diciembre 2021, Volumen 37, Número 2
Agroecología y feminismo: transformando economía y sociedad

De la alimentación local a los sistemas alimentarios justos

COLIN ANDERSON, JESSICA MILGROOM, MICHEL PIMBERT | Página 30
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Familia campesina. Robert Guloba

El virus de la covid-19 ha sacado a mucha gente de la ilusión de que los alimentos globalizados y corporativos son seguros. Sin embargo, muchos no saben qué hacer al respecto. Algunos se han dedicado a hacer huertos de traspatio y a “comprar productos locales”, prácticas que son importantes para la soberanía alimentaria local. No obstante, en Europa y América del Norte, muchas de estas respuestas permanecen en el marco de un paradigma neoliberal basado en el mercado. Necesitamos desesperadamente enfocar nuestra acción en acabar con el poder corporativo en los sistemas alimentarios y apoyar cambios sistémicos a largo plazo.

Las iniciativas alimentarias locales son cruciales para construir sistemas alimentarios más justos y sostenibles. Apoyan las economías y la gobernanza de base local, ponen a los consumidores en contacto con los productores y su entorno natural, construyen comunidad, enseñan a la gente de dónde provienen sus alimentos, y evitan la producción agroindustrial de alimentos y los monopolios de los supermercados. Los huertos domésticos pueden también proporcionar alimentos saludables y asequibles, así como oportunidades de aprender y de conectar a las personas con la naturaleza y los alimentos. Sin embargo, las iniciativas alimentarias locales y los huertos irían mucho más lejos en el impulso del cambio social si también se enfrentaran a las desigualdades estructurales y a la exclusión social.

En primer lugar, las iniciativas individuales de cultivo de huertos tendrían más impacto si fueran acompañadas de esfuerzos colectivos para asegurar el acceso a la tierra, organizar talleres o construir sistemas novedosos de intercambio local, por ejemplo, para quienes no tienen tiempo de trabajar en el huerto o dinero para comprar productos locales saludables.

En segundo lugar, si bien las comunidades locales fuertes son importantes para desarrollar sistemas alimentarios territoriales, este giro hacia el interior de la propia comunidad corre el riesgo de fomentar la exclusión y la división. Es necesario trabajar intencionadamente en la creación de redes, en la solidaridad y en la alianza con personas de otras comunidades o con orígenes diferentes.

En tercer lugar, es frecuente que iniciativas alimentarias locales puedan estar despolitizadas, centrándose exclusivamente en los aspectos técnicos de los sistemas alimentarios locales. A pesar de ello, los ciudadanos pueden movilizarse simultáneamente para influir en la gobernanza de los sistemas alimentarios, trabajando con los gobiernos (locales), enfrentándose a la desigualdad estructural en las iniciativas alimentarias (por ejemplo, el antirracismo), o participando en la política contenciosa para confrontar otras políticas y prácticas que bloquean los sistemas alimentarios corporativos.

En cuarto lugar, estas iniciativas, localizadas en el norte global, raramente se enfrentan a la relación colonial que existe entre las corporaciones, los “comedores”, los grupos de élite y los gobiernos en el norte global con productores de alimentos y comunidades del sur global. La única manera de derribar este modelo es a través de un aprendizaje colectivo de amplia base y una acción transnacional que revele y deconstruya las relaciones coloniales que están en juego en los sistemas alimentarios.

Trabajando a contracorriente, los movimientos sociales están ampliando las dimensiones políticas de las iniciativas alimentarias locales. Promueven modelos económicos basados en la economía feminista y del decrecimiento que van mucho más allá del afán de lucro de la lógica económica capitalista. Tenemos que seguir cambiando nuestros esfuerzos de lo individual a lo colectivo, de lo exclusivo a lo inclusivo y de lo técnico a lo político para terminar con el poder corporativo y con las otras opresiones que se entrecruzan.

Colin Anderson
Jessica Milgroom
Michel Pimbert
Centro de Agroecología, Agua y Resiliencia, Universidad de Coventry, Reino Unido.
Miembros de AgroecologyNow. Jessica también es cofundadora de Cultivate!
colin.anderson@coventry.ac.uk

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