Durante el verano, cuando el trabajo agrícola remunerado es difícil de encontrar, las mujeres y niños de Muddana Guddi, una aldea en el distrito de Raichur, Karnataka, recolectan semillas de nim (Azadirachta indica) y las venden a un mediador que va hasta su pueblo. En una semana una mujer puede recolectar alrededor de 100 kg de semillas y ganar entre 300 y 400 INR (alrededor de 6 a 8 USD al cambio actual). Es bien conocido que muchas toneladas de semillas de nim son exportadas de Karnataka a las grandes industrias en el norte de la India. Son procesadas para producir aceite de nim, el cual se vende a un precio alto. Mientras que los recolectores de semillas obtienen una cantidad mínima de dinero, los intermediarios ganan miles de rupias. Luego de extraer el aceite, la torta sobrante también se vende, aunque no tiene las cualidades necesarias para ser utilizada como fertilizante o como plaguicida biológico.
Identificando iniciativas locales prometedoras
Los agricultores utilizan la torta de nim como cualquier otro compost. Aunque se le llama torta, es en realidad un polvo (ver recuadro), así que puede incorporarse al suelo en cualquier momento, inclusive al arar. Cuando un cultivo sufre de deficiencia de nutrientes, el agricultor añade torta de nim a la tierra. Al observar esto, sabiendo que los agricultores locales estaban perdiendo ante los mediadores y las grandes empresas, Neju George, un trabajador social, pensó que si la torta de nim pudiese producirse y venderse localmente, las mujeres pobres podrían ganar algún dinero. Para lograr esto, se unió a algunos amigos con ideas similares para crear una organización llamada Jagruta Mahila Sanghatane (JMS), que significa “organización de mujeres con conciencia”. Bajo la protección de la JMS se formaron muchos grupos de autoayuda conformados por mujeres. Cada uno de ellos trabajó una idea específica para generar ingresos, tales como crear joyas de terracota o medicinas a base de hierbas. La JMS opera como una federación, proporcionando capacitación, publicidad, talleres e instalaciones de mercado para las mujeres. “Primero intentamos unir a las mujeres para que pudiesen organizar grupos de autoayuda. Luego buscamos actividades generadoras de ingresos. Nuestra principal intención fue utilizar los recursos naturales disponibles localmente de la mejor manera. Al final encontramos el nim”, recuerda Neju George.
De esta manera se formó el grupo de autoayuda Jhansi Rani Mahila Sangha, conformado por catorce mujeres de Muddana Guddi. Ellas decidieron producir torta de nim, pero nadie sabía cómo. Neju se contactó con el Instituto Indio de Ciencias en Bangalore para preguntarle si tendría disponible una pequeña máquina para prensar las semillas de nim. La respuesta fue: “Sí. Pero la máquina cuesta 500.000 rupias”. ¿Cómo podrían las mujeres, que ganan solamente entre 10 a 20 rupias al día, costear el equivalente de casi 10.000 USD? Entonces tuvieron la idea de moler las semillas de nim con la ayuda de un tractor. Este proceso se inició hace siete años y sigue funcionando.
Comercializando la torta de nim localmente
Las catorce miembros del grupo de autoayuda participan en la recolección de nim. Siete equipos de dos miembros cada uno van a las aldeas cercanas. Se elige el recinto de un templo o un colegio como centro de reunión. Las mujeres y niños de cada aldea van a los puntos de reunión a vender sus semillas, aunque esto no fue siempre sencillo: “Cuando fuimos a recoger las semillas algunos intermediarios se enojaron. Algunos nos atacaron. Ofrecieron a los aldeanos media rupia más por kilo de semillas. Pero los aldeanos son nuestros amigos y parientes; no cayeron en la trampa. Tomando en cuenta esta situación, aumentamos el precio de venta de las semillas. Los mediadores desaparecieron totalmente”, recuerda Chinnamma, una de las mujeres pertenecientes al grupo. Luego de reunir todas las semillas, las llevan a Pothnal, una aldea donde otro grupo ha proporcionado un espacio para su almacenamiento.
Utilizando la torta de nim
Luego de su recolección, las semillas de nim son esparcidas en suelo seco. Después de que las semillas se han secado, se saca cualquier mugre u otros residuos. Se conduce un tractor sobre las semillas limpias hasta que hayan sido molidas. Las mujeres toman este material y lo ciernen. Para ello utilizan un aparato fabricado localmente, que tiene una malla de metal. Alrededor del 75% del material cernido será lo suficientemente fino como para ser utilizado. Las semillas y el producto sobrante serán prensados otra vez hasta que todo sea lo suficientemente fino. El polvo que es el producto de este prensado y cernido se llama torta de nim. Debido a que las mujeres no extraen el aceite de las semillas, el contenido de aceite permanecerá en la torta. Esto es importante en términos de calidad, ya que los ingredientes activos se encuentran en el aceite. Si para cultivar se utilizan productos que contienen aceite de nim, estos pueden funcionar como insecticidas o repelentes de plagas, a la vez que proporcionan nutrientes. Cuando las semillas son prensadas en el proceso industrial, el aceite es extraído antes, pero lo que queda aun se vende como torta de nim. Los agricultores dicen que esto no sirve y que el producto industrial no es de buena calidad.
Durante este periodo había mucha publicidad sobre la agricultura orgánica, y el entonces Ministro de Agricultura, H. K. Patil se reunió con algunos agricultores y se dio cuenta de la importancia de estas ideas. Esto llevó a que el gobierno de Karnataka implementara una política de agricultura orgánica para alentar a los agricultores a adoptar formas de agricultura sostenible, lo que constituyó una oportunidad para comercializar fertilizantes orgánicos y plaguicidas biológicos. Sahaja Samrudha, el principal grupo de agricultores orgánicos de Karnataka, estaba buscando enormes cantidades de plaguicidas biológicos y vermicompost. Neju George se contactó con ellos y les garantizó que podría proporcionarles la cantidad necesaria, cualquiera que fuera, de torta de nim. Así que la torta fue llevada a Bangalore y distribuida a los agricultores. “Me fue muy útil. Mi cultivo no fue atacado ni por plagas ni por enfermedades”, declaró Shivanapur Ramesh, un agricultor de Devanahalli, Bangalore, que cultiva moras y uvas. A partir de este momento ya no fue necesario preocuparse más sobre el mercado. La torta se está exportando a otros lugares tales como Hubli, Belgaum, Goa y Maharashtra. El negocio va creciendo año a año. El año pasado las mujeres del grupo Jhansi facturaron 400.000 INR. Este año alcanzaron las 500.000 INR produciendo 100 toneladas de torta.
Impacto y sostenibilidad
Aunque sus inicios fueron a pequeña escala, se puede apreciar claramente el impacto de este proyecto. Las mujeres que solían emigrar se quedan ahora en la aldea. Entre la recolección de semillas y la exportación, cumplen con muchas tareas. Mariyamma, una mujer del grupo con poca educación formal, maneja todos los documentos relacionados a ingresos y egresos. Luego de que se vende toda la torta, ella distribuye las ganancias entre todas las integrantes. “Antes necesitábamos ir a las grandes ciudades en busca de alimentos. Ahora nuestros problemas han desaparecido. Ganamos dinero aquí y también estamos ahorrando algo para el futuro”, dice con orgullo Sushilamma, una de las mujeres del grupo.
Inicialmente algunos de los aldeanos se burlaron de la nueva profesión de las mujeres. “Mi marido se opuso, preguntando por qué hacíamos este trabajo. Pero cuando su necesidad de proporcionar dinero disminuyó, comenzó a admirarme. Ahora me alienta a seguir”, dice Huligemma, otra orgullosa miembro del grupo.
El PNUD ha estado alentando las actividades empresariales entre las mujeres rurales. Cada año reconoce a pequeñas empresarias y otorga un premio nacional conocido como “Socios en el Cambio”. En 2006, Chinnamma, la líder del grupo Jhansi, fue propuesta para recibir el premio y resultó elegida entre 690 otras empresarias. Recibió el premio de 200.000 INR del señor Kamalnath, Ministro de Comercio del Gobierno de la India.
En esta región es natural que los agricultores siembren muchos árboles de nim alrededor de sus parcelas, especialmente en los terraplenes. Por lo tanto existe la oportunidad de que la iniciativa siga creciendo. El árbol de nim es tolerante a las sequías y no sufre plagas ni enfermedades, por lo que no necesita insumos tales como agua, control de plagas o fertilizantes. Cualquier agricultor que tenga árboles de nim puede obtener un ingreso, aun en años de sequía. Anteriormente los agricultores no conocían la importancia de las semillas de nim, así que no obtenían ingresos a partir de ellas. Pero la situación ha cambiado. Los agricultores venden sus semillas a los grupos de mujeres en vez de hacerlo a la empresa industrial o sus intermediarios. Los agricultores quieren ayudar a las mujeres de su aldea, a la vez que obtienen un ingreso.
Construyendo sobre el éxito
Es posible identificar algunos factores que contribuyeron al éxito de las mujeres: tenían mucho interés por tener ingresos propios, eran trabajadoras e innovadoras. También crearon un grupo fuerte y unido, y contaron con el apoyo de personas y organizaciones locales. No dejaron que su bajo nivel de educación formal las detuviera y tuvieron muchas ganas de aprender. La decisión del gobierno de Karnataka de apoyar a la agricultura orgánica también se dio en el momento apropiado para ellas, cuando su producto estaba listo pero había poca demanda.
El grupo Jhansi, aún conformado por las catorce mujeres que le dieron inicio, tiene planes de crecer. Sus principales prioridades son encontrar un lugar adecuado para reunir y almacenar las semillas, y producir la torta de nim. Para moler las semillas necesitan una máquina. “Montar una unidad para extraer y envasar aceite de nim es parte de nuestros planes a futuro”, explica Neju.
Los árboles de nim sembrados por aldeanos hace algunas décadas proporcionan hoy estabilidad económica a las mujeres. ¡El bienestar de una familia depende con frecuencia de estas mujeres! Detrás de este logro está el humilde árbol de nim, un recurso natural que le ha dado vida a varias aldeas.
Asociación de Agricultores Orgánicos Sahaja Samrudha de Karnataka. c/o Hanumantha Rao Dore, Behind Good Luck Hotel, Near Pappu Advocates, S B Temple