Uno de los retos es que los indicadores o criterios de los agricultores para juzgar la eficacia de las prácticas agrícolas difieren de los de los políticos y los científicos convencionales. El paradigma agrícola dominante ve la maximización del rendimiento individual de cada cultivo como un indicador clave de la agricultura eficaz. Pero los agricultores campesinos pueden utilizar otros criterios, de acuerdo con la multifuncionalidad de su sistema agrícola. Los agricultores innovadores continuamente evalúan la eficacia de sus prácticas agrícolas porque quieren saber el valor agregado de las nuevas prácticas en comparación con lo que estaban haciendo antes o con lo que otros hacen. Ellos observan cuidadosamente sus cultivos y sus animales para evaluar la resiliencia de su sistema y “leen” esta capacidad de sus chacras mediante la observación de los cambios en la biodiversidad, el valor nutricional de sus productos, sus ingresos económicos (en especies o en dinero) y la diversificación de los riesgos, así como el estado de la salud familiar, los requerimientos en calidad y cantidad de trabajo y, en general, la calidad de vida de la familia agricultora.
Debido a esta discrepancia en los indicadores puede ser difícil convencer a políticos, científicos y a otros agricultores de la eficacia de las prácticas agroecológicas. La edición de septiembre de leisa trata de tender un puente entre estas diferencias y contribuir así a una nueva perspectiva sobre los indicadores multifuncionales de la agroecología que contribuyen a la sociedad.
¿Qué otros indicadores utilizan los agricultores campesinos para evaluar la eficacia de la agroecología en la chacra, el paisaje y la comunidad? ¿Cuáles son los otros indicadores que están surgiendo y permiten evaluar los beneficios multifuncionales de la agroecología para la sociedad en general? ¿Cómo podemos mostrar las contribuciones de la agroecología a los Objetivos del Desarrollo Sostenible? ¿Cuáles son los retos a la hora de demostrar el impacto de la agroecología y cómo se pueden superar? ¿Cómo podemos demostrar de manera convincente el papel fundamental que la agroecología puede desempeñar para responder a las crisis de nuestro tiempo? ¿Qué podemos aprender de las prácticas existentes?
Invitamos a nuestros lectores a compartir sus experiencias. Esperamos los artículos para leisa 32-3 (septiembre 2016) hasta el 30 de junio. Enviarlos a: Teresa Gianella, leisa-al@etcandes.com.pe