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El propósito de este comentario es para motivar una reflexión colectiva sobre los siguientes puntos:

• Si bien la biotecnología representa uno de los avances más importantes en las ciencias biológicas de las últimas décadas, y aunque el término sea relativamente nuevo, la noción y la práctica de la misma se remonta a hace más de 10.000 años, con las primeras domesticaciones de plantas, animales y el principio de los sistemas agrícolas. Por ejemplo, hace más de 6.000 años los egipcios usaban levadura para elaborar pan y los sumerios para hacer cervezas. Asimismo, la obtención de productos desde la antigüedad, como es el caso del pan, los vinos, las cervezas, el vinagre, los quesos, el yogur, los alimentos, etc, se lograron aprovechando procesos de fermentación, que son la base de los procedimientos actuales y se reconocen como biotecnologías de primera generación. La aparición de los antibióticos en los albores del siglo XX, nos introdujeron en la biotecnología de segunda generación. Asimismo, y aunque su práctica se remonta a varios siglos antes de nuestra era, en las últimas décadas se fortalece con mayor relevancia el Control Biológico, partiendo del principio de equilibrio y revalorización de la biodiversidad mediante la utilización de organismos vivos como antagonistas naturales de organismos considerados plagas y/o vectores de enfermedades humanas. Es a partir de los años 70 que, al anunciarse la expresión de ADN recombinante en condiciones de laboratorio, ingresamos en la biotecnología de tercera generación. En esta etapa se inicia lo que se llamaría más tarde Ingeniería Genética, la misma que se fundamentó en la elaboración de métodos para extraer genes individuales de las células de mamíferos e insertarlos en microorganismos, como las bacterias.

• Por lo anterior, podemos afirmar que la biotecnología en sí no debe ser satanizada. Tal vez lo más acertado sea hablar, en el caso de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), de productos de los nuevos procesos biotecnológicos o, mejor, productos obtenidos de la manipulación genética. La biotecnología, cuando se utiliza con fines éticos y pacíficos (Segunda Generación), puede, y de hecho contribuye, a lograr mejores cultivos y productos alimenticios, medicamentos y productos para prevenir enfermedades, vacunas, productos industriales, nuevos agentes de diagnóstico é inclusive para contrarrestar el deterioro ambiental. Es decir, la biotecnología y sus productos pueden ser utilizados para el beneficio de la humanidad, de la naturaleza, como de hecho aportan a lo siguiente:

– La mejora de la calidad de los alimentos
– El control biológico de plagas y enfermedades en los cultivos agrícolas y en enfermedades humanas
– La biorremediación
– El mejoramiento y/o conservación del habitat de los animales
– La elaboración de vacunas

– La biodegradación
– La lixiviación
– La asociación de plantas
– Producir combustible y energía
– La elaboración de biosensores
– La conservación de recursos genéticos nativos
– El fortalecimiento de la biodiversidad

El desarrollo de la moderna biotecnología, ha estado muy relacionada al desarrollo económico de cada país y en un contexto determinado. La moderna biotecnología, tiene alcances de dominio muy ligado a la globalización y al comercio sin límites (salvaje), donde todo vale para incrementar las ganancias de los principales agentes de esta política de dominación, como son las empresas transnacionales. En este sentido, su auge y avance se ha dado en los países altamente desarrollados e industrializados, en estrecha dependencia con sus medios de producción, por las demandas generadas y obviamente por el estancamiento económico, fruto de la destrucción de la biodiversidad, la desaparición de los recursos genéticos en dichos países, los que buscan además, mantener y afianzar su dominio mediante otros procesos de la biotecnología que incorporen esta vez, la manipulación genética. Los países del Sur, como son los países latinoamericanos, africanos y asiáticos son muy ricos en recursos genéticos y están seriamente amenazados por esta nueva estrategia de dominio. En este sentido, el propósito de este número de LEISA Revista de Agroecología, es relievar las experiencias que existen en los países del Sur, como alternativa a la manipulación genética que realizan las empresas transnacionales del Norte.

Por lo anterior, considero que no sería muy apropiado referirse a la biotecnología como sinónimo de la Manipulación Genética o de los OGMs, máxime si consideramos que los países latinoamericanos han desarrollado la biotecnología de segunda generación, de manera mucho más profunda y amplia que los países del Norte. Dicha biotecnología es una real alternativa a la dependencia respecto del Norte, lo que significa la revalorización de la gran biodiversidad existente en la mayoría de los países del continente sudamericano y que, además, comprende el control biológico, el rescate, fortalecimiento y multiplicación de germoplasma nativo, la utilización de plantas para el control de insectos y, los cientos de prácticas culturales ancestralmente usadas por los pueblos indígenas o nativos.

Miguel Angel Crespo
Editor invitado

Referencia: Dr. Miguel Angel Crespo – PROBIOMA
E-mail: probioma@roble.scz.entelnet.bo

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