octubre 2001, Volumen 17, Número 2
¿Globalizarse o localizarse?

La iniciativa de Yunnan: propuestas internacionales sobre diversidad cultural y biológica

ANA MARÍA FRIES | Página 33
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El año pasado se desarrolló en la Provincia de Yunnan, República Popular de China, el Congreso Internacional sobre Diversidad Cultural y Biodiversidad. La Iniciativa de Yunnan es uno de los resultados de este evento:

“Esta Iniciativa proporciona una visión, principios y acciones para reforzar la capacidad de los grupos locales para vigorizar sus tradiciones culturales en evolución a la vez que encontrar soluciones innovadoras para mejorar sus modos de vida y fortalecer la biodiversidad.

En su preámbulo, la Iniciativa de Yunnan llama la atención sobre las grandes incertidumbres que enfrentan las culturas locales (e indígenas) en su esfuerzo por utilizar, criar sustentar los diversos paisajes en los que viven y de los cuales dependen. Entre las más poderosas fuerzas contemporáneas que modelan tanto las culturas locales como la biodiversidad se encuentran diversas políticas gubernamentales y la expansión de los mercados regionales, nacionales e internacionales. Estas fuerzas son positivas en algunos casos y no lo son en otros.

Al mismo tiempo que se reconoce que algunos grupos locales tienen mayor capacidad de respuesta que otros. Para garantizar un flujo equitativo y sostenible de beneficios, las actividades de los grupos locales pueden ser fortalecidas cuando son apropiadamente apoyadas por organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, y el sector empresarial. Estas asociaciones deben estar basadas en procesos participativos y en el diálogo intercultural, para el logro de una interacción entre los lenguajes y conocimientos locales y el lenguaje y conocimiento científicos”.

Los 240 participantes llegados desde los cinco continentes enfocaron, entre otros, los efectos que causa la globalización económica sobre la agricultura campesina y la conservación de características culturales y riquezas biológicas locales. Igualmente fue debatido el impacto de la llamada “economía verde”. Tres de los ocho grupos de trabajo constituidos trataron aspectos de “Agrobiodiversidad”, “Manejo de recursos comunitarios” y “Globalización, mercados y biodiversidad”. Reproducimos a continuación algunas de las reflexiones y acciones recomendadas:

“La intensificación agrícola ocurrida en los últimos decenios ha tendido a reducir la biodiversidad en las tierras agrícolas. Esto amenaza la sostenibilidad de la agricultura, que es además afectada por las actuales tendencias de desarrollo, tales como la propagación de los cultivos genéticamente modificados, mayor predominio de grandes empresas de semilla, globalización y la creciente integración de minifundios en los mercados.

La cultura y la agrobiodiversidad se encuentran generalmente íntimamente vinculadas en las sociedades indígenas y otras sociedades tradicionales y hay en consecuencia una necesidad de abordar la agrobiodiversidad también desde una perspectiva cultural. Se necesita por ejemplo crear conciencia acerca de la estrecha relación entre la cultura alimentaria y los cultivos poco usados y/o nativos (que son la reserva de la agrobiodiversidad). La comida rápida y al paso se basará cada vez más en los cultivos comerciales globalizados, que reducirán la variedad alimentaria y a la vez el uso de granos y verduras, tubérculos, raíces y frutas poco usados o nativos.

En todas partes, las comunidades han estado aprendiendo cómo administrar sus recursos en su propio contexto local. Estas experiencias indican que las comunidades pueden aprender por cuenta propia y que su aprendizaje puede fortalecerse con una buena facilitación. Se les presentan muchos temas nuevos, tales como la pérdida de tierras agrícolas por la ampliación urbana o el crecimiento de la población, lo que contribuye a la degradación de los recursos naturales locales”.
Mercados y comunidades locales
“Los mercados mundiales y regionales pueden tener repercusiones tanto positivas como negativas sobre la biodiversidad y las culturas locales. La posibilidad de generación de ingresos para los miembros locales de la comunidad es potencialmente positiva. Sin embargo, la comercialización de los productos localmente disponibles (incluido productos intangibles como la cultura) no asegura que las comunidades locales se beneficiarán de una manera equitativa y sostenible.

El hecho de perseguir continuamente un aumento del consumo económico, entrará inevitablemente en conflicto con la conservación de los valiosos recursos ecológicos y culturales, a menos que estos valores se incorporen en medidas de progreso económico.

La economía verde debe esforzarse para potenciar al máximo los recursos humanos. Al desarrollar una economía verde, debe ser una prioridad el perfeccionamiento de los recursos de capital humano y social, incluyendo la provisión de oportunidades laborales productivas para todos.

El negocio debe centrarse en reducir al mínimo el uso de recursos para satisfacer las necesidades, en lugar de maximizar el consumo. Hay muchos modelos y mecanismos que pueden fomentar la creación de una cultura empresarial que procura reducir al mínimo el uso de recursos.

Los temas para considerar en este sentido incluyen:

Compartir beneficios: Fortalecer la participación local, en particular mediante el desarrollo de mecanismos que incorporen en mayor grado a las comunidades locales en compartir los beneficios, es un pre-requisito necesario para la utilización sostenible de la biodiversidad y de los recursos culturales.

Acceso a los mercados: Se refiere a la necesidad de tomar medidas positivas para asegurar que las comunidades locales tengan acceso a los mercados, por ejemplo al proveer información sobre los precios, los compradores, las tecnologías y creando arreglos institucionales que hagan más rápidos los enlaces comerciales.
Cosecha sostenible: La volatilidad de los precios puede tener repercusiones rápidas sobre el comportamiento de los productores, dando lugar por ejemplo a una sobre-cosecha precipitada de productos no maderables de los bosques y de otros productos. El conocimiento de los mecanismos para asegurar la cosecha sostenible de tales productos puede incluir regulaciones de precios, creación de organizaciones de mercadeo y la introducción de técnicas y tecnologías apropiadas de cosecha.
Apoyar la creación de mercados para los productos sostenibles. Se trata de aumentar la comprensión tanto de los habitantes locales como de los consumidores potenciales acerca del uso sostenible de los recursos naturales, mediante esfuerzos de educación pública dirigidos a productores y consumidores. Esto sería esencial para crear mercados externos que puedan sostener culturas locales y recursos biológicos.

Informe de Ana María Fries
participante del Congreso Internacional de Cultura y Biodiversidad
(Centro de Biodiversidad y Conocimiento Indígena de Kunming
Prov de Yunnan, República Popular China)
realizado el año 2000 con el auspicio de la Academia China de Ciencias
Ana María Fries: tafries@chavin.rcp.net.pe

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