septiembre 2007, Volumen 23, Número 2
Asegurando las semillas

Semillas de buena calidad: los clubes campesinos de semillas

SEARICE | Página 21-23
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Durante siglos, los productores de arroz en Asia han dependido del ahorro, intercambio y reutilización de las semillas cosechadas, como principal fuente de abastecimiento de material para la siembra. Han sido y siguen siendo capaces de hacer esto porque el arroz es un cultivo que se autopoliniza y los agricultores tienen la garantía de que no habrá un cambio significativo en su rendimiento después de repetidas temporadas utilizando semillas puras. Esto, junto con los sistemas de conocimiento y prácticas locales, y tecnologías innovadas, les permite mantener su cultura de cultivo del arroz. El acceso de los agricultores a la cantidad de semillas que necesitan y con la calidad requerida, depende de los tipos de semilla disponibles y de las formas de abastecimiento. Las semillas certificadas del sector formal se integran y se difunden en el sistema de semillas de los agricultores a través de sus prácticas de conservación, reutilización e intercambio. Pero los esfuerzos de los agricultores por producir masivamente y comercializar semillas certificadas y variedades a mejores precios fuera de sus comunidades, están restringidos por las regulaciones existentes sobre semillas. Lo que sucede con mayor frecuencia es que no hay apoyo del sector público para la producción de las variedades de los agricultores y que deben seguir el proceso de certificación. Los productores de semillas deben estar acreditados por el gobierno y seguir las pautas técnicas establecidas por las agencias agrícolas oficiales para poder producir semillas certificadas.

Generalmente, las instituciones públicas tienen recursos limitados y no les es posible atender los requerimientos de semillas que presentan las comunidades. Aun con la presencia de productores comerciales de semillas, persiste el reto de satisfacer la demanda de los agricultores, quienes con frecuencia se quejan de la calidad de las semillas que les son entregadas, de la eficacia del sistema de entrega y de la falta de semillas en el volumen requerido por ellos. ¿Cómo es entonces que los productores de arroz enfrentan este “dilema del huevo y la gallina”?

Clubes campesinos de semillas del delta del Mekong, en el sur de Vietnam
La región del delta del Mekong es la mayor área de producción comercial de arroz en Vietnam, con alrededor de 18 millones de toneladas anuales. La mayor parte de la oferta de semillas viene del sector informal (agricultores) a través de diferentes modalidades de intercambio. Los agricultores, sin embargo, tienden a reemplazar las semillas después de dos o tres temporadas de cultivo, dependiendo principalmente de semillas compradas para mejorar su producción de arroz. El sistema formal no puede abastecer adecuadamente esta demanda, que alcanza de cinco a 15 por ciento del total de semillas requeridas.

A través de la Red Comunitaria de Desarrollo y Conservación de la Biodiversidad (CBDC por sus siglas en inglés), SEARICE inició el proyecto de Conservación y Desarrollo de los Recursos Fitogenéticos Comunitarios, que funcionó de1996 a 2000 y fue conducido por el Instituto de Investigación y Desarrollo del Delta del Mekong (MDI). Desde que comenzó con 229 agricultores en cuatro provincias, el proyecto se ha expandido a otras ocho provincias. Se estableció una red de 40 comunidades, con la participación activa de mas de 1.200 agricultores. Se han seleccionado más de 1.000 variedades de líneas estables proporcionadas por instituciones formales y los agricultores pudieron seleccionar y producir en masa siete nuevas variedades de arroz por medio de la segregación y el mejoramiento genético de las líneas. Dos de estas variedades están siendo actualmente sometidas a un proceso formal de certificación a nivel provincial y nacional. Para 2004, más del 80 por ciento del total de las semillas requeridas para el cultivo de arroz en las comunidades alcanzadas por la CBDC del delta del Mekong, fue proporcionado por los agricultores.

Para poder cubrir la creciente demanda de semillas comerciales en el delta del Mekong, y luego de participar en Escuelas de Campo para Agricultores (ECAs), los agricultores se han organizado en clubes campesinos de semillas. A la fecha hay 57 clubes campesinos de semillas facilitados por la CBDC del delta del Mekong, la mayor parte de ellos dedicados a la selección y mejoramiento de variedades, así como a la producción y comercialización de semillas. Los clubes de semillas también sirven como centros de comercialización de semillas de buena calidad en las comunidades locales.

La operación de un club de semillas típico
Los agricultores miembros de los clubes producen semillas en sus propios predios. Son provistos de semillas por el MDI a partir de una selección de variedades y estudios sobre purificación de semillas para la producción masiva. El club campesino de semillas produce cerca de 200 toneladas de semillas en cada temporada de cultivo en cerca de 100 hectáreas. Las semillas producidas incluyen la variedad tradicional Jasmine y variedades modernas, tales como OM 4498, 2517 y HD1. Hay que destacar que la variedad HD1, desarrollada por los agricultores, se estabilizó con éxito y fue seleccionada después de las sesiones en las ECAs.

Los agricultores utilizan todo el espacio disponible para secar semillas en el delta del Mekong / Foto: CBDC-BUCAP

Para garantizar la calidad, el club de semillas mantiene una selección especial de buenas semillas. Después de la cosecha y antes de comercializarlas los agricultores las limpian y se aseguran de que su contenido de humedad sea menor a 14 por ciento. Asimismo, toman muestras al azar de las semillas para hacer pruebas de germinación antes de venderlas. Las tasas de germinación no deben bajar del 90 por ciento. También mantienen muestras de las semillas vendidas como una forma de protección de garantía. En casos de baja calidad, los socios del club devuelven el pago a los clientes o reemplazan las semillas de mala calidad. Hasta el momento, gracias a este “sistema de garantía campesino” no se ha reportado ninguna queja por mala calidad.

El Departamento Provincial de Agricultura y Desarrollo Rural inspecciona regularmente las áreas de producción del club de semillas, pero da solamente una aprobación verbal de la calidad de las mismas, ya que el club produce líneas purificadas pero no semillas certificadas. Esta aprobación “informal” de las semillas de los agricultores es vista como un apoyo a su sistema de semillas.

El club de semillas lleva a cabo la comercialización bajo un sistema diferente. Después de la cosecha, los agricultores muelen y cocinan el arroz para evaluar su sabor. Muestras de los granos molidos y de las semillas son enviadas a otros clubes y a otros grupos de agricultores para su evaluación. Los resultados de la evaluación se publican en la página en internet del MDI (en vietnamita) y se comparten también con otros agricultores. El método más importante para difundir la información son los Días de Campo de los Agricultores, a los cuales otros agricultores son invitados para observar los cultivos en pie. Los agricultores de la red del club de semillas producen folletos con información sobre las variedades disponibles, incluyendo el nombre y la ubicación del agricultor, así como referencias para contactarlo. La CBDC Vietnam también produce boletines de semillas detallando las características básicas de las variedades. Los folletos y boletines se distribuyen durante los Días de Campo de los Agricultores. Los agricultores interesados en una variedad en particular pueden solicitarla anticipadamente a los clubes de semillas.

En el contexto del delta del Mekong, es el mercado el que impulsa a los clubes de semillas. Esto se complementa con el acceso a mejores variedades provenientes del MDI y de los Centros de Semillas del gobierno (unidades de obtención y certificación de semillas del Departamento de Agricultura y Desarrollo Rural). Los clubes de semillas también se han beneficiado al asociarse con científicos del centro de investigación, agentes de extensión del gobierno local y otras autoridades que han colaborado proporcionando soporte técnico, financiero, comercial y de facilitación para establecer mecanismos que permitan a los clubes hacerse cargo del manejo diario de la producción de semillas.

Aparte del conocimiento y las habilidades logradas y que se practican, los agricultores han dado fe de que han podido incrementar sus ingresos en un diez por ciento a partir de la venta de semillas. Los agricultores también comentaron que los clubes de semillas les han facilitado el acceso a semillas de buena calidad. Los socios de los clubes de semillas están comprometidos con el cumplimiento del “sistema campesino de garantía” observado por la organización, pues representa una ventaja sobre las semillas comerciales certificadas.

Desafíos para el sistema campesino de abastecimiento de semillas
Estas experiencias son sólo algunas entre las muchas iniciativas comunitarias que tratan el tema de acceso y control sobre los recursos genéticos, particularmente las semillas de calidad. Lo que el sistema formal no puede proporcionar adecuadamente es complementado, aún con limitaciones, por las iniciativas de producción de semillas de los agricultores. Se debe enfatizar que los sistemas de intercambio informal de semillas no han sido reemplazados por las actividades de producción de semillas de los agricultores. Los agricultores obtienen ingresos en efectivo por el volumen relativamente alto de producción de semillas, al ser ésta la modalidad estándar de intercambio que existe en las comunidades. Sin embargo, todavía dan o intercambian pequeñas cantidades de semillas como lo han hecho tradicionalmente. Los agricultores están aprovechando una oportunidad al máximo, sin sustituir sus sistemas normales de intercambio.

Pero debido a la aplicación de los derechos de propiedad intelectual sobre las variedades registradas, los agricultores no pueden intercambiar ni comercializar semillas sin la aprobación de un fitomejorador reconocido, pues no se puede utilizar una variedad protegida como material de partida. Esto desanima a los pequeños agricultores que quisieran dedicarse a la producción de semillas como una actividad que agrega valor, porque cualquier ingreso generado estaría sujeto al pago de regalías a los fitomejoradores. Sin embargo, es irónico que no haya ningún tipo de reconocimiento para las variedades locales desarrolladas por los agricultores y que son usadas como material de origen por los fitomejoradores, sin ninguna restricción.

Además, la introducción de formas tecnológicas en los derechos de propiedad intelectual, tales como el arroz híbrido, tiene otras consecuencias adversas para los sistemas comunitarios de suministro de semillas. De entrada, ahorrar semillas no es una opción viable. Incluso bajo situaciones orientadas al mercado en las que los agricultores dependen en gran medida de las semillas adquiridas, el “sistema campesino de garantía” no puede funcionar, ya que el arroz híbrido es económicamente viable sólo para una temporada de siembra. Es así que con sólo observar las plantas en un área de producción de semillas de arroz híbrido, los clientes de semillas no tienen asegurado un buen rendimiento.

El que los agricultores deban someter sus variedades a un proceso similar al de las semillas certificadas es un tema complicado. Algunos argumentan que hay disposiciones en las leyes sobre certificación de semillas en algunos países de Asia que regulan el flujo de variedades de una región a otra como una forma de protección para los compradores de semillas. Para que los agricultores puedan vender semillas en otra provincia deben cumplir con estas normas y certificar sus semillas. Por otro lado, el “sistema campesino de garantía” de los clubes de semillas demuestra que los agricultores-productores de semillas, al ser en primer lugar agricultores, están muy preocupados por la calidad de las semillas. Como son productores reconocidos de semillas de calidad, su nombre y su reputación en las comunidades están en juego.

Lo que parece inadecuado en las políticas agrícolas públicas es el reconocimiento formal de la contribución de los agricultores a la sostenibilidad de la diversidad genética y su capacidad como fitomejoradores y productores de semillas de calidad. Sin tener que adherirse a estrictas pautas de certificación, es vital que las políticas públicas reconozcan la vitalidad y la naturaleza informal de los sistemas campesinos de semillas, y que se traduzcan en apoyo técnico, comercial y de infraestructura que permita a los agricultores continuar con las iniciativas de mejoramiento de cultivos y de producción de semillas.

SEARICE
(Iniciativas Regionales del Sudeste Asiático para el Empoderamiento Comunitario)
29 Mahiyain St., Teachers’ Village, Diliman,
Quezon City, 1101 Filipinas
Correo electrónico: searice@searice.org.ph

Referencia
– Salazar, R., N. P. Louwaars y B. Visser, 2006. On protecting Farmer’s new varieties: New approaches to rights on collective innovations in plant genetic resources. CAPRi Working Paper 45, IFPRI Secretariat, Washington D.C.

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