La alta incidencia de enfermedades es una de las principales limitaciones de los sistemas de crianza de los pequeños propietarios en África. Los agricultores, generalmente de escasos recursos, no tienen dinero o no pueden acceder a las medicinas sintéticas u otros sistemas de administración, intensivos y costosos.
Los pollos son de gran importancia para los hogares de las aldeas africanas. Constituyen más del 80% del total de la población de aves de corral en África (Sonaiya, 1995). En general, los productores del pueblo mantienen pequeñas parvadas de 5 a 20 pollos por hogar. Las mujeres y los niños juegan un importante papel en su manejo. Los pollos generalmente se crían en un sistema extensivo, escarbando entre el conjunto de casas y alimentándo¬se de los recursos localmente disponibles, por ejem¬plo, lombrices de tierra, desechos del hogar, insectos, residuos de la cosecha, etc. Además su alimentación se complementa con los productos (derivados) de la agricultura, especialmente en el período de escasez de alimentos. Por las noches, los pollos son guardados en corrales rudimentarios, a menudo, elevados del suelo, protegiéndolos así de las inclemencias del clima y de predadores nocturnos como los reptiles. De esta forma, los pollos de aldea en África se mantienen con muy baja inversión de tierra, trabajo y capital y por tanto, incluso los estratos sociales más pobres de la población rural, pueden mantenerlos.
Sin embargo, debido a su baja productividad, la producción de pollos nativos en África se ha dejado de lado y con frecuencia los agricultores la consideran como una ocupación insignificante comparada con otras actividades agrarias. No obstante, fuera de los centros urbanos, y especialmente en las áreas no costeras, los pollos de aldea proporcionan a la población una fuente vital de proteínas e ingresos y juegan un papel clave dentro del contexto de muchas ceremonias sociales (fiestas especiales APRA la familia o para huéspedes distinguidos, regalos, etc.) o religiosas (por ejemplo, gallos como ofrendas para las divinidades). Enfermedades comunes y mortalidad
Una de las mayores limitaciones para la producción de pollos de aldea es sin duda, la existencia de diversas enfermedades. Por ejemplo, Sa’idu et al (1994) en un estudio de 15 años (octubre 1976-1991) de los pollos indígenas en Nigeria, demostró que las causas más comunes y significativas de mortalidad eran la enfermedad de Newcastle (40.9%), la enfermedad infecciosa del buche (19.3%), la sífilis de aves de corral (19.1%), el ectoparasitismo, piojos y garrapatas (26.9%) y los endoparásitos Tetrameres, Syngamusy tenias (31.3%). También había varias asociaciones parasitarias en los pollos de aldea.
La severa pérdida en la crianza se debe en parte a la alta mortalidad de los polluelos. Se estima que la mortalidad de los pollos criados es del 50% hasta las ocho semanas de edad, en Burkina Faso (Wil)n 1986) y Ghana del Norte (Van Veluw, 1987), de 66% a las doce semanas en Senegal (Sall, 1990; Buldgen et al., 1992), 30.5% hasta la cuarta semana de edad en Mali (Kounta, 1992), 68% hasta la sexta semana en Nigeria (Ologhobo, 1992) y 53% hasta la cuarta semana de edad en Camerún (Agbédé et al., 1995).
Control de enfermedades
En las aldeas, las enfermedades de las aves de corral afectan seriamente la producción de pollos. Las aves casi nunca se vacunan. Ocasionalmente reciben una pastilla de antibiótico que se utiliza en humanos. En severas sequías, como las que ocurrieron en los años 70 y 80 en los países del Sahel, los productos etnoveterinarios de plantas con propiedades medicinales reconocidas son más accesibles para los pobladores que las drogas utilizadas en los tratamientos veterinarios occidentales. Además, pueden recolectarse sin costo alguno o son más baratos de obtener (véase Cuadro 1 y recuadro para prescripciones similares para el ganado).
En Senegal, los agricultores han utilizado tradicionalmente dichas plantas para tratar a sus pollos, por ejemplo, contra los endoparásitos, extractos de Capsicum y hojas o cortezas de Azadirachta indica A. Juss se añaden al agua que beben las aves. En Camerún, Agbédé et al (1995) informó sobre los buenos resultados de la utilización de plantas tales como la Kalanchoe crenata para la coccidiosis y las hojas de pawpaw (Carita papaya) para la diarrea mientras que el uso de medicinas para humanos (especialmente antibióticos, Ampicilina, Tifomicina) no obtuvieron éxito. En Togo, los agricultores utilizan varias infusiones (por ejemplo Peltophorum ferrugineum), pimienta de tierra y la corteza de Adansonia digitata para tratar la diarrea en los pollos de aldea (Lobi, 1984). La pimienta (Piper guineense) también es ampliamente utilizada para tratar la «tos» (Agbédé et al., 1995). En un estudio de Camerún, Tchoumboue et al. (1996) observó las propiedades nematicidas de la corteza de una enredadera de la especie Combretum en pollos de aldea naturalmente infestados.
En África del sur y del este, se ha informado que los extractos de agua de Nicotiana glauca pueden ayudar a un embrión de pollo infectado con gripe a sobrevivir (Watt y Breyer-Brandwijk, 1962), Lobi (1984) informó sobre los buenos resultados obtenidos después del uso del aceite de Butyrospermun pan& (o «Karité») para el control de diversos ectoparásitos tales como garrapatas, piojos y pequeñas hormigas rojas. Según los agricultores, este aceite obstruye el sistema respiratorio de los parásitos. Una infusión de las hojas de Borreria verticilata se utiliza para tratar enfermedades que afectan la locomoción de las aves.
Para prevenir las mordeduras de serpientes en las granjas de pollos de aldea, un informe de Zimbabwe indica que las raíces de Annona senegalensis se remojan y el líquido se rocía en el recorrido de las gallinas para repeler a las serpientes (Chavunduka, 1976). En Nigeria, los dueños de aves de corral cultivan ciertas plantas repelentes o colocan lonjas de ajo (Allium sativum) alrededor de los gallineros para alejar a las serpientes (Ibrahim, 1996). Según Ibrahim y Abdu (1996), en Nigeria, los espinosos frutos del Cucumis pustulatus también se colocan en el agua de beber de los polluelos para protegerlos contra los ataques de moquillo.
Conclusiones
Las prácticas etnoveterinarias que utilizan productos derivados de las plantas son efectivas contra algunas enfermedades. Estos productos están disponibles localmente y son gratis o muy baratos. La investigación adicional en este campo es importante para comprender cuando las prácticas tradicionales son efectivas y deben utilizarse para la producción de pollos de aldea y cuando la moderna medicina veterinaria ofrece una mejor alternativa. Además, se necesitan estudios en condiciones controladas sobre las tasas de eficacia y propiedades veterinarias de dichos productos, derivados de plantas, y los tratamientos.
La Red Afroasiática para el Desarrollo de la Crianza de Aves de corral (ANDRP) que fue creada para coordinar la investigación, capacitación y/o extensión en la crianza en las aldeas, está fomentando dichas investigaciones.
Etnobotánica en el cuidado de los animales
El estado de Tahara, al noreste de Nigeria está habitado por agricultores residentes y pastores Fulani. El área está cubierta por la vegetación de la sabana de Nigeria y se caracteriza por una precipitación media anual de 750 mm. con una estación seca que va desde noviembre hasta marzo. El trabajo de campo de la Universidad de lbadan, ha demostrado que la mayoría de los pastores Fulani (Bororo) sabe cómo preparar las plantas tradicionales mediante las cuales se curan las enfermedades dei hato. Semillas, raíces, hojas, cortezas, tubérculos y frutos son recolectados para procesarlos ya sea moliéndolos, hirviéndolos o remojándolos en agua y se utilizan para combatir las enfermedades de la piel, lesiones, resfrìos y falta de apetito.
Los Fulani confían en el conocimiento indígena que fue legado por sus antepasados, para observar signos y síntomas de enfermedad en animales y para decidir el tipo de tratamiento. Las especies usualmente utilizadas incluyen al Boabab (Adansonia digitata)contra la diarrea y desórdenes de la piel: Ginger (Zngiber officinale) como laxante, estimulante del apetito y antiflatulento; ajo (Allium sabvum) como antídoto; las vainas de la Acacia africana (Parida acodes) para infecciones de la piel, lesiones y lombrices; Tabaco (NiCotiana tabacum) contra la miasis, infecciones de las patas y ectoparásitos; y Neem (Azadirachta indica) como repelente de insectos. Los agricultores justifican la potencia de los remedios en relación con la salud animal y rendimiento de la producción en términos de ingestión de alimentos, tamaño y calidad de la res o carcasa, peso del cuerpo y volumen de lactancia. Sin embargo, las pruebas científicas despejarán cualquier duda con respecto a su eficiencia y asegurarán la aceptación de dichas técnicas tradicionales en los sistemas de cuidados de animales.
De: El significado de la etnobotánica en el cuidado de animales
Akingboye KA, Dpto. de Salud Pública Veterinaria y Medicina Preventiva, Universidad de lbadan, Ibadan, Nigeria
El artículo completo puede solicitarse al autor o a ILEI
El Hadji Fallou Guéye, Miembro del ANRPD y coeditor del Boletín del ANRPD, B.P. 5579, Dakar, Senegal.
Referencias seleccionadas
– Agbédé GB, Téguia A. y Manyeli Y. (1995) Encuesta sobre la crianza tradicional de aves en Camerún. Tropicultura 13 (1): 22-24.
-Bizimana N. (1994) Prácticas veterinarias tradicionales en África. Schriftreihe der GTZ, No 243, Eschborn, Alemania.
– Ibrahim MA. (1996) Etnotoxicología entre agropastores nigerianos, en: McCorkle CM, Mathias E. y Schillhorn-van Veen TW, Publicaciones IT, Southhampton Row, Londres, pp.54-59.
-Ibrahim MA, y Abdu PU. (1996) Perspectivas etnoagroveterinarias en la producción de aves de corral en Nigeria rural en: Investigación y Desarrollo Etnoveterinario (véase arriba).
-Lobi BB. (1984) Incidencia de la visión y de las prácticas tradicionales sobre el desarrollo de la avicultura en Togo. Tesis E.I.S.M.V., N z 11, Dakar, Senegal.
– Watt JM. y Breyer-Brandwijk MG. (1962) Las plantas medicinales y venenosas del Este y del Sur del África, E & S. Livingstone LTD, Edimburgo y Londres.
El artículo completo y la lista de referencias pueden solicitarse al autor o a ILEIA.