Redes de cooperación para sistemas agroalimentarios locales y sostenibles
MARIA ALICE F. C. MENDONÇA, MONIQUE MEDEIROS, FLÁVIA CHARÃO MARQUES, JAN DOUWE VAN DER PLOEG | Página 5-7 DESCARGAR REVISTA COMPLETA¿Cómo conseguir la sostenibilidad en la producción de alimentos sin socavar el rendimiento económico de los agricultores? Los escenarios políticos reconocen el papel central de la agricultura familiar en la producción de alimentos y, en consecuencia, el de los sistemas agroalimentarios locales, aunque esta no es la principal línea de acción del gobierno, la cual sigue estando muy comprometida con el sistema de la agricultura moderna.
La familia de Eliane y Nelson, y las de los hermanos Tésio y Terêncio viven en la comunidad Arroio do Padre, en la costa sur de Brasil. La agroecología, promovida por las políticas públicas federales, ha cambiado sus vidas. En los últimos tres años sus sonrisas vienen de la yuca, el plátano, el camote, las flores y de la palma nativa Euterpe edulis de la Mata Atlántica cuyo fruto, la juçara, se utiliza para preparar jugos y como producto natural para el cuidado de la salud, y es muy apreciado por su calidad nutritiva, medicinal y gastronómica.
Eliane y Nelson son dueños de una parcela pequeña ubicada en ladera y con suelo pedregoso, pero que se encuentra en una hermosa región rodeada por la Mata Atlántica. Durante un largo período estos agricultores usaron prácticas convencionales para el cultivo de frijol. Ahora han diversificado sus cultivos, por lo que el uso de pesticidas se ha vuelto innecesario. Venden sus productos en las ferias locales o en mercados en la calle. Sus vecinos, los hermanos Tésio y Terêncio, tienen un área común en la que están aprendiendo a cultivar de manera agroecológica flores, juçara, y otras frutas y verduras. Antes de decidirse por la producción agroecológica, Terêncio se quejaba de las dificultades de la transición agroecológica en la región: “Al final, el intermediario que comprará nuestros productos mezclará todo, con o sin pesticidas, y también será él quien decida el precio que nos pagará”. Ahora todos estos agricultores son parte de las 15 familias que iniciaron la transición agroecológica con el apoyo de los programas de extensión rural pública y de ONG locales. Las nuevas políticas públicas enfocadas en la ampliación y localización de los sistemas agroalimentarios buscan vincular los cambios en el nivel de los agroecosistemas con los mercados locales y las estrategias de desarrollo rural. En ese sentido, los agricultores familiares tienen mayor confianza en el proceso de transición. Todas estas condiciones están mejorando su nivel de ingresos, su autonomía y su calidad de vida.
Desde la década de 1980 los movimientos sociales y agroecológicos brasileños han presentado demandas claras de diversos actores sociales: agricultores, consumidores, investigadores, políticos, activistas ambientales y diferentes representantes de la sociedad civil, y lo han hecho para que se realicen cambios en el régimen de la agricultura modernizada. Estas demandas han enfatizado el logro de la sostenibilidad y la necesidad de sistemas agroalimentarios localizados, pero de forma conjunta con la seguridad alimentaria y el incremento de los ingresos familiares. Así, en los últimos años se elaboró y se puso en marcha un conjunto de políticas públicas que han sido el resultado de una intensa negociación entre los movimientos sociales rurales y las instancias gubernamentales.
La agricultura familiar brasileña ocupa el 24,3% de la superficie agrícola total (80,25 millones de hectáreas), pero es responsable del 77% del empleo total en el sector agrícola y produce la mayor parte de los alimentos consumidos en el país: 87% de la yuca, 70% de los granos, 46% del maíz, 38% del café, 34% del arroz, 58% de la leche, 59% de los cerdos, 50% de las aves de corral, 30% del ganado vacuno y el 21% del trigo (ONU Brasil, 2013). El fortalecimiento de la agricultura familiar en Brasil ha ido en aumento desde el reconocimiento de la organización familiar productiva como una importante piedra angular para el desarrollo rural. Por lo tanto, la construcción de sistemas agroalimentarios sostenibles pasa por una ampliación de las experiencias agroecológicas de los agricultores familiares.
Reconocemos un escenario de transición que ha sido apoyado por dos importantes políticas públicas: el Programa de Adquisición de Alimentos (PAA) y el Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE). El primero, lanzado en 2003, reduce la burocracia en la compra de alimentos por parte del gobierno, a fin de facilitar la participación de las organizaciones de agricultores familiares en las ofertas. Los productos alimenticios adquiridos por el PAA se dirigen a la población atendida por los programas locales de asistencia social y requieren de una compleja coordinación entre los actores involucrados que se inicia con el proceso de licitación, cuando las organizaciones adaptan su futura producción a la demanda de productos alimenticios. Por lo tanto, esto comprende los logros que van desde la planificación de la producción hasta la entrega sistemática de los productos a los beneficiarios. El segundo programa, PNAE, se refiere a la compra directa de productos de los agricultores familiares para atender la demanda alimentaria de merienda de las escuelas públicas. De esta forma se da prioridad a las compras provenientes de los asentamientos de la reforma agraria, de las comunidades indígenas y de comunidades de quilombos tradicionales (Fundo Nacional de Desenvolvimento da Educação, FNDE, 2011). Los quilombos son comunidades integradas por afrodescendientes cuyos ancestros fueron esclavos. Hoy en día, sus derechos son reconocidos por el Estado, y entre estos, el derecho a la tenencia de la tierra.
Las familias de Eliane y Nelson, de Tésio, y de Terêncio, participan en un grupo de agricultores familiares que se formó en 2006, la Cooperativa de Agricultores Familiares de Itati, Terra de Areia y Três Forquilhas (COOMAFITT). El principal objetivo de la cooperativa es tener acceso a las políticas mencionadas y facilitar la comercialización de productos para lograr precios más justos. La experiencia de COOMAFITT está mejorando las posibilidades de los agricultores para tomar decisiones. Antes de su creación los agricultores necesitaban un intermediario que llevase sus productos a los mercados; por ejemplo, durante la cosecha de invierno vendían el plátano a precios muy bajos. Ahora las familias de la cooperativa reciben el mismo valor por kilo de plátano durante todo el año, independientemente de la temporada de cosecha. Y la base de este logro es que sus ventas están garantizadas principalmente mediante la contratación pública. De esta manera, este escenario político parece funcionar como una ventana de oportunidades para estas familias. Actualmente los agricultores socios de la cooperativa, tienen más poder, pueden controlar mejor los precios de sus productos y decidir por sí mismos sobre la producción.
Antes de la creación de COOMAFITT, los precios de los productos eran más bajos porque estaban relacionados con la cantidad, no con la calidad. Para estos agricultores familiares la elección entre adoptar o abandonar los métodos ecológicos está estrechamente vinculada a la posibilidad de vender sus productos y de que su trabajo sea reconocido. El mejoramiento de la agricultura familiar basada en la agroecología depende de la construcción política de sistemas agroalimentarios plurales y diversificados que deben estar vinculados directamente con su forma de vida (Ploeg, 2013). A través del apoyo a las políticas, la COOMAFITT fortalece la producción diversificada, la agricultura libre de pesticidas y las estrategias de mercado apropiadas. Como resultados se observan un mayor nivel de ingresos para los agricultores familiares y los sistemas alimentarios locales sostenibles.
Desde 2008, 130 familias de agricultores venden, mediante COOMAFITT, principalmente plátano, el cual comercializan a través del PAA y, desde 2010, a través del PNAE. Tener mejores precios para los plátanos, su principal producto, permite la diversificación de la producción con otros cultivos como frutas, yuca y verduras. Parte de estos productos los consume la familia y otra parte se vende en las ferias. En este sentido, el plan para la ampliación de las ferias ecológicas en Rio Grande do Sul, constituye un importante apoyo para absorber esta producción. En el nivel local se ha creado en Capão da Canoa, municipio en la región de la Costa Norte, una feria llamada Prove Capão (Pruebe Capão), basada en la producción de los agricultores familiares. Este mercadillo tiene hoy más de 60 vendedores ambulantes, entre agricultores y artesanos. Eliane y Nelson son una de las familias que participan en este mercadillo; dice Eliane: “Ahora puedo diversificar mi producción, puedo tener ensalada para mis hijos y las prácticas agroecológicas tienen más sentido para mí. Antes solo podía cultivar frijoles y venderlos al intermediario a un precio muy bajo. Mi marido y yo usábamos algún pesticida debido a que era necesario producir una mayor cantidad, si no, no compraban nuestros granos. Era difícil cultivar cualquier otra cosa. Ahora puedo producir alimentos para mi familia y lo que no comemos lo vendemos en la feria, incluso si es poca cantidad”.
Además de la COOMAFITT otros actores importantes en la región están trabajando en una red de cooperación (Miory otros, 2013), con el fin de lograr la transición agroecológica y la construcción de mercados locales. Ellos son: el Grupo de Evaluación Participativa de la Conformidad Orgánica de la Costa Norte (Organismo Participativo de Avaliação da Conformidade Orgânica do Litoral Norte – OPAC Litoral Norte), los agentes de extensión rural de la Agencia de Extensión Rural del Estado (EMATER/ASCAR – RS), la Asociación de Mujeres Campesinas para el Desarrollo Comunitario de Três Forquilhas (Associação de Mulheres Agricultoras para o Desenvolvimento Comunitário de Três Forquilhas – AMADECOM) y la Asociación Maquiné Nascente (Associação Nascente Maquiné – ANAMA), una ONG local. Entre ellos intercambian experiencias y producen conocimientos sobre técnicas de producción basadas en la ecología. Para ellos los procesos de aprendizaje colectivo son un aspecto de cambio importante. También conducen un proceso de certificación participativa para que su producción sea reconocida como orgánica por las instituciones gubernamentales. Al final, estos grupos compuestos por agricultores, técnicos y algunos consumidores, trabajan juntos para construir diferentes dinámicas para el desarrollo rural, transformando la realidad de muchas familias agricultoras que ahora están más integradas a los sistemas agroalimentarios locales y son menos vulnerables económica y socialmente.
En realidad el PAA y el PNAE juntos están permitiendo un cambio significativo en la calidad de los alimentos en la escuela y de los alimentos de las familias rurales que se encuentran en situación socioeconómica vulnerable. En Brasil hay 185 mil familias de agricultores que obtienen beneficios del PAA, y alrededor del 59% de los recursos federales para la alimentación escolar se ha utilizado para las compras a los productores locales (PNUD, 2013). Las políticas y programas públicos apoyan y reconocen las prácticas de estas redes de cooperativas que se movilizan a través de la acción social y de sus procesos de aprendizaje para superar la pobreza rural y la falta de sostenibilidad por razones agrícolas. Esto requiere acciones no solo para los aspectos económicos, sino también para aspectos sociales y técnicos. Las experiencias de Eliane y Nelson, Tésio, Terêncio y de sus compañeros son ejemplos reveladores de cómo estas redes de cooperativas están mejorando las vidas de los agricultores familiares, pues asocian la transición agroecológica con la creación de mercados locales y con las estrategias de adquisición gubernamentales. Estas acciones se llevan a cabo a través de una construcción social entre los actores locales y el gobierno, quienes están elaborando las estrategias de desarrollo rural sostenible que vinculan: la mejora de los niveles de ingresos, la soberanía alimentaria y la distribución local de alimentos, la salud y los servicios ecológicos.
Maria Alice F. C. MendonçaEstudiante del Programa de Postgrado en Desarrollo Rural de la Universidad Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS)
maria.alice.fcm@gmail.com
Monique Medeiros
Estudiante del Programa de Postgrado en Agroecosistemas de la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC)
mmedeiros@ymail.com
Flávia Charão Marques
Profesora del Programa de Postgrado en Desarrollo Rural, de la Universidad Federal de Río Grande do Sul (ADRP / UFRGS)
flavia.marques@ufrgs.br
Jan Douwe Van der Ploeg
Profesor de Sociología Rural de la Universidad de Wageningen, Países Bajos, y Universidad Agrícola de China
JanDouwe.Vanderploeg@wur.nl
Referencias
- Mior, L. C.; Ferrari, D. L.; Marcondes, T.; Mondardo, M. Redes e agroindústrias: as inovações organizacionais dos agricultores familiares e os novos mercados em Santa Catarina. En: Congresso da Sociedade Brasileira de Economia, Administração e Sociologia Rural, 51, Belém, PA, 2013. Anais electrónicos. Belém: SOBER, 2013. Disponible en línea: http://icongresso.itarget.com.br/useradm/anais/?clt=ser.3 (consultado el 14 de enero de 2014).
- ONU Brasil. No Brasil, agricultura familiar representa 77% dos empregos no setor agrícola. Disponible en línea: http://www.onu.org.br/no-brasil-agriculturafamiliar-representa-77-dos-empregos-no-setor-agricola (consultado el 30 de junio de 2014).
- Ploeg, Jan Douwe Van Der. Diez cualidades de la agricultura familiar. LEISA 29-4. Diciembre, 2013.
- PNUD, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Demanda estructurada y pequeños agricultores en Brasil: el caso de PAA y PNAE. 2013.
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