mayo 2012, Volumen 28, Número 1
Insectos y Agricultores ¿amigos o enemigos?

Control biológico de plagas. Una alternativa a los insecticidas

SOLEDAD ROSARIO SARAYASI TEJADA | Página 16-17
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El Control Biológico de Plagas es parte del Manejo Integrado de Plagas y se refiere al uso de medios biológicos para el control de plagas. Actualmente en el Perú se utilizan en el control de plagas insectos, hongos entomopatógenos, bacterias, nemátodos y ácaros, que actúan sobre las plagas parasitándolas, depredándolas o causando enfermedades a los insectos plaga.

Los controladores biológicos existen de forma natural en el medio ambiente, asociados a las plagas que afectan diversos cultivos, pero sus poblaciones son mucho menos numerosas que las de las plagas −lo que les resta eficiencia− pues son los más afectados cuando se aplican insecticidas. Para suplir esta descompensación, en los últimos años se han desarrollado técnicas de crianza masiva de insectos y hongos en laboratorios. Actualmente existen en el Perú alrededor de 120 laboratorios dedicados a la producción de biocontroladores de distintas especies, los cuales son liberados en los cultivos utilizando métodos de fácil manipulación para los agricultores.

Principales plagas y tipos de controladores utilizados en el cultivo del olivo

En la región Arequipa existen dos zonas principales de producción de olivos: las provincias de Islay y Caravelí; entre ambas cuentan con alrededor de 3.400 hectáreas de este cultivo. En ambas zonas la presencia de plagas es muy similar; de las 20 plagas que atacan a los olivos, aquí prevalecen cuatro: margaronia (Margaronia unionalis), mosca blanca (Siphoninus phillyreae), Orthezia olivicola y Cyclophora serrulata.

La margaronia y el geométrido (Geometridae) son plagas estacionales. La margaronia ataca los brotes de olivo y las hojas jóvenes entre octubre y marzo, y el geométrido, cuya larva se alimenta de las flores, se observa entre septiembre y noviembre, etapa de floración. Ambas plagas son mariposas pequeñas y se pueden controlar liberando avispitas Trichogramma e insectos crisopas (Chrysopidae). En una hectárea de cultivo de olivo se liberan alrededor de 250,000 avispitas, las cuales buscarán los huevos de margaronia para parasitarlos: las avispitas colocarán sus propios huevos dentro del huevo de margaronia, cuya larva ya no nacerá y, siete días después, nacerá una nueva avispita. En el caso de los crisopas, se liberan 16,000 de este insecto por hectárea de olivo, de los que nacerán larvas muy voraces que saldrán en busca de su presa: los huevos, larvas, pupas e incluso adultos de la plaga.

En el control de estas dos plagas también se utiliza una bacteria, disponible comercialmente como polvo de Bacillus thurigiensis. Se aplican 200 gramos de bacteria por cilindro (200 litros de agua) y de cuatro a cinco cilindros por hectárea. La bacteria actúa sobre los primeros estadios larvarios de las plagas, por lo que se recomienda hacer cuidadosas evaluaciones para determinar si las larvas de la plaga se encuentran en primeros estadios (cuando son más voraces y al comer las hojas de olivo impregnadas con el Bacillus se enferman y mueren) o en estadios posteriores, cuando ya no comen mucho y el Bacillus es menos efectivo.

La mosca blanca y la Orthezia olivicola son plagas que tienen como característica alimentarse a través de la succión de la savia de las hojas del olivo y, como consecuencia de la alimentación, excretan una mielecilla que se fusiona con el polvo de las hojas y con un hongo llamado fumagina (Capnodium olaeophilum) que se encuentra en el ambiente. El complejo de la mielecilla, el polvo y el hongo fumagina provoca la formación de una especie de cáscara sobre las hojas que impide la fotosíntesis del olivo, el cual se torna de color negruzco disminuyendo la producción y, en algunos casos, por la severidad del ataque, se puede llegar a la muerte del olivar.

Para el control de la mosca blanca existen dos tipos de controladores biológicos. Uno de ellos es el coleóptero Clistotetus arcuatus, comúnmente llamado “chinita”, que come los huevos, ninfas y, en menor cantidad, al adulto de la mosca. Se liberan 400 individuos por hectárea (tiene una alta capacidad de reproducción) y la técnica se complementa con la liberación de 20,000 huevos de crisopa por hectárea.

Para el control de la Orthezia olivicola se recomienda aplicar hongos entomopatógenos a razón de cuatro kilogramos por cilindro y cinco cilindros por hectárea. También se  recomienda complementar la técnica con la liberación de 20,000 huevos de crisopa.

Para el control de estas cuatro plagas se recomienda también realizar otras labores que forman parte del manejo integrado de plagas:

 

  • Fertilizar el olivar evitando el uso excesivo de abonos nitrogenados. Es recomendable aplicar materia orgánica como fuente principal porque al tener una planta bien alimentada se permitirá que resista mejor el ataque de la plaga.
  • Realizar podas de luminosidad y limpieza de malezas para evitar que las plagas encuentren refugio y proliferen.
  • Ejercer un control mecánico haciendo lavados a presión con agua y detergentes biológicos (jabones potásicos que pueden prepararse utilizando aceite de oliva lampante, soda cáustica, potasio y agua) para eliminar la plaga, el polvo y la fumagina ocasionados por la mosca blanca y la Orthezia olivicola.
  • Utilizar trampas de melaza (al nivel del suelo) y de luz (elevadas) para la captura de adultos de margaronia y geométrido.
  • Usar “chalinas” (trampas hechas con papel corrugado), colocándolas alrededor del tronco del olivo para capturar pupas de margaronia y geométrido.
  • Utilizar trampas amarillas: paneles de plástico amarillo impregnados con aceites vegetales, útiles para capturar adultos de mosca blanca (al chocar en vuelo con la trampa, sus alas quedarán pegadas).

El control de plagas con las técnicas descritas es muy eficiente cuando se realiza oportunamente y en las dosis señaladas, por lo que los agricultores debemos evaluar los cultivos y realizar estas labores antes de que las poblaciones de las plagas sean altas. Detectar los focos infecciosos y controlarlos rápidamente evitará costos económicos excesivos así como altos costos ambientales provocados al recurrir a aplicaciones de agroquímicos. Es necesario crear una conciencia en el agricultor de que trabajar a tiempo es trabajar de manera sostenible.

Soledad Rosario Sarayasi Tejada

Bióloga, directora del Centro de Investigacion y Produccion de Biocontroladores y Desarrollo (CIPROBIDA)
Correo-e: ciprobida@hotmail.com

 

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