octubre 2017, Volumen 33, Número 3
Agricultura familiar y tecnología

La experiencia de AGUAPAN en la comunidad de Quilcas

RAÚL CCANTO, GAIA LUZIATELLI, KATHERIN MEZA, STEF DE HAAN - GRUPO YANAPAI | Página 33
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Cuando Marcelo regresó a la comunidad de Quilcas, ubicada a 3 270 m s.n.m. al noreste de la ciudad de Huancayo, Junín, en la sierra central del Perú, después de haber trabajado en varias localidades de la región Lima –primero en una fábrica, luego en dos plantas hidroeléctricas en Obrajillo (Canta) y Yauyos, y finalmente en una mina en Huarochirí– decidió volver a su comunidad y establecerse, aunque todavía eran tiempos difíciles en el campo peruano debido a las acciones del movimiento subversivo «Sendero Luminoso».

Marcelo Tiza, presidente de AGU APAN. Sara A. Fajardo (cortesia del CIP)
Marcelo Tiza, presidente de AGU APAN. Sara A. Fajardo (cortesia del CIP)

En 1989 Marcelo se reintegró a la vida de la comunidad y fue elegido secretario, desde entonces ha ocupado muchos puestos de liderazgo, incluido el de presidente de la comunidad. Está casado con Felicia Rivera Contreras y tienen seis hijos. Según él, la vida en el campo es lo mejor que un hombre puede tener, pero sus hijos no están interesados, al menos por ahora, en seguir trabajando la tierra. Marcelo ha sido el vicepresidente de AGUAPAN desde julio de 2014, cuando se fundó la asociación de agricultores. Durante la última reunión anual en Huánuco, el 16 de junio de 2016, fue elegido presidente de AGUAPAN. La visión de Marcelo es que a través de AGUAPAN los guardianes de la biodiversidad de la papa pueden obtener mayor visibilidad y asistencia del Gobierno Nacional y de la Dirección Regional del Ministerio de Agricultura, y espera que se apliquen políticas en beneficio de la conservación de la agro-biodiversidad. Su esperanza es encontrar una forma de agregar valor a las papas cultivadas en mezclas o «chalo», al mismo tiempo que mantienen las tradiciones culturales de las casi 50 comunidades representadas por los miembros de AGUAPAN.

La papa se siembra en las tierras comunales, que el grupo de agricultores recibe de los ancianos de la comunidad para trabajarlas colectivamente. Los miembros del grupo cultivan las papas de forma tradicional, utilizando solo fertilizantes orgánicos, adoptando el barbecho sectorial de los campos para preservar la fertilidad del suelo y prevenir las plagas. En la temporada de cosecha las papas son transportadas utilizando llamas a las casas y almacenes de semillas. Cada hogar maneja entre 10 y 20 variedades nativas, cultivadas en una mezcla conocida como «chalo». Se dice que esta práctica favorece la resiliencia del cultivo frente a adversidades climáticas (granizo, heladas), así como ante plagas y enfermedades. También proporciona condiciones para la formación espontánea de nuevas razas locales a través de la polinización abierta. Los miembros de la asociación venden sus papas en bolsas de variedades locales bajo la marca de «Miski Papa», que significa papa «dulce» o «bella».

El grupo local de agricultores comenzó en 2014 con 45 miembros, aunque en este momento son 23. La razón de la disminución en el número de miembros ha sido la vejez de algunos y la consiguiente falta de fuerzas, los accidentes o incluso el fallecimiento, o la falta de apoyo de los hijos, que dejan la comunidad para encontrar trabajo en las minas. Utilizando el fondo AGUAPAN Marcelo compró un incentivo para cada uno de los agricultores: una taclla o lámina de acero utilizada como base para el arado de pie tradicional o chakitaklla. Esta herramienta es utilizada tradicionalmente por los campesinos andinos para labrar el suelo donde otras formas de labranza no son posibles, debido a la pendiente pronunciada o a la falta de acceso a bueyes o tractores. El arado de pie permite una agricultura de labranza mínima para los cultivos de papa.

AGUAPAN, como grupo, ha podido acceder a los mercados de Lima, especialmente a «Mistura», la mayor feria gastronómica anual en América Latina, y al mercado de productos ecológicos que funciona en el distrito La Molina de Lima, donde son apoyados por voluntarios del Centro Internacional de la Papa (CIP). Por otro lado, la desventaja de una distribución de los fondos de AGUAPAN entre un grupo de agricultores de un pequeño pueblo es que la suma que recibe cada miembro es bastante modesta. Sin embargo, todos están convencidos de que haber formado el grupo de agricultores los beneficia más allá del incentivo econó- mico directo.

AGUAPAN recibe fondos de la Empresa Holandesa HZPC para apoyar a la asociación y las50 familias que lo integra, en función a la clausula 9 del tratado internacional de Recursos genéticos que promueve el Acceso a los recursos genéticos y el Compartir Beneficios. AGUAPANA espera estar en el CONGRESO MUNDIAL DE LA PAPA en Cusco en mayo 2018 para ojala lograr que otras empresas se sumen a este apoyo que recibe la preservación de la agrobiodiversidad de la papa.

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