junio 2004, Volumen 20, Número 2
La próxima generación: los niños y la agricultura

Sistemas agroforestales y de caña de azúcar en espacios escolares: una experiencia en el centro oeste de Colombia

JOSÉ UBEIMAR ARANGO ARROYAVE, GERARDO MAJORÉ Y ABILIA BAILARÍN | Página 26-27
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El resguardo de los ríos Chajeradó – Turriquitadó, donde habita parte de la población indígena ‘emberá’ (variación dialectal Eyavida), cubre una extensión aproximada de 42.300 hectáreas (Salazar, 2000).

Se ubica en el Municipio de Murindó, en la subregión conocida como Medio Atrato Antioqueño, al centro-oeste de Colombia. Siguiendo la clasificación de Holdridge (1978), dentro del resguardo se aprecian formaciones vegetales de bosque muy húmedo tropical (bmh-T) y de bosque pluvial tropical (bp-T). Los suelos, clasificados como Entisoles e Inceptisoles, muestran una fertilidad natural baja y un pH ácido (4,2 a 5,2), además de bajos contenidos de materia orgánica debido a su acelerada mineralización (Herrera et al., 1997). En términos generales, las condiciones medioambientales imponen restricciones severas a las actividades agropecuarias convencionales: estas comunidades indígenas practican la rotación de barbechos conocida como agricultura migratoria. Es fácil encontrar también huertos mixtos tradicionales (de estructura compleja, estratificada y con alta diversidad) conocidos como sistemas agroforestales simultáneos por poseer un componente agrícola y uno arbóreo en el mismo terreno (CATIE y OTS, 1986).

Aunque el Estado colombiano ha venido reconociendo y apoyando a distintos grupos indígenas mediante el saneamiento y titulación de sus territorios, las nuevas dinámicas económicas, sociales, ambientales y culturales que impone el modelo de desarrollo convencional han resultado en grandes transformaciones en las modalidades de uso, manejo y conservación de los recursos naturales; así como también de los patrones de ocupación territorial. Esto ha impactado negativamente en la vida de las poblaciones indígenas, especialmente en el caso de los ‘emberá’, modificando muchas de sus actividades cotidianas y de sus hábitos alimenticios. Este nuevo contexto ha hecho que estas poblaciones de cazadores, recolectores y pescadores hayan tenido que adoptar nuevas estrategias de vida, respondiendo a las exigencias de su relación con la denominada «sociedad mayor», y también a los cambios dados principalmente por la constante intervención y fragmentación de los bosques primarios de sus territorios. Esto es algo que se ha dado mayormente por las explotaciones madereras mecanizadas que vienen caracterizando a la región del Pacífico colombiano.

De dónde surge esta propuesta

Vivero-escuela ‘Chajeradó’ / Foto: Autores

Durante los últimos años se han venido ejecutando dos proyectos en la zona como resultado del convenio entre la Organización Indígena de Antioquia (O.I.A.), la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Urabá (CORPOURABA) y el Ministerio del Medio Ambiente colombiano. El componente de agroforestería y de caña de azúcar fue una de las líneas principales de los proyectos «Fomento de los sistemas de producción agrícola sostenibles en el marco del Plan de Restauración y Manejo Ambiental del Resguardo de los Ríos Chajeradó–Turriquitadó» y «Fortalecimiento Organizativo y Educativo para el Manejo y la Gestión Ambiental en el Resguardo de los Ríos Chajeradó– Turriquitadó». Esto fue propuesto, realizado y desarrollado durante el período 2000 – 2002 en las escuelas indígenas de Chajeradó, Chibugadó, Ñarangue y Guaguas, con el objetivo específico de contribuir al restablecimiento de las condiciones de bienestar comunitario e individual lesionadas por el aprovechamiento forestal mecanizado en los espacios escolares del resguardo, y a la vez fortalecer la gestión ambiental mediante el apoyo a los procesos educativos del Resguardo Indígena de Chajeradó mediante propuestas de fomento de sistemas de producción agrícola.

Fases metodológicas

A través de una serie de discusiones, reflexiones y talleres con los asesores y los profesores indígenas se vio la necesidad de trabajar una hectárea en agroforestería por escuela, y un cuarto de hectárea en caña de azúcar. La mitad de estos espacios fueron propuestos siguiendo el concepto cartesiano de linealidad y rectangularidad, mientras que la otra mitad siguió la forma espacial tradicional, sin trazado específico alguno (modelo conocido como «pata gallina»), copiando la manera como se encuentran las plantas en un espacio boscoso.

Para poner esto en marcha se tuvo:

• Asesorías previas a los asesores y a los profesores indígenas sobre los temas y la metodología a desarrollar en la construcción curricular, partiendo especialmente de la relación entre la escuela ‘emberá’ y la naturaleza;

• Talleres teórico-prácticos que articulen el área de Ciencias Naturales y Exactas, con énfasis en el sistema productivo ‘emberá’ de selva y la propuesta agroproductiva a fomentar;

• Experimentación escolar en cada una de las cuatro escuelas, comenzando con la construcción de viveros (uno por escuela);

• Recorridos de campo con los asesores, profesores, estudiantes y promotores agrícolas para la consecución de semillas en los espacios de uso agrícola familiar;

• Recorridos de reconocimiento con los mismos actores para la identificación de suelos aptos para el montaje de las parcelas escolares;

• Concertación con las unidades familiares para los arreglos de las parcelas agroforestales a implementar;

• Recorridos de campo (reconocimiento) con cada una de las unidades familiares para la identificación de los suelos de mayores aptitudes agrícolas para la propuesta a implementar;

• Establecimiento de las parcelas, incluyendo las labores previas necesarias (socola – tumba – trazado – ahoyado – sembrado), retomando el concepto ‘minga’ o convite ‘emberá’; y

• Seguimiento y monitoreo, incluyendo a los estudiantes, profesores y al asesor del Proyecto.

Especie

Nombre Científico

Nombre en Emberá

Familia

Número de
individuos / Hectárea
Cedro
Roble Guanábana Zapote
Limón
Papaya Caimito
Bacao Chontaduro Marañón Aguacate Árbol del pan
Guamo Plátano Banano Primitivo Pelipita Popocho Borojó

Cedrella odorata Tabebuia rosae
Annona muricata
Matisia cordata
Citrus medica
Carica papaya
Pouteria sp
Theobroma bacao Bactris gasipaes
Zizigium malaccensis
Persea americana Arthocarpus altilis
Inga edulis
Musa balbisiana
Musa acuminata
Musa sp
Musa sp
Musa sp
Borojoa Patinoi

Ogó
Roble
Wanawanajó
Nejó
Limonajó
Papayajó
Nesarrajó
Kurujó
Jenga

Begó
Wapán
Tuetajó
Padá

Pirimí

Burujó

Lamiaceae Bombacaceae Annonaceae Bombacaceae Rutaceae
Caricaceae Zapotaceae Sterculiaceae Arecaceae
Myrtaceae
Lauraceae
Moraceae
Mimosaceae
Musaceae
Musaceae
Musaceae
Musaceae
Musaceae
Rubiaceae

16
15
15
15
12
12
15
12
15
12
12
15
12
24
20
20
20
20
14

Total

296
Tabla 1. Diversidad interespecífica en el fomento de parcelas agroforestales

Como se ha señalado, todo esto se llevó a cabo en la escuela indígena de Chajeradó (con 57 estudiantes y 2 profesores), así como en las escuelas de Chibugadó (42 estudiantes y 2 profesores), Ñarangué (21 estudiantes y 1 profesor) y Guaguas, donde participaron 52 estudiantes y 2 profesores. Con todos ellos se trabajó espacios agroforestales que incluyeron una amplia diversidad de especies (ver Tabla 1). También se utilizó diferentes variedades de caña de azúcar (Saccharum officinarum), incluyendo a aquellas conocidas como Caña Blanca, (POJ 2878),Caña Rayada, Caña Ricarda (POJ 2714), Caña Croscros y Caña Cólera. Todas fueron sembradas bajo los sistemas de siembra a cogollo (sistema y selección de semilla tradicional en el cual se escogen los últimos 3 entrenudos con algunas de sus hojas podadas) y estaca horizontal a una distancia de 2 metros entre plantas, sembrándose un promedio de 1352 semillas (estacas y cogollos) en cada espacio de ¼ de hectárea.

El material vegetal usado para el fomento de los sistemas agroforestales, así como para la producción de caña de azúcar, fue de la misma zona, ya que éste es el que más se adapta a las condiciones fitosanitarias y ambientales. Con el limón (Citrus medica) y la papaya (Carica papaya) se tuvo dificultades con la germinación de la semilla, habiendo sido poco el material reproducido de estas dos especies. Ambas fueron sustituidas en parte por la arazá (Eugenia spititata), que también aporta vitamina C, y por el carambolo (Averhroa carambola), especies que los estudiantes ‘emberá’ han visto cultivar, manejar y preparar en las comunidades Negras de Bojayá (Chocó).
Consideraciones finales

Los arreglos agrícolas fomentados se aproximan a los espacios de huerto mixto tradicional, combinando conocimientos desde la perspectiva ‘emberá’ y la agronomía formal. Con ellos se proponen alternativas agroproductivas que incluyen la mayor agrobiodiversidad posible, tanto entre especies como entre variedades. Desde el punto de vista cultural, ecológico y económico, esta agrobiodiversidad es lo que mejor se ajusta a la zona y al grupo étnico que allí vive. Se basan además en especies vegetales de alto y variado valor nutricional y energético.

Desde el punto de vista agronómico-productivo, el modelo ha mostrado ventajas claras. Por ejemplo, la estrategia de dejar que crezca la vegetación secundaria, limpiando sólo el espacio sobre los surcos cuando esta vegetación compite por luz con las plantas sembradas, ha resultado en una disminución gradual en la intensidad de daño y ataque de las hormigas arrieras (Atta cephalotes y Atta colombica), disminuyendo también el ataque del insecto barrenador (Hipsiphilla grandella) en las plántulas de cedro (Cedrella odorata).

Pero las ventajas han estado también en la interacción con las actividades regulares de cada escuela, algo que se observó de diferentes maneras. Tanto en los espacios agrícolas como en los viveros, el seguimiento y monitoreo, por ejemplo, permitió la interacción del área de ciencias naturales y de matemática a partir de las observaciones de tipo cualitativo y cuantitativo. Al reconocer el daño sufrido en sus territorios por el aprovechamiento forestal a gran escala y de manera no apropiada por la intervención de empresas madereras, todos los involucrados ven en este tipo de propuestas la posibilidad de procesos de reconstrucción de su tejido social, el cual consideran vital se inicie desde la escuela.

 

José Ubeimar Arango Arroyave, Gerardo Majoré y Abilia Bailarín

José Ubeimar Arango Arroyave
Asesor Organización Indígena de Antioquia (O.I.A)
Correo electrónico: imandau@yahoo.ca

Gerardo Majoré
Profesor indígena, Comunidad Emberá de Chajeradó

Abilia Bailarín
Profesora indígena, Comunidad Emberá de Chajeradó

Referencias
– Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) y Organización para Estudios Tropicales (OTS), 1986. Sistemas Agroforestales. Principios y Aplicaciones en los Trópicos. San José.
– Herrera, D. et al., 1997. Impacto de la explotación forestal mecanizada sobre los ‘‘emberá’’ del resguardo de Chajeradó. Municipio de Murindó, Departamento de Antioquia. Vol II. Identificación de Impactos, Dimensión Biofísica. Universidad Nacional de Colombia y Universidad de Antioquia. Medellín.
– Salazar, C., 2000. Dayi Drua nuestra tierra. Comunidad y territorio indígena en Antioquia. Pregón Ltda., Medellín.

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