marzo 2009, Volumen 24, Número 4
Respuestas al cambio climático

Más información para una mejor planificación

CYNTHIA BRENDA AWUOR | Página 29-31
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En muchos lugares de Kenia se está experimentando ya un clima impredecible, con sequías más frecuentes, inundaciones y vientos fuertes (particularmente en la costa). Kenia, como muchos otros países, es particularmente vulnerable al cambio climático.

Depende de la agricultura de secano y de otras actividades altamente sensibles al clima; sufre de escasez de agua y muchos de sus recursos naturales están degradándose. El rápido crecimiento de la población, una infraestructura básica inadecuada e instituciones sociales y redes de seguridad cada vez más débiles solo incrementan su vulnerabilidad, amenazando con deshacer lo logrado en décadas de reducción de pobreza y logros en cuanto a desarrollo. Este artículo presenta la experiencia de una comunidad keniana que está reduciendo su vulnerabilidad a las sequías, como primer paso hacia el incremento de la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza.

Estableciendo un proyecto piloto
El proyecto piloto que presentamos aquí es parte de un proyecto regional sobre “Integración de la Vulnerabilidad y la Adaptación al Cambio Climático a la Planificación e Implementación de Políticas de Desarrollo Sostenible en el Sur y el Este de África” (ACCESA). Está financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) a través del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), y los gobiernos de Holanda y Noruega. Está siendo implementado por la comunidad local, junto con el Centro para Innovaciones en Ciencia y Tecnología (CSTI), y el Proyecto para el Manejo de Recursos en Tierras Áridas (ALRMP). Sus principales objetivos incluyen incrementar la seguridad alimentaria en los hogares, reducir la pobreza y facilitar la integración de la adaptación al cambio climático a las políticas relacionadas al manejo de desastres y al desarrollo sostenible de las tierras áridas y semiáridas de Kenia. El proyecto se inició en 2006 y está siendo implementado en Sakai, una subdivisión en la división Kisau de Makueni, un distrito de la provincia Oriental de Kenia. Sakai cubre un área de aproximadamente 24,5 km2 y tiene una población de alrededor de 4.800 personas, las cuales se dedican principalmente a la agricultura de secano a pequeña escala y a la crianza de ganado. La región fue escogida porque es muy vulnerable a las sequías, cuenta con instituciones locales y estructuras organizacionales, y la comunidad estaba dispuesta a participar activamente.

Conocimientos locales e información Alrededor de tres cuartas partes de los residentes de Sakai estaban enterados de los métodos indígenas o tradicionales para predecir la lluvia, incluyendo el uso de indicadores climatológicos. Más del 40% de todos los hogares reciben su información sobre el clima de fuentes tradicionales, incluyendo a meteorólogos, miembros de la comunidad, que son quienes determinan si lloverá o no observando el comportamiento de ciertas aves o insectos. De estos hogares, alrededor de un tercio utiliza esta información para la selección de semillas, para decidir cuándo labrar, construir terrazas y acondicionar la tierra agrícola, o cuándo plantar. Al mismo tiempo, 88% de quienes respondieron reciben información sobre el tiempo de otras fuentes, incluyendo la radio y televisión, los periódicos y los agentes de extensión agrícola. Pero mientras que las fuentes tradicionales de información sobre el clima han sido útiles, y son ampliamente aceptadas entre la comunidad, los pobladores han notado que no proporcionan información suficiente para ayudarlos a planificar sus actividades a largo plazo. Considerando que los conocimientos y la información están directamente relacionados a la vulnerabilidad, el proyecto decidió llenar este vacío complementando la información tradicional sobre el tiempo con predicciones meteorológicas científicas. El equipo del proyecto ha estado adaptando las predicciones meteorológicas científicas a la subdivisión y comunicando esta información en términos agrícolas. La adaptación consiste en llevar a cabo pronósticos meteorológicos y estacionales del tiempo localmente, para generar cifras más exactas referentes a las temperaturas y precipitaciones previstas. Al hacer esto, el equipo ha logrado proporcionar predicciones del tiempo más precisas para la localidad, especialmente si se las compara a las predicciones del tiempo para toda la provincia proporcionadas por el Departamento Meteorológico de Kenia, que para un área geográfica extensa, solo clasifican las precipitaciones previstas como “por encima de lo normal”, “normal” o “por debajo de lo normal”. Al mismo tiempo, miembros de la comunidad fueron capacitados para utilizar la información estacional sobre el clima. Por ejemplo, se les ha capacitado para interpretar predicciones meteorológicas provinciales proporcionadas por el Departamento Meteorológico de Kenia. Esto incluye el rango específico de precipitaciones previstas expresadas como lluvias “por encima de lo normal”, “normal” y “por debajo de lo normal”. Además, también han sido capacitados en actividades agrícolas y de manejo de tierras adecuadas para diferentes predicciones estacionales de tiempo, que consideran los tipos de cultivo que deben ser sembrados cuando se esperan lluvias “por encima de lo normal o normales”, así como los cultivos y variedades de semillas resistentes a las sequías para ser sembrados en caso de lluvias “por debajo de lo normal”. En base a predicciones meteorológicas adaptadas, los pobladores han recibido regularmente información que detalla las fechas previstas de inicio y cese de las lluvias, su duración y la cantidad de lluvia prevista, los cultivos y variedades de semillas adecuados para una estación dada, y las fechas en las cuales preparar la tierra y sembrar. El equipo utilizó diversas vías de comunicación: varias reuniones con la administración local o barazas, publicación de notas en diarios locales y programas de radio emitidos por la estación local al inicio de cada temporada de lluvias, presentados juntamente con el equipo del Proyecto de Manejo de Recursos en Tierras Áridas en Makueni. Una actividad especial fue la preparación de “calendarios de cultivo”. Estos calendarios incorporan los conocimientos tradicionales sobre el tiempo y las prácticas agrícolas, esbozando las actividades agrícolas adecuadas que deberán ser ejecutadas durante las estaciones lluviosa y seca. Un “calendario de cultivo” también resalta la importancia de preparar la tierra temprano, seleccionar las semillas adecuadas y conservar el pienso para el ganado. Proporciona una guía para el cultivo que toma en consideración posibles situaciones en cuanto a lluvias y diferentes tipos de suelos, así como información sobre cultivos apropiados, variedades de semillas, fechas para la siembra, así como la profundidad y el espaciamiento entre semillas. Además se prepararon guías sobre la preparación de la tierra, la aplicación de abono, el control de plagas y enfermedades, el deshierbe, la rotación de cultivos, la selección de granos, el empaque y almacenamiento, y el transporte. Esta información ha sido útil para los agricultores. La utilizan para decidir cuándo preparar sus tierras, las variedades de cultivos que sembrarán en una estación dada (en vista de la cantidad y duración previstas de las lluvias), y las buenas prácticas de manejo de tierras y de cultivos que contribuirán a que aumenten los rendimientos. Todos los pobladores están de acuerdo en que el uso de la información ha contribuido a mejorar los rendimientos durante las últimas cuatro campañas agrícolas. Según uno de los agricultores, Boniface Kimeu, los resultados han sido muy positivos. A él le fueron entregados 2 kg de semillas de maíz de buena calidad, tolerantes a la sequía, compradas por el proyecto. Utilizó los conocimientos y las habilidades obtenidos a través de la capacitación, junto con la información proporcionada sobre el tiempo, y las sembró. Cosechó 50 kg de maíz al final de una larga temporada lluviosa en 2007. De su cosecha seleccionó 6 kg de semillas de buena calidad y las plantó durante la temporada corta del mismo año, logrando cosechar 400 kg de maíz. Otras actividades Además de la interpretación, presentación y comunicación oportuna de las predicciones meteorológicas, otras intervenciones del proyecto incluyeron el capacitar a miembros de la comunidad en prácticas agrícolas y de crianza adecuadas. El proyecto también organizó cursos de capacitación sobre la identificación, recuperación, selección y almacenamiento de semillas de buena calidad, control de plagas, almacenamiento poscosecha y manejo. Se establecieron puestos de demostración con 40 familias, para demostrar los beneficios del uso de información
sobre el tiempo en la planificación agrícola, así como de prácticas agrícolas específicas.

Muchos de los pobladores de Sakai han estado participando en sesiones de capacitación de agricultor a agricultor, y distribuyendo semillas de buena calidad de sus fincas a otros agricultores de la región. Las sesiones de agricultor a agricultor se llevan a cabo dos veces por año antes de y durante cada temporada de lluvias. Cada agricultor capacita a dos vecinos. Como resultado de ello, se estima que a la fecha más de 600 agricultores han recibido capacitación. Gracias al Proyecto de Manejo de Recursos en Tierras Áridas, gran parte del trabajo realizado en Sakai ha sido replicado en las divisiones cercanas de Kibwezi, Tulimani y Kalawa. Además, para mejorar la disponibilidad de agua y su accesibilidad durante todo el año, el proyecto ayudó a construir dos presas de arena, Kwa Dison y Kwa Ndeto, que están diseñadas para formar una barrera parcial que atraviesa un río o arroyo, la cual retiene el agua y la arena conforme fluye la corriente. Las represas de arena son adecuadas para la región porque conservan agua que la comunidad puede utilizar durante las temporadas secas. Desde que se completó la primera represa de arena a mediados de 2007, los miembros de la comunidad han apreciado los beneficios de tales esfuerzos, especialmente en cuanto al acceso al agua. Hasta el momento esta agua ha sido utilizada para consumo doméstico y para el cultivo de huertos caseros. Los planes a futuro incluyen la perforación de pozos poco profundos y el establecimiento de sistemas de riego por goteo en la zona. El proyecto también está fortaleciendo instituciones de microfinanciamiento a pequeña escala en la zona para ayudar a diversificar la base económica de la comunidad y aumentar el acceso a créditos. Un alcance más amplio Uno de los principales intereses del programa es poner al día regularmente su página web, exponiendo las diversas actividades y resultados. Además, el equipo ha preparado varios documentos basados en la experiencia del proyecto, y los ha presentado en diversas reuniones nacionales e internacionales. Socios del proyecto también han preparado y distribuido un folleto del proyecto y un video documental. Existen planes para usar el documental como herramienta para la creación de conciencia, para el aprendizaje, así como para avanzar en la creación de políticas. También se producirán informes sobre políticas, que resalten la importancia de integrar la adaptación al cambio climático con la planificación e implementación del desarrollo sostenible, basados en lecciones aprendidas a partir del proyecto piloto. En cuanto a la creación de políticas, el proyecto involucró activamente a muchas autoridades y encargados de la toma de decisiones, tales como representantes del Grupo Distrital de Seguridad Alimentaria y del Comité Distrital del Medioambiente. También se reunió con representantes de los Ministerios del Medioambiente, Agricultura, Servicios Sociales, Agua, Planificación y Desarrollo Nacional y Economía. La integración de la adaptación al cambio climático a las políticas nacionales, sin embargo, ha sido un reto considerable. El equipo debía enfrentar diferentes limitaciones, especialmente en cuanto a conocimiento y aplicación de las herramientas y métodos adecuados.

Otro reto es el largo proceso que significa reconsiderar una política, junto a factores externos que afectan la posibilidad de cambios, tales como los intereses políticos o las prioridades económicas preponderantes. Afortunadamente, el gobierno de Kenia reconoce que el cambio climático es un desafío al desarrollo nacional, y se ha comprometido a tomar acción. El Proyecto de Manejo de Recursos en Tierras Áridas contribuyó al incluir la adaptación al cambio climático en la Política Nacional para el Manejo de Desastres, que está siendo revisada en la actualidad. Un borrador de este documento ha sido presentado al parlamento de Kenia, y se esperan resultados de las deliberaciones pronto. Se está estableciendo una Oficina Nacional de Cambio Climático, a la que se le encargará la labor de formular una estrategia nacional de adaptación y mitigación. Se espera que esta oficina tome en consideración las lecciones aprendidas en la experiencia del proyecto piloto de Sakai. La próxima tarea es contribuir al éxito de esta oficina, lo que se planea hacer comparando la experiencia de Sakai con la de otras áreas donde el proyecto está siendo replicado en la actualidad. Esto contribuirá a construir un cuerpo de conocimientos sobre la aplicación y adaptación de diversas herramientas y métodos en procesos de adaptación al cambio climático e integración de políticas basados en la comunidad.

Cynthia Brenda Awuor
Stockholm Environment Institute – Oxford, Red Cross Road, Nairobi, Kenia.
Correo electrónico: cawuor@gmail.com

Para mayor información sobre el proyecto piloto Sakai, por favor contactarse con Shem Wandiga, Centro para la Innovación en Ciencia y Tecnologías.
Correo electrónico: sowandiga@iconnect.or.ke;
http://www.csti.or.ke

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