Yo vengo cultivando arroz desde 1998, en mis propios terrenos ubicados en el fundo Santo Tomás, en el valle del río Chancay-Lambayeque, aproximadamente a 600 km al norte de Lima, cerca del ecuador geográfico. Es una zona árida semidesértica, característica de la costa del Perú. Aquí el arroz es uno de los principales cultivos, gracias al agua que dispone del más grande de los reservorios del país. El rendimiento promedio de arroz en Lambayeque es de alrededor de ocho toneladas por hectárea.
En 2004 encontré una revista de temas agrarios que incluía una entrevista a Ángel Fernández, un ingeniero agrónomo peruano especialista en el cultivo de arroz. En la entrevista el Ing. Fernández habló del Sistema de Cultivo Intensivo de Arroz (SICA), y de sus muchas ventajas, citando ejemplos de diferentes partes del mundo. Intrigado por el SICA, pregunté a cada uno de los especialistas en cultivo de arroz que encontraba, pero todos sostenían que era imposible el trasplante de plántulas menores de 30 días de edad, y menos aún si se reducía el volumen de agua, pues lo recomendable en esa fecha era de 15.000 a 20.000 m3 / ha. Encontré al Ing. Fernández en 2008 y le pedí que nos visitase y conversara con nosotros, así que preparé una reunión a la cual asistieron 75 agricultores vecinos de mis tierras. Esta charla, junto con la información que él trajo de Cuba, me convenció de emplear el SICA en mis tierras en la temporada 2007-2008.
Mis vecinos de inmediato me tildaron de “loco” por tratar de cambiar lo que aparentemente es un sistema eficiente. Pero los resultados han sido sorprendentes, lo que muestra que el sistema convencional de cultivo arroz no es tan eficiente como se cree. Yo necesité solo 6.500 m3 /ha de agua, con lo que ahorré el 35% de la cantidad que normalmente usaba. En lugar de los 80 kg de semilla que regularmente necesitaba, solo usé 6 kg. Sin embargo, fue necesario contar con más ayuda, especialmente para el traslado de las plántulas y para el deshierbe. Pero estos costos extras han sido largamente cubiertos con los ingresos adicionales que hemos obtenido. No solamente he gastado menos dinero en agua y semillas, sino que he visto rendimientos mucho mayores. Desde 2009 mis terrenos rinden un promedio equivalente a 15 t/ha.
¿Quién es “loco”?
Yo estaba convencido que estos resultados podían ser más que suficientes para convencer a todos mis vecinos, pero no ha sido así. Uno de los factores que están detrás de esto puede ser que la mayoría de ellos son viejos y, por eso, con menor deseo de probar nuevas ideas o tienen menos ganas de ir al campo con frecuencia y ver lo que allí está pasando. Sin embargo, parece ser más importante que casi 90% de los agricultores arroceros de Lambayeque, depende de otros “eslabones” de la cadena de producción para sus decisiones: los que venden insumos, los que otorgan crédito, o los compradores de sus productos. A todos nosotros nos cuesta reconocer que, aun antes de que sembremos las semillas, todos estos “eslabones” se adueñan del procesos de producción y, por lo tanto, se resisten a los cambios en el campo. Igualmente triste es la falta de interés de las autoridades, porque en su mayor parte casi nunca visitan los campos de cultivo. Todavía nos dicen que debemos dejar de producir arroz, pues este solo se debe cultivar en la región amazónica del país, donde hay mayor disponibilidad de agua. Sin embargo, yo sigo haciendo dinero y me he propuesto seguir haciéndolo así. El año pasado comenzamos a añadir compost a nuestros campos y ahora estoy ahorrando más dinero porque no compro fertilizantes. Mi idea es iniciar pronto la venta de arroz orgánico. También estamos ensayando algunos deshierbadores manuales que permitan que esta tarea sea menos engorrosa.
Unirse
Afortunadamente, ya no estoy solo. Junto con algunos de mis vecinos, hemos puesto en marcha una pequeña empresa que esperamos nos ayude a continuar innovando. El objetivo es proporcionar los insumos necesarios, como son las semillas, y producir plántulas de arroz. Estamos empezando con un pequeño vivero donde buscamos producir plántulas de arroz en cantidad suficiente para 20 hectáreas. Nos gustaría obtener apoyo financiero de uno de los diferentes programas gubernamentales dirigidos a los agricultores a pequeña escala, pero no estamos esperando a que esto comience a caminar. Estamos convencidos de que esta no es para nada una idea loca, y tenemos la seguridad de que más agricultores se nos unirán.
Para mayor información, por favor escriba a Divar Moya Zavaleta.
correo-e: dd.moya@hotmail.com