SMALL
CERRAR MODO LECTURA
COMPARTIR

Entrevista a Roberto Ugás, coordinador general del proyecto

¿Qué significa Agroeco?

Agroeco es el nombre corto del proyecto de investigación “Intensificación Ecológica y Socioeconómica de la Pequeña Agricultura Andina”, que hemos iniciado a comienzos de este año y que va a tener tres años y medio de duración.


Roberto Ugás

Estamos bastante contentos porque presentamos el proyecto a una convocatoria internacional para la investigación en seguridad alimentaria del Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (IDRC), a la que se presentaron más de 200 proyectos de diferentes países y fueron seleccionados 10 ó 12, entre ellos Agroeco.

¿En qué consiste el proyecto Agroeco?

El proyecto está estructurado en cinco componentes. El primer componente, que es el mayor, está enfocado en la gestión de la agrobiodiversidad, tomando dos principales grupos de cultivos, las papas nativas y la horticultura. Tanto en Cajamarca como en Cusco, hemos identificado asociaciones de productores o comunidades campesinas que trabajan con papas nativas y tienen distintos grados de integración al mercado. En horticultura trabajamos el fomento de la producción hortícola a través de mejores semillas o algún tipo de construcciones rurales simples como, por ejemplo, los invernaderos rústicos, para promover una mayor producción y un mayor consumo de hortalizas nativas. Nos interesa enfatizar las hortalizas locales, que sean fáciles de producir, que la gente ya sepa comer, y sobre todo que pueda producir su propia semilla. Y por otro lado, nos interesa, principalmente en Cajamarca pero también en Cusco, trabajar el rubro de frutas pequeñas: el aguaymanto, el sauco, y el pushgay en el caso de Cajamarca. Para Agroeco es importante mejorar la producción, pero en el contexto de la producción familiar y comunal. Ese es el primer componente.

El segundo componente es la gestión de los sistemas de conocimiento. Nos interesa analizar y evaluar cómo hacen los agricultores familiares, y las asociaciones y comunidades campesinas para gestionar los conocimientos locales y los conocimientos modernos que reciben, y cómo las relaciones entre los distintos actores se pueden potenciar para mejorar aspectos productivos, de incidencia política, de conexión con el mercado.

Eso nos lleva al tercer componente que es fundamental para nosotros: el acceso al mercado. Para Agroeco, la comercialización por pequeños productores debe ser fundamentalmente asociativa, a través de la forma de organización social que tengan, por economías de escala y para las negociaciones de precios y las condiciones de comercialización. Pero estas organizaciones campesinas deben ser fortalecidas en comercialización, gestión, seguimiento y evaluación de sus propias acciones, y en mejoras técnicas para organizar la oferta. La organización de la oferta es fundamental en la gestión de las organizaciones campesinas con miras al mercado.

El cuarto componente enfoca el entrenamiento, la extensión y la capacitación. Esperamos implementar un diplomado, un certificado para líderes campesinos en temas de agroecología, agrobiodiversidad, gestión de organizaciones, e incidencia política. Entonces, tanto en Cusco como en Cajamarca estamos seleccionando, junto con las asociaciones y organizaciones de productores, a los líderes campesinos que puedan ser los estudiantes de este diplomado para tener al final del proyecto un buen grupo de por lo menos unos 50 líderes campesinos diplomados por la Universidad Nacional Agraria La Molina, y esperamos que este sea un producto que después podamos aprovechar en distintas actividades en el país, no solo en Cajamarca y en Cusco, por supuesto.

Finalmente, el quinto componente trata de aspectos legales y de incidencia política. Nos interesa mucho trabajar con municipalidades distritales y provinciales, gobiernos regionales, eventualmente el gobierno nacional, brindando información que derive en instrumentos de política para que los propios gobiernos locales puedan volverse garantes y promotores de los mercados que queremos fomentar. Sin una participación activa de los gobiernos locales nos parece imposible que estos mercados se vuelvan sostenibles. Y un aspecto fundamental relacionado con el mercado pero también con la incidencia política son los Sistemas Participativos de Garantía (SGP). Así, de la mano con el seguimiento y evaluación en las organizaciones campesinas, se irá manejando el SGP, con involucramiento del gobierno local. Y, de ser posible, incluso con un financiamiento del gobierno local para el funcionamiento del SGP, mucho más cercano a la realidad del pequeño productor latinoamericano y que ya es aceptado legalmente en varios países de la región.

¿Se busca reducir la pobreza con el proyecto Agroeco?

La disminución de la pobreza y la inclusión social son aspectos fundamentales de este proyecto. Y, esperamos que el proyecto pueda contribuir con información y evidencias que apunten a que los distintos aspectos de esta intensificación productiva mejoren los servicios ecosistémicos –los servicios que presta la agricultura campesina a la conservación de la biodiversidad y a la gestión del territorio–, y los haga ser conocidos por el gran público. Esperamos que las evidencias nos lleven a mostrar a los que toman las decisiones a nivel nacional o regional, que esto es posible. El acceso cada vez mayor y en mejores condiciones de las organizaciones campesinas a mercados locales, regionales, nacionales, y eventualmente internacionales, es una de las principales maneras que vemos de lograr mejoras en la inclusión social y en la reducción de los niveles de pobreza. Creemos que un mayor y mejor acceso a los mercados puede ser una vía muy importante de fortalecer las condiciones de seguridad alimentaria de las familias campesinas.

¿Cómo espera el proyecto Agroeco aumentar la seguridad alimentaria?

En primer lugar, lograr una mayor producción familiar de alimentos más diversificada que contribuya a mejorar la nutrición. Por otro lado, un mayor acceso a alimentos a través de las compras de productos. Las familias campesinas del Perú necesitan adquirir productos que la chacra no produce o que no produce en cantidades suficientes. Entonces, a través de un aumento en los ingresos de las familias esperamos registrar también mayor gasto en compras de alimentos nutricionalmente favorables. Y en tercer lugar, junto con el Instituto de Investigación Nutricional, la Sociedad Peruana de Gastronomía y otros actores en el Perú, trataremos el consumo de los alimentos, analizando aspectos de la gastronomía campesina. ¿Qué comen las familias campesinas? ¿Cómo preparan sus alimentos? ¿Y cómo podemos mejorar las formas de preparación y de conservación de los alimentos para que sean nutricionalmente más favorables y que se puedan conservar por un mayor tiempo?

Entonces, cuando hablamos de seguridad alimentaria en el proyecto creemos que es una manera de asegurar, mediante la intensificación que hemos mencionado, que cada vez más las familias campesinas y sobre todo las mujeres y los niños, tengan mejores condiciones sociales. Eso va de la mano con la capacitación, con la incidencia política, pero también con el desarrollo del ejercicio de la ciudadanía por los campesinos. Y uno de los aspectos de ciudadanía que queremos desarrollar más es que los campesinos entiendan su papel como consumidores, y por eso estamos también trabajando acciones de capacitación con la Asociación Peruana de Consumidores y con otras organizaciones.

Ediciones Anteriores

LEISA es una revista trimestral que busca difundir experiencias de agricultores familiares campesinos.
Por ello puedes revisar las ediciones anteriores.

Suscribete para recibir la versión digital y todas las comunicaciones que enviamos periodicamente con noticias y eventos

SUSCRIBIRSE AHORA