La buena noticia es que en años recientes muchas iniciativas promisorias para preservar y manejar la biodiversidad de la agricultura se han iniciado en todo el mundo. Al actuar como guardianes de la biodiversidad, las familias agricultoras campesinas o de pequeña escala cumplen un rol central en esto. Pero también otras personas, ya sea en forma individual o institucional, cumplen este rol. Actualmente, los productores, las instituciones públicas o privadas y los consumidores se conectan entre sí a través de estrategias innovadoras de comercialización y muchos de ellos localmente o a nivel regional. También los agricultores y los investigadores desarrollan iniciativas conjuntas de investigación y las organizaciones de agricultores dialogan con los responsables políticos para impulsar políticas que fomenten la biodiversidad.
LEISA 30-1, el primer número de 2014, tratará de estas iniciativas que están surgiendo y del conocimiento que se obtiene a partir de los esfuerzos para ampliar estas experiencias. En especial nos proponemos explorar los factores que ayudan a romper las barreras que impiden la expansión y la integración de estas ideas y prácticas. Los temas que trataremos son la revitalización de los sistemas locales de semillas y de razas ganaderas autóctonas en gran escala; los mecanismos de comercialización y las políticas que apoyan la agrobiodiversidad; las innovaciones de los agricultores y el papel de las redes de conocimiento e información. 2014 será el Año Internacional de la Agricultura Familiar por lo que esta edición también explorará la estrecha interconexión entre la biodiversidad agrícola y la agricultura familiar.