Frente al deterioro progresivo de la soberanía alimentaria y la pérdida gradual de las semillas criollas que han sido históricamente conservadas y mejoradas por los guardianes de semillas, y frente a la amenaza que implica la pérdida de la biodiversidad a nivel mundial es necesario avanzar en la formulación de estrategias y mecanismos de resistencia a este proceso. Las prácticas agroecológicas permiten que las semillas criollas y nativas no solo se conserven sino, además, que se recuperen para avanzar en el camino hacia la autonomía alimentaria de los pueblos.
El presente proceso de sistematización busca conocer el trabajo de los guardianes de semillas criollas y locales a través de las ferias de intercambio en Zapala. Desde 2010 hasta la actualidad, la feria se realiza una vez al año, en septiembre. Participan más de 120 feriantes de la zona centro de la provincia con las semillas que conservan y las prácticas agroecológicas que desarrollan en sus cultivos.
Los pasos que se siguieron
Primero la información sobre intercambio de semillas por feriante se registró a través de una planilla.
En segundo lugar se llevó a cabo un taller de diagnóstico participativo. Participaron feriantes, guardianes de semillas e integrantes del grupo de semillas de Zapala.
El taller tuvo dos etapas: en la primera se trabajó en forma individual; cada uno de los 18 participantes contestó una encuesta semiestructurada sencilla y con dibujos. El fin de la encuesta era obtener información sobre las especies cultivadas y las prácticas agroecológicas de cultivo y conservación de semillas. Se trabajó con las semillas que ellos valoraron. Los resultados fueron analizados mediante estadística descriptiva.
Mediante la pregunta disparadora “¿Qué importancia tienen las ferias de intercambio de semillas?”, se buscó recoger una valoración individual de la feria por cada participante, que luego se compartió entre todos.
En tercer lugar, los resultados se dividieron en tres secciones: a) biodiversidad, b) prácticas agroecológicas y c) valoración del espacio social de la feria.
Resultados
Valoración de la biodiversidad
Las especies hortícolas más valoradas por los guardianes de semillas totalizaron 17 con 40 variedades (figuras 1 y 2). El promedio fue de tres variedades de semillas por guardián, con un rango que varió de uno a ocho entre los que declararon una menor y mayor valorización, respectivamente.
En cuanto al origen de las semillas valoradas, se registró que el 47% correspondió a semillas de intercambio en ferias y heredadas de su familia. Si a estos orígenes se suman las semillas que se obtuvieron en el lugar y aquellas que fueron regaladas, la cuenta totaliza un 64% de semillas provenientes de fuentes locales o basadas en redes sociales familiares o de la comunidad. Las semillas de origen conocido, tanto comercial como de programas nacionales y provinciales, correspondieron a una menor participación relativa. Sin embargo, una proporción de la autoproducción de semillas es de origen comercial: fueron compradas en algún momento y vienen siendo multiplicadas, en algunos casos con más de cinco años de antigüedad. Futuros trabajos debieran identificar mejor dichos orígenes para establecer con precisión la participación relativa de cada una.
Valoración de las prácticas agroecológicas
De las encuestas realizadas se obtuvo que valoraron un total de 20 prácticas agroecológicas diferentes que incluyeron actividades con objetivos similares, relacionadas con el cultivo y los métodos de selección y conservación de semillas (figura 3).
En cuanto a la labranza mínima para la conservación de suelo, el 30% utiliza algún arado con tiro por caballo y arado y rastra de disco mecánico. Estas prácticas estuvieron asociadas a guardianes con menor disponibilidad de superficie de tierra (entre 0,5 y 1 ha), ubicados en zonas de valle del Río Covunco en Mariano Moreno y en el valle del Río del Agrio, en el paraje de Quili Malal.
Otra práctica valorada por los guardianes fue la fecha de siembra, teniendo en cuenta las fases lunares; en particular la fase menguante para el cultivo de ajo y chauchas (Phaseolus vulgaris). Un 22% valoró la fecha de siembra ante las heladas para los cultivos de la temporada primavera-verano. La estrategia es esperar para la siembra a que finalice el periodo de heladas tardías, de modo que no se pierdan los cultivos y, por ende, las semillas.
En cuanto a las prácticas culturales, 45% de las personas cultiva leguminosas y tomates y tutora sus plantas –en algunos casos no tutora debido al tipo de cultivo–. El desmalezamiento fue mencionado como importante para las primeras etapas de germinación de la siembra y en la preparación del suelo (33%). El 27% de los guardianes valoraron el manejo integrado de plagas mediante la preparación de algún purín natural o el uso de cenizas de quema de madera como material preventivo. Finalmente, 5% declaró brindar alguna protección física a los cultivos, ya sea ante las bajas temperaturas o para evitar ataques de pájaros.
La totalidad de los guardianes de semillas declaró cosechar sus propias semillas seleccionando plantas para la cosecha, como también por características de los frutos, especialmente en el caso de las leguminosas (habas, arvejas, porotos) y en el maíz por mazorca. La limpieza de semillas también se realiza de manera generalizada (94%) y todos declararon utilizar algún método de conservación con el objetivo de asegurarse semillas locales para la próxima siembra.
Valoración de la red social de la Feria de Intercambio
A partir de la pregunta “¿Qué importancia tiene la Feria de Intercambio para ustedes”, la sociabilidad fue la virtud más valorada, seguida por la obtención de semillas adaptadas (“climatizadas” en términos de los guardianes). A su vez, la biodiversidad, el aprender de las personas mayores y la posibilidad de acceder a nuevos conocimientos fueron también virtudes relevantes. Entre las principales virtudes resaltaron las relacionadas con el papel de las redes sociales locales como fuente de contención, educación y ayuda en lo productivo.
Discusión
Presentamos aquí algunos resultados obtenidos en el proceso de sistematización de la experiencia, relacionados con algunos factores relevantes.
Edad
La mayoría de los guardianes de semillas supera los 40 años de edad, lo que puede indicar que no es una labor muy acogida por los jóvenes. Entre las posibles razones podría mencionarse la migración de jóvenes a estudiar a la ciudad relacionada con la falta de oferta laboral en las zonas rurales. Para muchos jóvenes la migración es una estrategia de sobrevivencia en la adversidad, una de las pocas alternativas existentes en contextos plagados de restricciones, como en el caso del acceso a la tierra por los jóvenes. Uno de los principales desafíos de las estrategias de desarrollo rural en la actualidad es el relevo generacional ya que no hay seguridad de que los jóvenes sucedan a sus padres en esta tarea. Comprender mejor esta situación requiere de mayores estudios a futuro.
Género
La mayoría de guardianes de semillas son mujeres, aunque en todos los casos esta función la han heredado de sus padres y abuelos. Se corrobora que las mujeres rurales desempeñan un papel importante en la preservación de la biodiversidad a través de la conservación de las semillas, en la recuperación de prácticas agroecológicas y en garantizar la soberanía y seguridad alimentaria desde la producción de alimentos saludables.
Cultivos
Los más valorados son el maíz variedad blanco de Quili Malal, poroto “sin hila”, cilantro y ajo. En un segundo orden están las habas, las arvejas y los zapallos. Se reporta la recuperación de una variedad de maíz “amarillo”. Entendemos que se visibilizó la variedad de maíz blanco de Quili Malal –de ciclo corto, conveniente para la zona– por ser de origen local, con más de 80 años de ser cultivado en la zona. La caracterización de este cultivo se encuentra finalizada y la comunidad cuenta con esa información.
Semillas
La mayor parte de las semillas se guarda para la próxima siembra, especialmente las de maíz, zapallo, habas y arvejas. Debido al poco volumen de semillas que tienen algunas familias, se ven obligadas a consumirlas, poniendo en riesgo la próxima cosecha y la soberanía alimentaria. Otros productores tienen distintas estrategias, como es sembrar en diferentes fechas para asegurarse el consumo y la próxima siembra.
La conservación de variedades locales a través de los guardianes de semillas está extendida en el territorio de la zona centro de la provincia de Neuquén. Esto se ve reflejado en la feria de intercambio a través de los registros de feriantes. Si bien hay en el territorio una gran biodiversidad de semillas criollas, también existen otras especies y variedades multiplicadas del programa Pro Huerta. Durante el taller participativo “Encuentro de guardianes de semillas”, una especie relevante fue el cilantro, que valoran culturalmente las familias por su uso culinario en el denominado pebre (plato que se prepara con cilantro fresco, cebollita verde cortada y ají; se agrega aceite, vinagre y sal, y se acompaña con pan calentito o torta frita).
En este trabajo se apreció que existe un equilibrio o balance entre las semillas locales y las del programa Prohuerta. La amenaza hubiese sido que solo encontráramos multiplicadas las semillas del programa. En el análisis del taller percibimos que un alto porcentaje de las semillas son autoproducidas, en promedio desde hace más de 20 años y, en algunos casos, más de 30.. Pero no se conoce el origen de otras semillas que también tienen cierta antigüedad de multiplicación (más de 15 años). Finalmente, las semillas del intercambio son más recientes y su multiplicación coincide con el inicio de las ferias de intercambio de semillas.
La red social
Se corroboró la existencia de una red social que otorga contención y apoyo, cuya continuidad fue ponderada en torno a la feria de intercambio. Las redes de semillas las constituyen colectivos o grupos de guardianes organizados que se han unido con el objetivo común de promover la conservación de la biodiversidad y la soberanía alimentaria por medio del cuidado, cultivo, selección y distribución de las semillas nativas y criollas de su territorio y de los saberes locales que de ellas se tienen.
La feria de intercambio de semillas es una herramienta que potencia la recuperación de los sistemas locales de semillas y la conservación de variedades que promueven la soberanía alimentaria. Esta actividad ha evolucionado en forma silenciosa a través de circuitos informales, familiares y comunitarios. El empoderamiento de la red social de semillas ha instalado en Zapala un lugar de intercambio de semillas que se vive como una fiesta de la semilla criolla y de la soberanía alimentaria, donde también se comparten los saberes locales. Si no existiera esta red correría riesgo todo este empoderamiento de los guardianes y feriantes de semillas.
La Casa de Semillas surge del proceso de construcción colectiva con organizaciones de productores, guardianes y huerteros de producción agroecológica, preocupados por encontrar alternativas ante la pérdida de semillas nativas y criollas, la necesidad de producir semillas agroecológicas adaptadas a las condiciones locales y como oposición a la introducción de semillas híbridas y transgénicas comerciales. Cumple, al mismo tiempo, la función de ser un espacio de multiplicación de semillas y de enseñanza y aprendizaje entre los guardianes. También es una estrategia de recuperación y conservación de semillas nativas y criollas in situ que aporta a la construcción de la soberanía alimentaria. En Zapala se conformó con semillas que se fueron intercambiando en ferias, otras donadas y valoradas para la alimentación, que han sido cuidadas y conservadas por sus guardianes.
Aprendizajes
Con este estudio se pretende aportar a la construcción de la soberanía alimentaria de la región centro de la provincia de Neuquén, a partir de la conservación de la agrobiodiversidad para la alimentación y de las prácticas agroecológicas de los cultivos, así como también de la red social integrada por los guardianes de semillas.
Además, este espacio podría poner a disposición del colectivo su cúmulo de semillas y sus conocimientos asociados por medio del relato de su experiencia, la transmisión de conocimientos y el intercambio con integrantes de grupos locales en otras provincias patagónicas como Río Negro y Chubut.
También se ve necesario que a través de la conformación de la red se logre impulsar un registro de las semillas y de su intercambio en la feria, así como disponer de un inventario de semillas criollas a nivel regional.
A partir de la información obtenida de la experiencia se constata la libertad de elección y acceso que tienen los guardianes y feriantes a una amplia variedad de semillas, además de los conocimientos ancestrales y las prácticas agroecológicas. Estos resultados aportan evidencias importantes sobre el rol que cumplen las ferias de intercambio de semillas en Zapala y sus alrededores para el mantenimiento de la biodiversidad a través de los guardianes de semillas, un trabajo de vital importancia para la agricultura familiar. Esta situación está sustentada en una base social de construcción de soberanía alimentaria de la zona centro de la provincia de Neuquén, donde existe un amplio reconocimiento de la función de la red mediante la cual se pretende incidir en las políticas públicas para el sector.
Detalle de la ofrenda para la apertura de la 9a. Feria de intercambio de semillas y aves, septiembre de 2018. Autora
Alejandra Gallardo
Ingeniera agrónoma, especialista en agroecología. Técnica extensionista de la Agencia de Extensión INTA Zapala, Neuquén, Argentina.
gallardo.alejandra@inta.gob.ar