abril 2011, Volumen 27, Número 1
Una nueva generación de agricultores: la juventud campesina

Grupos de ayuda mutua juvenil en la región fresera del subtrópico mexicano: una estrategia para la subsistencia de las familias campesinas

JOSÉ ISABEL JUAN PÉREZ, JESÚS GASTÓN GUTIÉRREZ CEDILLO, ROBERTO FRANCO PLATA, JOSÉ FRANCISCO MONROY GAYTÁN, MIGUEL ÁNGEL BARDERAS PLATA, XANAT ANTONIO NÉMIGA | Página 11-13
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Al sur de México central se ubica una región subtropical, cuyas condiciones geográficas, ambientales, ecológicas, fisiográficas, climáticas, demográficas y socioculturales son propicias para la producción de diversos cultivos agrícolas con fines comerciales y para la subsistencia de las familias campesinas.

La región tiene una superficie aproximada de 3.000 hectáreas donde se cultiva fresa, flores, tomate, chile, pepino, calabaza, maíz, frijol, cebolla, camote y guayaba. Estos productos abastecen al mercado nacional, y otra parte es utilizada para la subsistencia de los casi 5.000 pobladores de las comunidades de esta región fresera.


Cuadro 1. Tipos de habitantes en la región fresera del subtrópico mexicano

Las comunidades rurales de la región fresera se encuentran organizadas, política y administrativamente, a través de lo que se conoce como Unión de Ejidatarios de la Región. En esta organización social, política y administrativa, la participación de grupos de jóvenes es importante, toda vez que los campesinos confían en que la población juvenil debe participar activamente en los asuntos políticos y sociales. Representan la fuerza laboral potencial para emprender acciones y generar efectos de carácter multiplicador en la población adolescente e infantil.

En la región fresera del subtrópico mexicano la población menor de 35 años no posee parcela propia para establecer cultivos agrícolas y en ocasiones, tampoco tiene vivienda propia. En esta región solamente hubo un reparto agrario de parcelas (1938). Ante esta situación, la población juvenil ha integrado grupos de cinco y hasta 15 varones, que en ocasiones incluyen mujeres, para realizar diversas actividades agrícolas, sociales, ceremoniales y políticas, estrategia que ha favorecido con fuerza de trabajo a las comunidades de la región.

Con base en el reparto agrario del año 1938, y debido a las condiciones de tenencia de la tierra, a la posesión de vivienda y tiempo de residencia, en las comunidades de la región hay cuatro tipos de pobladores. La población juvenil se ubica en las categorías de posesionario o avecindado, aún siendo hijos de ejidatarios.

Organización de la ayuda mutua juvenil en la región fresera
La organización de las macoas o grupos de ayuda mutua juvenil se sustenta en los varones y mujeres jóvenes del núcleo familiar; en caso de ser necesario, se integran al grupo otros hombres de la parentela, compadres, amigos y vecinos de las comunidades, todos para trabajar con un fin común. El responsable ‘coordinador’, ‘organizador’ o ‘jefe’ del grupo de ayuda mutua juvenil o macoa es el campesino que requiere con urgencia y de manera inmediata el apoyo de fuerza de trabajo.


Riego en surcos del cultivo de fresa en el Subtrópico Mexicano
Foto: Autores

Para que el grupo de ayuda mutua juvenil o macoa funcione de manera efectiva y evitar problemas, se realiza una contabilidad sobre el número de individuos que trabajan por día, y el número de días trabajados; al final de las actividades realizadas en la parcela se determina el total de ‘individuos que trabajaron’, por lo que el campesino que ha sido beneficiado con esta mano de obra tiene la responsabilidad, obligación y compromiso de devolver el mismo número de hombres y días para trabajar con cada uno de los campesinos que le ayudaron en la agricultura. En esta forma de organización social para el trabajo, la mano de obra no recibe salario con dinero, debe hacerse con mano de obra equivalente al número de días trabajados, horas trabajadas o tareas asignadas.

En virtud de que los jóvenes no poseen parcela para cultivar sus propios productos, aplican otra estrategia que consiste en formar equipos de dos o más individuos para trabajar conjuntamente en la modalidad de medieros o socios, que consiste en el arrendamiento de una parcela durante un año y el establecimiento de cultivos comerciales y para la subsistencia familiar. Cada miembro aporta de manera equitativa recursos económicos, materiales y fuerza de trabajo, y al momento de cosechar los productos, estos también son repartidos de manera equitativa.

Los grupos de ayuda mutua juvenil son dinámicos, pues en algunos casos, al finalizar los periodos de cosecha dentro de la región, migran a otras regiones para vender su fuerza de trabajo y semanas después retornan para continuar con las actividades agrícolas (la migración provee de dinero para la agricultura y al mismo tiempo soluciona parcialmente algún problema provocado por los riesgos ambientales, ecológicos y económicos).
La macoa coadyuva a la conservación de las manifestaciones socioculturales, evita la violencia entre las familias y comunidades, fortalece la armonía y fraternidad campesina, mantiene la continuidad de los procesos económicos y coadyuva a la subsistencia familiar en el contexto del sistema capitalista global, lo que constituye un ejercicio de producción agrícola sostenible.

Un sistema con múltiples beneficios para la comunidad y la región y que brinda evidencias de formas de organización para el trabajo campesino, puede estar en riesgo de desaparecer, por lo que debe ser reproducido y generar efectos de carácter multiplicador mediante su reconocimiento por parte del gobierno local y su registro en las dependencias relacionadas con la producción agrícola y el desarrollo social.

José I. Juan Pérez y otros
Correo-e: jijp1958@hotmail.com

Referencias
– Daltabuit, M. 1988. Ecología Humana en una comunidad de Morelos. UNAM. Instituto de Investigaciones Antropológicas. México. Riego en surcos del cultivo de fresa en el Subtrópico Mexicano Foto: Autores
– Kropotklin, P. (1902). Mutual Aid: A factor of evolution. Inglaterra.
– Morán, E. 1993. La ecología humana de los pueblos de la amazonia. Fondo de Cultura Económica. México.
– Palerm, Á. 1980. Antropología y marxismo. CIESAS: México.
– Shanin, T. 1983. La clase incómoda. Sociología política del campesinado en una sociedad en desarrollo (Rusia 1910-1925). Alianza Editorial. España.

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