La cantidad de evidencia que se está acumulando para respaldar la afirmación de que los sistemas agroecológicos son productivos y resilientes es mayor que nunca antes. A pesar de ello, la ceguera ante la agricultura familiar –la incapacidad para ver a los agricultores familiares en su realidad– continúa prevaleciendo.
El futuro de muchas comunidades agricultoras alrededor del mundo está bajo una amenaza sin precedentes. ¿Cómo cruzar el río? Se espera que los debates en Río se centren sobre cómo podemos promover la transición hacia sistemas más sostenibles, más que preguntar si deberíamos promover esos sistemas. No hay tiempo que perder. Pero hay que cuidarnos de caer en la trampa de las soluciones tecnológicas fáciles porque nos hacen creer que son la única opción para alimentar al mundo en el 2050.
Ya en 1992, el Boletín de ILEIA (publicado desde 1984) presentaba artículos sobre los mismos temas que discutimos en la actualidad. La soberanía alimentaria era un asunto central. La Vía Campesina no había acuñado el término todavía, pero las ideas ya estaban ahí, en las mentes de los agricultores y los autores de los artículos de nuestra revista. El manejo integral de recursos, la mayor sinergia entre pastores y agricultores y el fortalecimiento de los sistemas locales de semillas eran apreciados como estrategias esenciales para enfrentar la desertificación. Así que, ¿qué es nuevo en el debate sobre el cambio climático? El tema de la energía (¿qué energía utilizamos: fósil, humana o biológica?) también aparecía de lleno en la agenda y apreciábamos los conocimientos expertos de las mujeres agricultoras.
Abundan las experiencias exitosas, aunque con frecuencia se han mantenido localizadas. Expandir la escala ha sido un desafío mayor y sigue siéndolo hoy. Una razón importante es que las políticas agrícolas continúan alentando una agricultura que depende de tecnologías e insumos externos. Pero existen ejemplos de enfoques de agricultura sostenible que realmente han logrado expandirse; pensemos en el Sistema de Intensificación del Arroz (SIA), desarrollado inicialmente en Madagascar en la década de 1980.
Publicamos un artículo sobre este tema en nuestra revista en 1999 y recibimos muchas reacciones positivas de lectores que lo probaron. El SIA se practica en la actualidad por millones de agricultores en 36 países. Existen afirmaciones consistentes de que contribuye a duplicar el rendimiento y a reducir a la mitad el uso de agua. A pesar de ello, muchos científicos del arroz siguen cuestionando este método. ¿Por qué?
Están ocurriendo cambios profundos que escapan a nuestra mirada. Debemos abrir los ojos y ser perceptivos, observar los innumerables cambios que son parte de un proceso de cambio mayor e incontenible.
Dedicamos esta edición especial que publicamos con ocasión de Río+20 a los agricultores alrededor del mundo que han optado por una agricultura ecológicamente sana, a aquellos que se han embarcado en el cambio y a aquellos que quieren hacerlo. Este número es una producción colectiva de la Red AgriCulturas: nuestros editores de Brasil, Perú, Senegal, India y Holanda han intentado presentar las historias más inspiradoras de varios continentes. ¡Espero que disfruten leyéndolas en Río y en casa!
Si todavía no son suscriptores, esperamos darles la bienvenida pronto. Visiten la página web internacional de la Red Agriculturas: www.agriculturesnetwork.org, desde donde se puede acceder a la edición global en inglés, así como a cada una de las revistas regionales.
Edith van WalsumDirectora de ILEIA