Aunque los sistemas formales de producción y distribución de semillas han logrado que en grandes áreas del mundo se adopten sus variedades mejoradas, éstas siguen representando una baja proporción del total mundial. En la mayoría de los países del Sur, la distribución en forma directa, de agricultor a agricultor, sigue siendo el sistema más difundido de abastecimiento de semillas para los agricultores de pequeña escala. Los mecanismos de este sistema informal de distribución se basan en alianzas sociales tradicionales y en relaciones familiares, y tienen lugar en un contexto de interdependencia y confianza mutua. Sin embargo, a pesar de que el intercambio entre agricultores es ampliamente reconocido como fuente de abastecimiento de semillas para un gran número de productores, es poco lo que se sabe acerca del funcionamiento de estos sistemas. Este artículo nace de una investigación desarrollada recientemente en los valles centrales de Oaxaca, México, un centro de diversidad genética y domesticación del maíz. La investigación enfocó la importancia de las relaciones sociales para las transacciones con semillas y el papel central que juega la confianza en la adquisición de semillas.
Falta de transparencia
Los agricultores necesitan semillas de buena calidad y con las características necesarias para adaptarse a sus condiciones agroecológicas y a sus objetivos particulares. Sin embargo, estos aspectos pueden ser difíciles de evaluar al adquirir las semillas, pues éstas no son “transparentes”. En otras palabras, es imposible conocer a simple vista las características y el rendimiento de las plantas que crecerán de una bolsa de semillas en particular. Estas características sólo se conocerán cuando las semillas sean plantadas y el cultivo se desarrolle. La calidad de las semillas está compuesta por una gama de factores y puede ser difícil de evaluar; particularmente su capacidad de germinación. Factores como la edad, los agentes patógenos o el almacenamiento inapropiado pueden afectar la germinación, pero estos factores no son necesariamente visibles al ojo humano. Este principio también se aplica a otros tipos de material de siembra, tales como los tubérculos y esquejes. Es posible determinar si el material en cuestión es plátano, yuca o papa, pero la cantidad de información que se puede obtener a partir de una inspección visual del tubérculo o del esqueje es limitada. Más allá del color, el tamaño y los daños causados por insectos o patógenos, es imposible conocer las características específicas de la planta o su capacidad de desarrollo en condiciones específicas.
Catalina plantando maíz en su parcela en Santa Ana Zegache, valles centrales de Oaxaca / Foto: autor
Esta falta de transparencia está influenciada también por los muchos factores ambientales que determinan el desempeño de los cultivos, lo cual es especialmente relevante en el caso de especies de polinización libre, que manifiestan una mayor variación de generación en generación, en contraste con las plantas que se autopolinizan (autógamas) o que crecen de tubérculos o esquejes. El maíz, por ejemplo, se caracteriza por lo que los fitomejoradores definen como un alto nivel de interacción entre genotipo y ambiente, lo que significa que su desempeño en diferentes contextos agroecológicos depende de su constitución genética específica. En otras palabras, un genotipo o variedad de maíz que se desarrolla bien en un ambiente, puede no lograrlo en otro.
Como resultado, aunque puedan inspeccionar las semillas antes de adquirirlas, los agricultores dependen en gran medida de la calidad de la información ofrecida por el proveedor en cuanto a rasgos, características de consumo, adaptación ambiental y calidad de las semillas.
Confianza en las semillas propias
Entre los campesinos de los valles centrales de Oaxaca, seleccionar y guardar semillas de su propia cosecha de maíz es la manera más común de obtener semillas para la siguiente temporada de siembra. Hay muchas razones para esto, pero una de las primeras cosas que los agricultores mencionan cuando hablan sobre las prácticas relacionadas con las semillas de maíz es la confianza en su propio maíz. Esto se refiere a la noción de confianza en las semillas que han sido seleccionadas por los propios campesinos, es decir, la fe en que las plantas que germinen de estas semillas alcanzarán un determinado nivel bajo las condiciones particulares de producción en las tierras del agricultor.
Estas preocupaciones se reflejan en un sentido más amplio en las prácticas locales de manejo de semillas. Los agricultores escogen las variedades de maíz según las características que necesitan, conociendo el desempeño de las plantas de las que provinieron las semillas bajo determinadas condiciones agroecológicas y de manejo. Por razones sociales, culturales y agroecológicas, una variedad que puede ser apropiada para un agricultor no es necesariamente apropiada para otro. Al usar semillas que un agricultor conoce y en las que confía, se minimiza el riesgo de obtener una mala cosecha. Por lo tanto ¿qué mejor opción para satisfacer las propias necesidades y preferencias minimizando riesgos, que utilizar semillas conocidas y que han sido seleccionadas por uno mismo? El agricultor conoce las características, el manejo y el desempeño del maíz en cuestión bajo las circunstancias particulares en que fue cultivado. También sabe exactamente cuándo y cómo se seleccionaron las semillas y cómo fueron almacenadas. Inclusive, las características relacionadas con el consumo de ese tipo de maíz son bien conocidas por la familia del agricultor.
La habilidad para seleccionar y guardar maíz de una temporada a la otra es altamente valorada por los campesinos de esta región y es parte de lo que constituye la idea local de un buen agricultor (mientras que la pérdida de semillas parece estar asociada a cierto estigma). Sin embargo, hay momentos en que los agricultores necesitan buscar semillas que no provengan de sus propias cosechas, por ejemplo, cuando la cosecha es pobre o se han perdido semillas durante el almacenamiento; cuando la familia ha utilizado la semilla para su consumo o la ha vendido para cubrir necesidades apremiantes o cuando, simplemente, desean probar otros tipos de maíz, lo cual suele ser frecuente.
Adquiriendo semillas de maíz de otras fuentes
Fuentes alternativas de semillas suelen ser los otros agricultores, los vendedores en el mercado o los distribuidores agroveterinarios de los centros urbanos regionales de mayor tamaño. Sin embargo, debido a la falta de transparencia, las semillas obtenidas de estas fuentes siempre carecerán de información adecuada.
En general, los campesinos de los valles centrales de Oaxaca tienen confianza en sus vecinos. Aunque el grado de confianza entre un individuo y otro puede ser variable, para muchos es inconcebible que otros agricultores de la misma comunidad les proporcionen a sabiendas semillas de baja calidad. Por ejemplo, en el transcurso de los años, Cutberto ha plantado diferentes variedades locales de maíz. Como la mayoría de los agricultores de la región, cada año guarda semillas de las variedades que desea conservar. Nunca ha comprado semillas en el mercado. En lugar de eso, cada vez que ha probado una nueva variedad de maíz, ha adquirido las semillas de otros agricultores de la comunidad. Como explicación de su preferencia por obtener semillas localmente, Cutberto dice: “¿Cómo puedo venderte algo que no funcione? ¡Al siguiente minuto estarás de regreso para quejarte o preguntarme por qué te vendí semillas de mala calidad!” Pero las transacciones en el mercado son diferentes: “¡Ahí no hay dónde quejarse! Aún si recordaras quién te vendió las semillas, ¿cómo vas a encontrarlo? Y como ves lo que compras, el tipo que te las vendió puede decir que no es su culpa. Acá, si les vendo algo que no funcione, ¡se quejarán!”. La mayoría de los agricultores comparten su punto de vista, considerando que en la ciudad “es mucho más comercial”. Un gran número de vendedores de los mercados semanales son en realidad agricultores que viajan a los mercados a vender sus productos. “Están ahí para vender. Y en cuanto terminan se van”.
Una mirada a la cosecha: los buenos resultados son evidentes / Foto: autor
Los agricultores como Cutberto sienten que es mucho más riesgoso comprar semillas en una tienda o en uno de los mercados regionales que obtenerlas localmente en la comunidad, donde las personas se conocen y tendrán que vivir con las consecuencias. En un contexto donde no existe una relación previa entre el proveedor de semillas y el comprador, el agricultor sólo puede apoyarse en la información que le proporciona el vendedor. Algunos agricultores se dan cuenta de que los vendedores, para no generar suspicacias, se comportan como personas dignas de confianza. Aún así, los campesinos de los valles centrales de Oaxaca tienen muy poca confianza en los vendedores de los mercados y en los tenderos de las poblaciones cercanas y de la ciudad de Oaxaca, y tienden a sospechar de los motivos de los vendedores. Tienen poca confianza tanto en la información sobre las semillas que les proporcionan los vendedores, como en la calidad de las propias semillas (ver recuadro). Los agricultores saben que si surge algún problema, les dirán que no sembraron las semillas adecuadamente o que sus campos no fueron regados a tiempo.
Al comprar semillas de maíz (certificadas) a los distribuidores agroveterinarios o semillas de maíz (producidas en el campo) a los vendedores de los mercados, los campesinos perciben una mayor falta de transparencia e información que cuando las adquieren de otros campesinos. Si las semillas son compradas a un distribuidor agroveterinario o a un vendedor del mercado y el cultivo fracasa a pesar de haberse desarrollado en condiciones climáticas “normales”, seguramente el fracaso será atribuido a la fuente de las semillas. Aunque en México existe un sistema gubernamental que controla la calidad de las semillas en el sector formal, no hay mecanismos que controlen, a nivel de minorista, la venta de las semillas que han caducado. Además, cuando se vende una pequeña cantidad de semillas certificadas, por lo general, provienen de un saco grande y no van acompañadas de información, excepto cuando el vendedor ofrece información verbal.
Es difícil juzgar si las dudas y sospechas de los agricultores son justificadas, pero el punto es que ellos perciben al sector formal y a otras fuentes externas de semillas como menos fiables y mucho más riesgosas. Los agricultores prefieren, por lo tanto, proveedores de semillas a los que consideran confiables; un concepto que puede referirse a diferentes personas, incluyendo familiares, amigos o vecinos a quienes el agricultor conoce y en quienes confía.
El papel de las relaciones de confianza y reciprocidad
La forma más importante de confianza que se vive en los intercambios de semillas entre campesinos de los valles centrales de Oaxaca es la confianza recíproca, es decir, interacciones en que la confianza es mutua o va en dos direcciones y puede estar basada en interés, sentimientos de afecto, responsabilidad o valores compartidos. La cultura popular de Oaxaca cuenta con una fuerte tradición de reciprocidad y ayuda mutua, principios que siguen caracterizando su vida social a pesar de los rápidos cambios vividos en los tiempos recientes. La reciprocidad es evidente sobre todo entre miembros de una misma familia y en relaciones cercanas como el compadrazgo, pero también está en las instituciones del pueblo en las que se espera que todos contribuyan. Esto también se refleja en las transacciones locales de semillas de maíz: intercambiar semillas es uno de los diversos tipos de intercambio que tienen lugar entre las dos partes, junto con un amplio flujo de favores, servicios y consideraciones mutuas. Las redes sociales y las relaciones entre las distintas personas pueden contribuir a facilitar la vida y proporcionar ayuda, por ejemplo, cuando se presentan emergencias o cuando es necesario obtener nuevas semillas de maíz.
Para aquellos que no pueden pagar las semillas con dinero y dependen, por lo tanto, de otro tipo de negociación (ya sea el préstamo o el intercambio por granos), también es importante que el proveedor de semillas sea alguien a quien puedan acercarse con confianza y que probablemente accederá a su pedido. Esta consideración está vinculada a la idea local de lo que significa ser un “buen agricultor”, que además de las habilidades propias y la observancia de las costumbres locales, también incluye temas como la integridad personal, la independencia y la capacidad para satisfacer las necesidades familiares. A veces, cuando los agricultores se encuentran en una situación en la que deben pedir ayuda a otros, esto les puede causar incomodidad o vergüenza, especialmente cuando lo que necesitan es tan crucial para la subsistencia como las semillas lo son para un agricultor.
Dentro de una relación de confianza, es posible pedir semillas de manera relativamente relajada y abierta, y la mayoría de los agricultores explica que cuando necesitan semillas su primera opción son las personas que consideran de mucha confianza. Además, los agricultores saben qué tipos de maíz cultivan sus familiares y amigos cercanos, y es fácil obtener información confiable sobre estos tipos de maíz como parte de la vida cotidiana.
La importancia de la confianza y la reciprocidad también queda en evidencia cuando se considera cuáles son los agricultores que tienen problemas para adquirir semillas de maíz. La mayor parte de las personas dice que los agricultores que no tienen dinero ni parientes u otras relaciones cercanas que puedan ayudarlos, experimentan más dificultades. Esto confirma que las relaciones recíprocas de confianza son muy importantes cuando se trata de obtener semillas, particularmente si el agricultor no tiene los medios para comprarlas.
La experiencia de una agricultora
La experiencia de Catalina en el mercado ilustra las dudas de los agricultores respecto a la adquisición de semillas de fuentes desconocidas. “Quise probar el tipo de semillas [de maíz] de San Martín”, recuerda. “No era que hubiera perdido mi propia semilla, no era que no tuviera semilla, sólo quería probar este maíz redondo y gordo que tienen. ¡Pero me dio tal cólera! ¡Compré la ‘palomilla’ [polilla de los cereales]! Fue en el mercado de Ocotlán, donde las personas vienen a vender sus productos. Ahí fue donde la obtuve. La semilla se veía buena, la llevé a casa y la dejé en su bolsa. Cuando estuve lista para plantarla abrí la bolsa y ¡salió una nube de palomilla! ¡Para entonces ya había contaminado toda la casa! ¡Estaba llena de palomilla! Aún así planté las semillas, ¡pero sólo unas pocas germinaron!”
Como comentario final debe señalarse que una proporción pequeña de las transacciones de semillas de maíz en los valles centrales de Oaxaca sí tiene lugar en el mercado, es decir, entre agricultores que no son de la misma comunidad. Como en cualquier parte del mundo, a muchos agricultores de los valles centrales les gusta probar nuevos y diferentes tipos de maíz. En el mercado, donde las personas llegan de cerca y de lejos para vender sus productos, pueden encontrarse diferentes tipos de maíz que atraen la atención de los agricultores. Además, como señaló una agricultora, obtener semillas en el mercado es una alternativa fácil si se quieren eludir obligaciones que se adquieren al obtener semillas de otros agricultores de la comunidad, tales como cumplir con las normas de reciprocidad, o también evitar consecuencias como el sentimiento de “estar en deuda” o el “estigma” causado por la pérdida de semillas. Las semillas de fuentes con bajos niveles de confiabilidad son, casi siempre, sembradas en parcelas pequeñas para minimizar el riesgo de fracaso del cultivo.
El papel de la confianza en la adquisición local de semillas tiene implicancias importantes para la transmisión directa y sencilla de información relevante sobre semillas y tecnologías a los agricultores. El hecho de que los agricultores estén interesados en experimentar y aprender sobre diferentes variedades de cultivos, a pesar de percibir los riesgos que esto supone, constituye una oportunidad para el desarrollo de la diversidad genética de los cultivos y para la introducción de variedades mejoradas u otras formas de desarrollo del sector formal relacionado con las semillas en la región.
Lone B. Badstue
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Correo electrónico: lone.badstue@gmail.com
Referencias:
– Badstue, L. B., 2006. Small-holder seed practices: Maize seed management in the Central Valleys of Oaxaca, Mexico. Tesis doctoral, Universidad de Wageningen, Wageningen, Países Bajos.
– Badstue, L. B., M. R. Bellon, J. Berthaud, A. Ramírez, D. Flores y X. Juárez, 2007 (de próxima aparición). The dynamics of farmers’ maize seed supply practices in the Central Valleys of Oaxaca, Mexico. World Development.
– DiMaggio, P. y H. Louch, 1998. Socially embedded consumer transactions: For what kinds of purchases do people most often use networks? En American Sociological Review, American Sociological Association.
– Rose-Ackerman, S., 2001. Trust, honesty and corruption: Reflections on the state-building process. Archives Européenes de Sociology / European Journal of Sociology, Vol. 42 (3).