junio 2012, Volumen 28, Número 2
del campo del agricultor a Rio+20

Lecciones aprendidas de Nhambita

MARC SCHUT, ANNEMARIE VAN PAASSEN, CEES LEEUWIS, SANDRA BOS, WILSON LEONARDO, ANNA LERNER | Página 38
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En muchos países en desarrollo, la producción y el uso de biocombustibles por los pequeños agricultores son percibidos como prometedora oportunidad, ligada a una economía ecológica para cumplir con las demandas de energía rural, que podría funcionar como catalizador para el desarrollo socioeconómico.

 

Un estudio exploratorio en la comunidad de Nhambita, Mozambique, una de las primeras comunidades donde se sembró jatrofa (Jatropha curcas Linnaeus, también se conoce como “piñón de tempate”) a pedido del gobierno de Mozambique, analizó el potencial para la producción de biocombustibles de tres tipos de familias de agricultores.

El objetivo del estudio fue contribuir a generar un pensamiento más estratégico al momento de diseñar e implementar políticas sobre biocombustibles, planes de negocios o proyectos de desarrollo que tratan sobre la producción responsable y sostenible de biocombustibles por comunidades de pequeños agricultores en Mozambique, pero también en otros países.

El estudio encontró que los agricultores con gran y mediana cantidad de recursos necesitan usar alrededor del 20% del total de sus tierras para lograr la autosuficiencia alimentaria para la familia. Los agricultores con escasos recursos necesitan usar el 80% de sus tierras para producir suficientes alimentos para el consumo familiar.

Además, las familias con muchos recursos son más resilientes en lo que se refiere a reservas de alimentos y tienen mucha menos dificultad para alimentar a sus familias durante todo el año en comparación con las familias con pocos recursos.

También, las familias con gran y mediana cantidad de recursos tienen más mano de obra en sus granjas, ya que con frecuencia contratan a los miembros de las familias con pocos recursos para que trabajen en las actividades agrícolas. En estas condiciones, invertir en la producción de jatrofa sería especialmente difícil para las familias con escasos recursos que ya enfrentan limitaciones en cuanto a tierras y mano de obra.

Para las familias con muchos recursos que cultivan jatrofa, no fueron las limitaciones relacionadas a las tierras y la mano de obra lo que las llevó a decidirse a dejar de ocuparse activamente de sus parcelas, sino la priorización al asignar las tierras y mano de obra a cultivos y actividades diferentes luego de comparar los ingresos y beneficios relativos.

Mientras no existan mercados organizados o cadenas de valor para la jatrofa, es poco probable que incluso los agricultores con muchos recursos asignen parte de ellos a un cultivo que tiene un solo propósito y que no es alimenticio, como la jatrofa, de la cual conocen poco y que solo rinde de manera rentable luego de tres o cuatro años. La manera en que la producción de jatrofa fue promovida por el gobierno de Mozambique tuvo resultados decepcionantes que afectaron negativamente la confianza de los agricultores en ese cultivo destinado a ser biocombustible.

Las estrategias de producción de cultivos para biocombustibles en el caso de pequeños agricultores deben estar dirigidas al contexto específico en el que se da la agricultura, tomando en cuenta la complejidad de las diferentes estrategias agrícolas y las sinergias a nivel de la comunidad. Es más, un ambiente que permita la experimentación, el apoyo institucional en cuanto a desarrollo de capacidades, compartir información y experiencias y el desarrollo de mercados, son esenciales.

Sin embargo, el estudio también reveló oportunidades: el aceite de jatrofa sirve para fabricar jabón y para el alumbrado, dos de los principales gastos de las familias de Nhambita, y la torta y cáscara de jatrofa pueden ser utilizadas como fertilizante orgánico.

Herramientas de evaluación previa pueden contribuir a un pensamiento más estratégico sobre el potencial y el impacto de las políticas e intervenciones agrícolas antes de que sean promovidas entre los pequeños agricultores, previniendo que la producción de biocombustibles y otras iniciativas ecológicas se conviertan en una amenaza en vez de una oportunidad para los pequeños agricultores.

Marc Schut, Annemarie van Paassen, Cees Leeuwis, Sandra Bos, Wilson Leonardo, Anna Lerner

Marc Schut. Investigador, departamento de Estudios de Comunicación e Innovación de la Universidad y Centro de Investigaciones de Wageningen, Holanda. Correo-e: marc. schut@wur.nl
Annemarie van Paassen y Cees Leeuwis. Departamento de Estudios de Comunicación e Innovación de la Universidad y Centro de Investigaciones de Wageningen, Holanda
Sandra Bos. Fundación FACT, Wageningen Wilson Leonardo. Grupo de Sistemas de Producción de Plantas de la Universidad y Centro de Investigaciones de Wageningen
Anna Lerner. Especialista en Energía y Cambio Climático para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Washington, D.C., Estados Unidos

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