La Red de Agroecología del Uruguay y su sistema participativo de garantía: 20 años de construcción colectiva
Natalia Bajsa y Alberto Gómez Perazzoli | Página 16 DESCARGAR REVISTA COMPLETAAgroecología frente a la concentración agraria
En Uruguay, un país donde el sector agropecuario representa cerca del 70 % de las exportaciones y el 7 % del producto interno bruto (PIB), existen dos mo delos agrícolas profundamente distintos. Por un lado, el agronegocio exportador, dominado por grandes empresas y capitales transnacionales, basado en la ganadería extensiva, la agricultura industrial de soja y las plantaciones forestales. Por otro, un modelo de agricultura familiar que, aunque solo ocupa el 14 % Integración de animales en parcela de limones ecológicos. de la tierra, reúne al 56 % de los/as agricultores/as y cumple un papel esencial para la soberanía alimenta ria del país.
Durante las últimas décadas, el avance del agro negocio y la concentración de la tierra han incremen tado las tensiones entre ambos modelos. Hoy, los/as productores/as de pequeña escala enfrentan enormes dificultades para acceder a mercados justos y sistemas de certificación acordes con su realidad.
Al mismo tiempo, Uruguay destaca como uno de los países con mayor proporción de superficie certificada como orgánica en el mundo —más de 3.6 millones de hectáreas (Willer et al., 2025)—, aun que la mayor parte de esa producción se destina a la exportación. Frente a esta realidad, la agroecología emergió en los años 90 como una alternativa impulsada por productores/as familiares, organizaciones sociales y ONG. Esta buscaba romper con la dependencia de in sumos externos, reducir los impactos negativos en la salud de los alimentos producidos por el agronegocio y fortalecer los canales de comercialización directa.
Durante las últimas décadas, el avance del agronegocio y la concentración de la tierra han incrementado las tensiones entre ambos modelos. Hoy, los/as productores/as de pequeña escala enfrentan enormes dificultades para acceder a mercados justos y sistemas de certificación acorde con su realidad.
En este esfuerzo la RAU trabaja junto a otras organizaciones, como la Red de Semillas Nativas y Criollas, la Red de Grupos de Mujeres Rurales y la Red de Huertas Comunitarias, para impulsar alianzas amplias en defensa de la soberanía alimentaria.
Por tanto, la propuesta no se trataba solo de pro ducir alimentos saludables, sino también de construir mercados locales y sistemas de garantía propios, más justos y participativos.
El nacimiento del SPG-RAU: confianza, territorio y participación
El camino hacia el sistema participativo de garantía (SPG) comenzó en 1997, cuando se creó la Asocia ción Certificadora de la Agricultura Ecológica del Uruguay (Urucert). Esta fue una experiencia pionera que dio respaldo a los/as primeros/as productores/as agroecológicos/as; sin embargo, pronto se evidenció la necesidad de un modelo menos centralizado y más inclusivo.
El punto de inflexión llegó en 2004, cuando re presentantes de la Urucert y de la Asociación de Pro ductores Orgánicos del Uruguay participaron en un seminario internacional sobre SPG en Brasil organi zado por el Centro Ecológico, el Movimiento Agro ecológico de América Latina y el Caribe (Maela) y la Federación Internacional de Movimientos de Agricul tura Orgánica (IFOAM), entre otras organizaciones.
Allí conocieron experiencias de SPG que inspiraron la creación del SPG uruguayo.
Un año después, en 2005, nació la Red de Agroecología del Uruguay (RAU) con el propósito de articular a productores/as, consumidores/as y técnicos/as en torno a los principios de la agroecología. Entre sus pri meros logros estuvo la puesta en marcha del SPG, ba sado en la confianza, la transparencia y la correspon sabilidad. Su funcionamiento se apoya en la cercanía territorial y en un proceso horizontal de verificación colectiva del manejo agroecológico.
El sistema ope ra a través de regionales descentralizadas, donde los/ as agricultores/as se organizan para coordinar visitas, intercambiar experiencias y tomar decisiones sobre la entrega del sello agroecológico. Estas regionales se articulan en una coordinación nacional que discute los criterios comunes y los de safíos del proceso. Los encuentros nacionales, cele brados cada dos años, también son espacios funda mentales para reforzar la red, combinando formación, debate e intercambio entre productores/as, consumi dores/as y técnicos/as.
El proceso de garantía de calidad agroecológica inicia con una autoevaluación de cada productor/a, seguida de una visita entre pares en la que partici pan agricultores/as, técnicos/as y consumidores/as. Más que una inspección, es una instancia de diálogo y aprendizaje mutuo.
Luego, el comité de ética y calidad de cada regional analiza las observaciones y decide sobre la concesión del sello, el cual tiene validez anual. En 2022, el SPG RAU evaluó aproximadamente 120 predios familiares, en su mayoría dedicados a la producción de hortalizas, frutales, plantas aromáticas y animales, concentrados sobre todo en el sur del país, donde se concentra la mayor demanda de alimentos agroecológicos. El SPG se sostiene gracias al aporte económico y al trabajo voluntario de los/as integrantes de la RAU, junto con apoyos esporádicos de proyectos públicos o de cooperación internacional. Más que un me canismo de garantía, el SPG-RAU es un espacio de encuentro y aprendizaje colectivo en el que se tejen relaciones de confianza y se consolidan los procesos agroecológicos.
Reconocimiento, desafíos y futuro de la agroecología en Uruguay
El reconocimiento oficial del SPG-RAU llegó en 2015, tras años de incidencia política que buscaba la seguridad comercial a los/as agricultores/as; no obs tante, el camino ha sido irregular. En 2008, el Mi nisterio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) abrió la posibilidad de coexistencia entre las certi ficadoras de tercera parte y el SPG. Pero, en 2021, un cambio de gobierno suspendió la habilitación del SPG; y, en 2022, se modificó la normativa, im poniendo requisitos que no se ajustaban a su lógica participativa. A pesar de ello, el SPG-RAU continuó activo, emitiendo avales no oficiales y manteniendo la confianza de sus consumidores/as.
Hoy, el sistema enfrenta nuevos desafíos. El prime ro es consolidar su reconocimiento institucional en un contexto donde el Plan Nacional de Agroecología (PNA), aprobado por ley en 2018, aún carece de recur sos y voluntad política para su implementación. Otro reto es fortalecer su presencia territorial, ampliando el número de predios con sello SGP y diversificando los canales de comercialización, especialmente en regio nes del centro y norte del país.
Asimismo, el cambio de gobierno en 2025 abrió una oportunidad para renovar la incidencia políti ca, promoviendo políticas públicas que reconozcan el papel de los SPG, financien la agricultura familiar y consoliden un marco normativo adecuado para la agroecología.
En este esfuerzo la RAU trabaja junto a otras orga nizaciones, como la Red de Semillas Nativas y Crio llas, la Red de Grupos de Mujeres Rurales y la Red de Huertas Comunitarias, para impulsar alianzas amplias en defensa de la soberanía alimentaria. Iniciativas recientes, como la celebración en setiembre del Día Nacional de la Agroecología a partir del año 2024, reflejan la vitalidad de este movimiento.
Conclusión: una herramienta para la soberanía alimentaria
A dos décadas de su creación, el SPG-RAU se ha con solidado como mucho más que un sistema de garan tía: es una herramienta de empoderamiento colectivo que demuestra que otra forma de producir, validar y comercializar alimentos saludables es posible. Su legitimidad se basa en la confianza construida entre agricultores/as, consumidores/as y técnicos/as, y en su aporte a la identidad de la Red de Agroecología del Uruguay.
A lo largo de su trayectoria, la RAU ha fortalecido la organización de los/as productores/as, impulsado redes de aprendizaje, visibilizado la agroecología y ga nado capacidad de incidencia a nivel del diseño de las políticas públicas. En un contexto de crisis climática y expansión del agronegocio, los SPG son una herra mienta para un modelo alternativo de producción y alimentación que sea más justo, humano y sostenible a través de la agroecología. Los próximos años serán decisivos para consolidar este camino y avanzar hacia una soberanía alimentaria real en Uruguay.
Natalia Bajsa
Integrante del Grupo Asesor SPG-RAU.
Alberto Gómez Perazzoli
Integrante del Grupo Asesor SPG-RAU.
Referencias
- Willer, H., Trávníček, J., & Schlatter, B. (2025). The World of Organic Agriculture. Statistics and Emerging Trends 2025. http:// www.organic-world.net/yearbook/yearbook-2025.html
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