diciembre 2006, Volumen 22, Número 3
Investigación participativa y desarrollo

Innovaciones locales y “modernas”: ¿qué le interesa a quién?

HAILU ARAYA Y YOHANNES GEBREMICHAEL | Página 29-31
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Etiopía es uno de nueve países que participan en la red internacional PROLINNOVA (Promoción de la Inovación Local). El programa etíope, llamado PROFIEET (Promoción de Innovación y Experimentación Agrícola en Etiopía), decidió establecer equipos compuestos por miembros de ONGs y personal del gobierno en diferentes zonas agroclimáticas. En Tigray se formó un equipo que reúne también a los agricultores innovadores alrededor de intereses comunes, para que puedan resolver sus problemas locales más rápido de lo que lo harían si trabajaran solos. Asimismo les facilita el contacto con los agentes formales de investigación y desarrollo interesados en apoyar los procesos locales de innovación.

Las innovaciones iniciadas por los agricultores son tomadas por el equipo como punto de partida para desarrollar procesos de Desarrollo Participativo de Tecnologías (DPT) y de extensión. Una exhibición de innovaciones agrícolas locales y “modernas” puso de manifiesto que los pequeños agricultores y las personas educadas formalmente que trabajan en los centros de investigación y los talleres de tecnología tienen intereses muy diferentes. En este artículo describimos algunas de las innovaciones locales que fueron exhibidas y cómo los agricultores y otras personas involucradas en la investigación y el desarrollo perciben de manera diferente las tecnologías locales y “modernas”.

Exhibición de Tecnología Agrícola y Estrategias de Comercialización en Mekelle
Foto: Hailu Araya

La Exhibición de Tecnología Agrícola y Estrategias de Comercialización se presentó durante la segunda semana de marzo de 2006 en Mekelle, capital de la región de Tigray. En ella participaron muchas agencias gubernamentales, ONGs, empresas privadas y organizaciones de investigación etíopes e internacionales. Algunas organizaciones llevaron agricultores con los que estaban trabajando: ya fueran “agricultores modelo”, que exhibían tecnologías introducidas en la región, o agricultores innovadores que mostraban sus propias tecnologías.

De aproximadamente 2.500 participantes, más de 200 eran agricultores innovadores o agricultores modelos. En Etiopía, hasta donde sabemos, esta exposición ha sido la primera vez en que las tecnologías desarrolladas por pequeños agricultores se han mostrado “lado a lado” con las tecnologías desarrolladas por investigadores de la universidad y de empresas privadas. La exhibición también incluyó un taller de cinco días, en el que se presentaron y discutieron muchas ponencias.

En una parte de la exhibición, expertos del Departamento de Agricultura y Desarrollo Rural y agricultores de los diversos distritos de Tigray presentaron diversos productos agrícolas, tales como: legumbres, semillas oleaginosas, especias, verduras, frutas y miel. También exhibieron y vendieron algunos artículos procesados, incluyendo productos lácteos. Muchas personas compraron los productos y en ocasiones los consumieron ahí mismo.

Hubo también una exhibición de las tecnologías apropiadas para la crianza de abejas, el bombeo de agua, el riego, el arado, la producción de biogás y muchas más, que fueron demostradas por los agricultores innovadores, el personal de extensión y los representantes de las empresas privadas y ONGs. La información fue proporcionada a través de fotos, videos, folletos y panfletos.

Los agricultores estuvieron particularmente interesados en las tecnologías desarrolladas por otros productores como ellos mismos: hombres y mujeres del campo. Estas tecnologías incluyeron, por ejemplo, aparatos para elevar el agua, sistemas de drenaje subterráneo, técnicas para el riego por goteo, técnicas mejoradas para la crianza de colmenas y abejas reina (ver recuadro), un arado para un solo buey y un proceso de domesticación de abejas silvestres para obtener miel medicinal (ver recuadro en la página siguiente). Muchos de los asistentes a la exhibición mostraron especial interés en el procesamiento del nopal (Opuntia sp.), la tecnología solar y los gusanos de seda.

Cría mejorada de paneles de abejas y abejas reina

Hay una larga tradición de apicultura en Tigray. Las colmenas tradicionales están hechas de madera, estiércol y barro. Hace algunos años, el programa gubernamental de extensión y REST, una ONG local, introdujeron colmenas suspendidas en barras altas de madera. En el pueblo de Maysuru, en el distrito de Ahferom, el personal de campo de REST conoció a una agricultora que ha estado experimentando e introduciendo innovaciones en la crianza de abejas activamente. Giday Aregay tiene más de cuarenta años y ocho hijos. Debido a que su marido ha estado enfermo durante mucho tiempo, ella es la responsable de mantener el hogar dedicándose a la agricultura y la apicultura.

Su hijo mayor, un profesor, compró para Giday una colmena moderna por 450 Birr (aproximadamente 50 USD). Ella ganó 200 Birr con la primera cosecha de miel y se convenció de que la apicultura sería una buena fuente de ingresos. Al mismo tiempo, se preguntaba por qué las colmenas debían ser tan caras, así que decidió intentar hacer una de materiales locales. Midió la colmena “moderna” con un palo y luego fabricó una réplica con estiércol de vaca y barro. Hizo los marcos de madera, asegurándose de que todos fueran del mismo tamaño de manera que pudieran caber en cualquier colmena que fabricara. Para sostener el panal usó hilos de las llantas viejas que se venden en el mercado, remplazando el alambre que se usa en los marcos “modernos”. Experimentó con el espacio entre marcos y descubrió que podía cosechar más miel utilizando menos marcos que en la colmena moderna. Cosechó 40 kilogramos de miel de su colmena adaptada, cinco kilogramos más que lo que se obtuvo en la moderna. Giday atribuye su mayor cosecha de miel y la mayor producción de colonias de abejas al efecto aislante del barro y el estiércol durante las estaciones fría y cálida. También construyó colmenas para criar abejas reina. Hoy Giday tiene 15 colmenas: siete para producir miel y ocho para producir colonias de abejas, para las cuales existe mucha demanda en el mercado local (cada colonia se vende entre 400 y 500 Birr). La miel y las colonias de abejas son hoy su fuente principal de ingresos.

Diferencias en intereses y percepciones
Fue muy interesante observar cuán sistemáticamente fue asimilada por los agricultores la nueva información presentada en la exhibición. Entrevistas con muchos participantes y observaciones durante la exhibición revelaron, en un primer recorrido, que los agricultores observaron todas las innovaciones, cualquiera fuera su origen. Al principio estaban interesados sólo en las tecnologías y no en quienes las habían desarrollado. Durante el segundo y tercer recorridos del primer día, sin embargo, empezaron a buscar información sobre las personas o instituciones responsables de cada tecnología y también a recoger las opiniones de otros agricultores. Primero se reunieron con agricultores a los que ya conocían y luego comenzaron a conversar con otros. Debatieron sobre las tecnologías en exhibición: cuáles se veían fáciles de aplicar, si alguien las había probado y cuáles habían sido sus experiencias.

Durante el segundo día los agricultores seleccionaron las nuevas tecnologías que más les interesaban, ya fueran innovaciones “modernas” o locales. También hicieron preguntas sobre las destrezas e insumos necesarios para hacer funcionar las tecnologías que habían seleccionado. Visitaron las muestras según su importancia: pasando la mayor cantidad de tiempo estudiando la tecnología que les parecía más importante y recabando toda la información que consideraban de interés. Opinaron, con énfasis, que la exhibición fue muy útil para intercambiar experiencias y aprender sobre nuevas tecnologías.

A nosotros como organizadores, tener las tecnologías desarrolladas localmente junto a las muestras de tecnologías “modernas” nos ayudó a darnos cuenta de que el interés demostrado por los agricultores no era el mismo que el de otros participantes. Los investigadores, agrónomos y otros profesionales se mostraron reacios a visitar lo que los pequeños agricultores habían desarrollado. Parecían sentirse atraídos por la novedad de las tecnologías “modernas” y se fijaron principalmente en su productividad, medida en términos cuantitativos. Los pocos agricultores presentes que contaban con algún nivel de educación formal visitaron ambos tipos de tecnología casi por igual.

Domesticando abejas silvestres para obtener miel medicinal

Birhane GebreMariam tiene 35 años. Él y su mujer tienen cinco hijos, algunos van al colegio y otros se dedican al pastoreo de cabras, al igual que Birhane. Fue cuando estaba con sus cabras hace cinco años que, de casualidad, descubrió un nido de tsedina (abejas silvestres que viven bajo la tierra). La miel de estas abejas es usada como medicina, por ejemplo, para el asma, la fiebre y problemas del corazón. La entrada al nido de las abejas tsedina es muy angosta y difícil de ver. Muchas personas buscan tsedina, y al excavar su nido y extraer la miel, también lo destruyen sin querer. Esta práctica ha causado que las abejas sean escasas en algunas regiones.

Cuando Birhane era muy joven, su madre murió de una enfermedad del corazón. La miel medicinal que era necesaria para tratarla no podía ser encontrada en el mercado local. Acordándose de esto, cuando descubrió el nido de tsedina, decidió llevarlo a su granja. Una tarde, él y dos amigos excavaron un metro cúbico de tierra en el que estaba el nido intacto y lo llevaron a tierras cercanas a su casa. Un año más tarde comenzó a cosechar levantando una capa de tierra y poniéndola de regreso para que no se destruyera la colmena. La cosecha inicial fue de 2,5 litros de miel, que vendió por 150 Birr (aproximádamente 17 USD). A lo largo de los años trasladó tres nidos más de tsedina a su granja con toda la tierra que los rodeaba.

Hoy Birhane cosecha miel regularmente y, gracias a su iniciativa, esta medicina tradicional está ahora disponible en la localidad siempre que se la necesita. Ha hecho experimentos trasladando las colmenas y cosechando en estaciones y momentos diferentes. Ha aprendido que los nidos no deben ser trasladados durante la sequía o en los meses de diciembre y enero, y que la miel debe ser cosechada sólo una vez al año. Pero aún quisiera aprender más sobre el comportamiento de las abejas y la crianza de la reina. Quisiera unirse a otros investigadores y descubrir la mejor ubicación para los nidos, así como también estudiar la competencia y armonía entre las abejas tsedina y las abejas normales.

La mayoría de los agricultores asistentes, por el contrario, se mostraron atraídos por aquellas innovaciones que serían más útiles en la producción a pequeña escala. Estuvieron interesados en tecnologías que les parecieron eficaces, fáciles de aplicar y económicas. Supieron apreciar las tecnologías que posibilitan una mayor producción, pero también indagaron sobre el mercado para esos productos, especialmente en el caso de aquellos que son más perecederos, como los tomates. Además de la productividad, preguntaron sobre otras cualidades de las tecnologías y el conocimiento inherente en ellas. Hicieron muchas preguntas a los innovadores locales: ¿Cómo aprendieron esto? ¿Cuánto tiempo tomó hacerlo? ¿Son fáciles de encontrar los materiales que utilizaron? ¿Sus familias entienden y les gusta esto? ¿Cuáles fueron los principales problemas que observaron? ¿Cuál es el precio? Cuando los agricultores vieron los implementos “modernos” producidos por talleres industriales, apreciaron su valor pero no hicieron tantas preguntas como los profesionales agrícolas.

Existe, obviamente, una brecha entre los expertos y los pequeños agricultores de Tigray. Esto crea un gran reto para ciertos equipos que tratan de reunir a todos estos agentes de la innovación agrícola. Los agentes de un sistema de innovación eficaz necesitan confiar unos en otros y “caerse bien”. De otra manera no pueden coordinar y unir esfuerzos para aprovechar al máximo el potencial agrícola de Tigray.

Observar cómo los agricultores aprenden a partir de las nuevas tecnologías exhibidas por sus pares, así como por talleres y centros de investigación modernos, hizo que nos diéramos cuenta de que la mayor parte de las personas “educadas” que participan en la investigación y el desarrollo agrícola, entiende muy poco sobre lo que les interesa a los pequeños productores. No saben qué es lo que les interesa ver a los agricultores en una exhibición de tecnologías agrícolas. Necesitamos observar más de cerca qué es lo que están haciendo al desarrollar sus propias innovaciones, y qué tipo de información quieren obtener de otros para continuar con su propio proceso de desarrollo. La exhibición fue una buena oportunidad para aprender cómo puede ser mejorado el intercambio de información para apoyar este proceso.

Hailu Araya y Yohannes GebreMichael

Hailu Araya
Instituto para el Desarrollo Sostenible (IDS)
Bole Area, Addis Ababa 1110, Etiopía
Correo electrónico: hailuara@yahoo.com

Yohannes GebreMichael
Universidad de Addis Ababa
P.O. Box 1176, Addis Ababa, Ethiopia

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