC, 1997. Ethno-pedology surveys in the semi-arid savanna zone of Northern Ghana and ILEIA initiated projects. Informe 97/04 de ISRIC. Instituto de Investigación de Suelos, Kumasi, y Centro Internacional de Referencia e Información de Suelos, Wageningen.

– Kauffman S, y Ramos MV, 1998. A farmer assisted soil survey and land evaluation in the Peruvian Andes; a case study for the San Marcos-Cajamarca and Quilcas-Huancayo ILEIA project pilot areas. Universidad Nacional Agraria – La Molina, Lima, Perú, y Centro Internacional de Referencia e Información de Suelos, Wageningen.

– Kauffman S, 1997. Integrated Soil Management – a challenge for farmers and scientists. Boletín de ILEIA vol 12 (3) 28-30.

– Koning N, Heerink N, y Kauffman S, 1997. Integrated soil improvement and agricultural development in West Africa: why current policy approaches fail. Departamento de Economía y Administración, Universidad Agrícola de Wageningen, y Centro Internacional de Referencia e Información de Suelos, Wageningen.

– Morales CF, 1987. La erosión de los Andes en zonas pobladas de altura. En: Pensamiento Iberoamericano. Revista Economía y Política No. 12. Medio Ambiente. Julio – diciembre 1987.

Sjef Kauffman

ISRIC, P.O. Box 353, 6700 AJ Wageningen, Países Bajos

E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

* Las contribuciones para este artículo provinieron de Niels Batjes (ISRIC), Otto Spaargaren (ISRIC), Rex Asiamah (Instituto de Investigación de Suelos, Kumasi, Ghana), Roger Conception (Oficina de Manejo de Suelos y Agua, Manila, Filipinas), Manuel Valencia (Departamento de Suelos, Universidad Nacional Agraria La Molina, Lima, Perú) y Maja Kooistra (Científico Principal SC-DLO, Wageningen / ex- Coordinador de Investigación de ILEIA).

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