Si bien la agricultura no es una actividad peligrosa en sí misma, frecuentemente se realiza en condiciones de explotación para los niños y niñas que participan en ella, particularmente en el caso de la agricultura comercial. Asimismo, en el caso de aquéllos que se encuentran por debajo de la edad mínima de admisión al empleo según la legislación de sus respectivos países, la participación en el trabajo agrícola limita y reduce oportunidades para su desarrollo integral. Este artículo sintetiza algunos argumentos al respecto y presenta un balance de los principales resultados de las investigaciones sobre el tema realizadas en América Latina por la Organización Internacional del Trabajo a través del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil.
Contexto del trabajo infantil en la agricultura
La agricultura es una actividad heterogénea que abarca desde la agricultura familiar de subsistencia hasta plantaciones comerciales a gran escala. No obstante, en cualquiera de los casos, la actividad está asociada al uso intensivo de mano de obra en cada fase del ciclo productivo. Al interior de la actividad, existe una marcada división sexual y etárea del trabajo. Diversos estudios indican que los varones adultos realizan la mayoría de actividades que requieren esfuerzo físico. Sin embargo, ante la insuficiencia de mano de obra adulta, niñas, niños y adolescentes asumen la responsabilidad de tareas que, a menudo, son inadecuadas para su edad.
La participación de niños, niñas y adolescentes en la agricultura está asociada a la pobreza de las áreas rurales. Las consecuencias más frecuentes de dicha participación incluyen la desventaja educativa y los problemas físicos y emocionales. Las investigaciones realizadas han demostrado que niñas, niños y adolescentes que dedican gran parte del tiempo a estas tareas, por lo general abandonan la escuela o tienen un bajo rendimiento escolar, y están expuestos a lesiones y enfermedades (Forastieri, 1997).
La información suministrada por los estudios realizados indica que en el caso de la agricultura comercial, los niños, niñas y adolescentes a menudo están expuestos, directa o indirectamente, a herbicidas y pesticidas. Asimismo, trabajan durante largas jornadas, acarrean cargas pesadas, y están expuestos a cambios bruscos de clima. De otro lado, utilizan instrumentos punzo-cortantes y maquinaria pesada que les producen lesiones diversas como heridas, quemaduras, mutilaciones e incluso la muerte.
En suma, existen características y factores del trabajo infantil en la agricultura comercial que involucran la exposición al abuso físico, emocional, y en algunos casos sexual, así como graves riesgos a la salud, deserción escolar, y bajos niveles de rendimiento. Entre los factores que inciden, en general, están aspectos relacionados tanto a la oferta como a la demanda de mano de obra infantil.
Características
|
Factores asociados
|
|
Trabajo infantil peligroso en agricultura comercial |
• Mayor presencia masculina
• Actividad físicamente muy exigente • Deserción escolar y bajo rendimiento • Actividad estacional • Exposición a herbicidas y pesticidas peligrosos • Exposición a largas jornadas laborales • Exposición al agua contaminada • Exposición al sol y la lluvia • Manipulación de herramientas peligrosas y pesadas • Riesgo de accidentes graves |
• Pobreza |
Cuadro 1. Características y factores asociados al trabajo infantil agrícola comercial
|
Niñez trabajadora en agricultura comercial: Síntesis de resultados de investigación
América Latina no es ajena a las tendencias mundiales sobre el trabajo infantil en la agricultura. Diversos estudios realizados en América Central muestran que del más de 1.5 millón de niños, niñas y adolescentes ocupados que residen en áreas rurales, el 66.9% participa en la rama de actividad económica correspondiente a «agricultura, caza, silvicultura y pesca» (OIT, 2004). Esto indica que una alta proporción de las personas menores de edad están expuestas a los riesgos arriba detallados. (Los resultados presentados en esta sección son tomados de los diversos estudios realizados en la región. En muchos casos, se trabajó con muestras intencionales por lo que los hallazgos no son generalizables al universo de niños, niñas y adolescentes trabajadores en la agricultura comercial).
Tomando como base los datos disponibles, la Organización Internacional del Trabajo, a través de su Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil, ha privilegiado el tema del trabajo infantil en la agricultura comercial. En ese marco, el Programa ha generado información adicional sobre el tema a través de la realización de una serie de investigaciones. Éstas se han realizado en muchos de los países de la región abarcando diversos cultivos comerciales, entre ellos, el café, tomate, brócoli, tabaco, banano, caña de azúcar y melón.
• Aspectos educativos
Si bien, en general, los niños, niñas y adolescentes que participan en el trabajo agrícola se encuentran matriculados, vale resaltar que sólo un 80 por ciento de la población entrevistada asiste a la escuela. Ello denota la brecha entre matrícula y asistencia. Asimismo, entre los asistentes a la escuela se evidencian altas tasas de repitencia y atraso escolar. De otro lado, la alta tasa de matrícula y asistencia es un indicador de la valoración positiva que las familias tienen acerca de la escuela y de su percepción sobre las oportunidades asociadas al estudio.
En relación a los que no asisten a la escuela, vale la pena enfatizar algunas de las razones esgrimidas. La ausencia de documentos de identidad, como por ejemplo el acta de nacimiento, ha sido mencionada en la mayoría de los estudios como una de las razones más recurrentes por las que los niños y niñas no asisten a la escuela (i.e., no se les aceptó la matrícula). Otra razón importante para abandonar la escuela es, justamente, tener que trabajar.
• Aspectos laborales
El inicio en el mundo del trabajo de los niños, niñas y adolescentes entrevistados indica que desde muy temprana edad se han visto inmersos en él. En muchos casos, la edad de inicio es antes de cumplir los 8 años. Esto indica que ellos y ellas iniciaron su participación en el mundo del trabajo al mismo tiempo que la escuela. En general, todos los estudios indican que la mayoría de los entrevistados participaba en alguna actividad económica antes de los 14 años.
Información importante es la que se obtiene sobre las jornadas de trabajo, tanto diarias como semanales. Las jornadas de trabajo diario contravienen cualquier disposición legal al respecto. En general, la jornada diaria promedio se encuentra alrededor de las cuatro o cinco horas, siendo una importante proporción de casos la que trabaja en jornadas diarias superiores a éstas. Los horarios deben evaluarse junto a las necesidades educativas de la población, ya que la mayoría de los niños, niñas y adolescentes debe combinar largas jornadas de trabajo con los turnos y tareas escolares. Igual consideración debe tenerse para las jornadas semanales que, en su mayoría, son de tres a cinco días.
Con respecto a los lugares de trabajo, la mayoría de los niños y niñas que realizan labores agrícolas han sido empleados por terceros o trabajan por cuenta propia. No obstante, existe un porcentaje importante, aproximadamente una cuarta parte, que trabaja con sus propios padres y madres, o en general con su familia, para un patrón o empleador.
• Riesgos y accidentes vinculados al trabajo agrícola
Como se mencionó líneas arriba, el trabajo agrícola en cultivos comerciales expone a niños, niñas y adolescentes a jornadas extenuantes bajo condiciones totalmente inapropiadas, tanto en términos ambientales como laborales. Entre algunas de las condiciones referidas se encuentran, por ejemplo, la manipulación de maquinaria peligrosa y/o pesada, el uso de herramientas punzo-cortantes, ruido excesivo, exposición repetida a la radiación solar, posiciones ergonómicas inapropiadas, exposición a insectos y a materiales contaminantes o dañinos como insecticidas o herbicidas. Además de estos factores fisiológicos e higiénicos, el trabajo agrícola limita las posibilidades de desarrollo intelectual y emocional de los niños, niñas y adolescentes ya que los fuerza a un proceso en el que se convierten en adultos a una edad temprana, lo que les produce daños permanentes.
Algunos indicadores sobre la peligrosidad de las actividades realizadas por los niños, niñas y adolescentes son evidenciados a través de las lesiones y accidentes a los que están expuestos. Así, la población de estudio manifiesta haber sufrido en su mayoría infecciones (respiratorias, digestivas, dermatológicas y auditivas), lesiones en partes del cuerpo (ojos, manos, pies), problemas musculares y óseos permanentes, fracturas, y maltrato físico y verbal.
País
Cultivo
América
Central y
República Dominicana
Costa Rica
República Dominicana
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
Panamá
Café
Tomate, café, arroz, tabaco
Caña de azúcar
Café, brócoli
Café, melón, tabaco,
Café, granos básicos
Café
América del Sur
Bolivia
Ecuador
Caña de azúcar
Floricultura, banano
Cuadro 2. Investigaciones sobre trabajo infantil en agricultura comercial según país y cultivo. Fuente: OIT-IPEC.
Sinopsis del trabajo infantil en la producción de tomate, República Dominicana
Foto: OIT-IPEC/Juan Andujan
• El estudio se realizó en el municipio de Azua de Compostela y los distritos municipales de Sabana Yegua y Pueblo Viejo y se encuestó a 3.030 niños, niñas y adolescentes.
• El trabajo infantil en producción de tomate es compartido por niños, niñas y adolescentes varones y mujeres. En la población estudiada, se encontró que el 60% eran varones y el 40% mujeres. El 74% tiene entre 10 y 17 años.
• El 15% no sabe leer ni escribir.
• El 91.5% asiste a algún centro educativo. No obstante, al observar las variables edad y nivel/grado escolar, se observa una alta proporción con rezago escolar.
• El 100% participó en la producción de tomate el año anterior.
• Más del 80% inició trabajo antes de cumplir los 8 años.
• La mayoría ha sufrido dolores de espalda y cuello debido a las posturas adoptadas en la recolección del tomate (i.e., cuclillas).
Fuente: OIT-IPEC. 2000.
Sinopsis del trabajo infantil en la producción de caña de azúcar, El Salvador
Foto: OIT-IPEC/Italo Cardona
• El estudio abarcó 18 municipios del país y 4.753 niños, niñas y adolescentes (NNA).
• El trabajo de zafra es realizado predominantemente por varones. Una alta proporción de ellos tiene entre 10 y 14 años.
• Entre las características educativas relevantes, se observó que 8 de cada 10 NNA que trabajan, asisten a la escuela; sin embargo, teniendo en cuenta el esfuerzo físico que deben realizar en esta actividad, muchos de ellos se encuentran en riesgo de deserción, repetición y bajo nivel de rendimiento académico. La actividad central es la roza de caña, la cual absorbe a 9 de cada 10 NNA que trabaja. El resto realiza actividades tales como «carrilear», recoger caña, basurear. Si bien estas actividades pueden considerarse secundarias, son también extenuantes.
• En promedio trabajan 4,3 horas diarias y obtienen un ingreso diario promedio de $3,14.
• En relación a su desarrollo, los NNA que laboran en la zafra muestran deficiencias en su perfil físico, psicológico y de interacción social.
Fuente: OIT-IPEC, 2003.
Conclusiones generales
El trabajo infantil es un problema asociado a las condiciones de pobreza de las poblaciones en las que éste se da con mayor incidencia. Así, una de las principales causas del trabajo infantil es la necesidad de las familias de generar ingresos complementarios para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y vivienda. No obstante, debe entenderse también que la temprana iniciación en el trabajo infantil, en muchos casos, genera el descuido y/o abandono del sistema escolar, desencadenándose mayores niveles de pobreza entre una población poco calificada y con limitadas posibilidades de competir en el mundo laboral adulto.
Es posible señalar también que el trabajo infantil
• se relaciona a factores que se encuentran en los niveles «macro» y «micro» de la sociedad. Esto es un asunto definido, en gran medida, por la estructura económica pero orientada por expectativas familiares más inmediatas. Si bien el tema debe entenderse como el resultado de la dinámica existente entre oferta y demanda de mano de obra, también lo es como resultado de un conjunto de determinantes que pasa por cuestiones culturales y sociales;
• es un tema profundamente asociado a la educación. En los estudios revisados, el peso de la variable educación se hace evidente en cada uno de los grupos de informantes. Así, para el caso de los niños, niñas y adolescentes trabajadores existe una correlación negativa entre trabajo infantil y asistencia a la escuela, así como los efectos que éste suele tener en indicadores de rendimiento, deserción, y atraso. Por el lado de los padres y madres de familia, así como el de los empleadores, el nivel de instrucción mostró estar relacionado a las percepciones y prácticas en torno al trabajo infantil: A mayor nivel educativo, mayor reticencia al trabajo infantil;
• es un tema que alude a un mundo de representaciones culturales. Entre los padres y madres, el trabajo es altamente valorado como formativo y como fuente para crear conocimientos, habilidades y destrezas entre los niños, niñas y adolescentes trabajadores. Así, el trabajo a edad temprana es visto por la mayoría de padres y madres de familia como una «inversión» en la forja de capacidades de sus hijos e hijas, convirtiéndose en un medio de formación para la vida.
En general, el uso del tiempo libre entre los niños, niñas y adolescentes entrevistados es escaso o inexistente. Muchos de ellos y ellas invierten sus horas de recreación en sus actividades laborales. A ello se suma que algunos padres y madres de familia perciben el trabajo infantil como un «juego» y una distracción para sus hijos e hijas que resulta complementaria a sus actividades escolares.
En el caso de la participación del trabajo agrícola, existen varias particularidades que es necesario mencionar, partiendo del hecho de que, aunque se trata de una actividad de marcada participación masculina, la proporción de niñas y adolescentes mujeres en distintas tareas del ciclo productivo, aunque menor, no es despreciable. A la vez, debido a la gran diversidad de tareas que el ciclo agrícola implica, y dado que algunas son consideradas tareas sencillas y que no requieren especialización, existe una alta incidencia entre las personas menores de diez años de edad.
La agricultura, como se sabe, es una actividad estacional. Así, es necesario tomar en cuenta que los niños, niñas y adolescentes que participan en esta actividad no necesariamente dejan de trabajar cuando el ciclo concluye. Se ha encontrado que ellos y ellas se desplazan durante el año o bien a otros cultivos o a otras ramas de actividad tales como el comercio o los servicios.
Dadas las condiciones en las que se realiza, la agricultura es una actividad considerada altamente riesgosa. Entre sus principales características de peligrosidad se encuentran la manipulación de cargas pesadas, el uso de herramientas punzo-cortantes, la exposición al sol y la lluvia, la contaminación por el uso de herbicidas e insecticidas, y la alta probabilidad de sufrir lesiones y accidentes. Así, la evidencia empírica acerca de estas condiciones debería llevar al diseño e implementación de medidas para evitar que la niñez y adolescencia sigan expuestas a estos riesgos.
Finalmente, a pesar de los diversos esfuerzos orientados a prevenir y eliminar el trabajo infantil peligroso en la agricultura comercial que se viene realizando en diversos países de la región, aún es necesario seguir trabajando a distintos niveles. Por un lado, se debe fortalecer a las instituciones responsables de velar por el bienestar de la niñez y promover un mayor compromiso político por parte de las autoridades. Asimismo, es necesario seguir sensibilizando a la población en general acerca del tema a través de campañas informativas sobre el tema. El futuro de los niños expuestos a los riesgos de la agricultura comercial se inicia hoy. No los hagamos esperar por una respuesta colectiva a sus necesidades.
Silvana Vargas Winstanley
Consultora externa sobre Estudios de Línea de Base y Monitoreo de Trabajo Infantil para América Latina y El Caribe, Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT-IPEC). Profesora visitante de la Universidad Nacional Agraria La Molina.
Correo electrónico: anavlis_2004@yahoo.com
Referencias
– Forastieri, Valentina, 1997. Children at work: Health and safety risks. OIT, Ginebra.
– Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2004. Análisis del Trabajo Infantil y Adolescente en América Central y República Dominicana. San José, Costa Rica.
– OIT, 2003. Trabajo infantil agrícola en Republica Dominicana: Síntesis de estudios de línea de base. San José, Costa Rica.
– OIT, 2002. A future without child labor. Ginebra.
– OIT-IPEC, 2003. Estudio de línea de base sobre el trabajo infantil en la caña. Investigador responsable: Oscar Godoy. Reporte final. Resumen elaborado por William Lázaro.
– OIT-IPEC, 2000. Diagnóstico sobre la dimensión, naturaleza y entorno socioeconómico del trabajo infantil y adolescente en la producción de tomate. Investigador responsable: Redes Consulting Group. Reporte final.