enero 2001, Volumen 16, Número 3
Cultivando en el bosque

Forestería análoga: Una alternativa a rozar y simplificar

RANIL SENANAYAKE | Página
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La agricultura moderna y las prácticas de forestería han devastado muchos ecosistemas naturales y tradicionales y sus diversas flora y fauna, reemplazándolas con monocultivos diseñados para una máxima producción a corto plazo.

Los ecosistemas resultantes, altamente simplificados, son inestables e insostenibles y con frecuencia requieren de considerables insumos externos. No son solamente los pobres los que han saqueado los ecosistemas forestales locales; la agricultura y la silvicultura modernas, de desarrollo, con frecuencia son más destructivas que la «tumba, roza y quema».

El Centro de Investigación NeoSynthesis en Mirahawatte, Sri Lanka, ha examinado alternativas a la forestería moderna y ha desarrollado una estrategia para intensificar la agricultura de una manera ecológicamente sólida. Veinte años de experimentación de campo han conducido a un enfoque que intenta trabajar de acuerdo con los designios de la naturaleza. Este sistema se conoce como Forestería Análoga (Senanayake, 1987). El trabajo del Centro demuestra que el cambio a un cultivo de árboles diseñado de manera más ecológica, trae de nuevo la estabilidad económica y ecológica.

Huertos domésticos forestales

Los huertos domésticos forestales son una forma tradicional de cultivo en Sri Lanka y también son comunes en otras áreas tropicales. Los huertos forestales son lotes de tierra cultivada, dominados por árboles y arbustos perennes, que tienen la apariencia de un sistema de bosque. Los huertos generalmente están situados cerca a los hogares de los agricultores y proporcionan una amplia variedad de alimentos, combustible, forraje, madera y plantas medicinales. También dan un ambiente fresco y placentero para vivir. La composición de las especies de árboles varía según el clima y la altitud, y es producto de la experimentación de muchas generaciones de agricultores, de la cultura y creencias espirituales y de la necesidad económica.

La forestería análoga en Sri Lanka se basa en la fuerza de este paradigma tradicional. Muchos huertos domésticos boscosos mimetizan la sucesión natural de especies que se encuentra en la vegetación de los bosques locales. El uso de etapas de sucesión de los ecosistemas naturales, para diseñar un sistema de cultivos, fue reportado por primera vez por Hart (1980). Él vio esto como una forma análoga a los procesos naturales. Reconoció el hecho que, con el tiempo, un bosque progresa y pasa de pastos al clímax del bosque, y de que todos los organismos, desde los pastos hasta los árboles, representan al bosque.

Diseño de forestería análoga

En un bosque análogo, los árboles y las plantas son similares a los de los ecosistemas nativos. Proporcionarán alimentos o micro hábitats para las especies nativas, pero también suplen necesidades de los humanos. Esto requiere una cuidadosa selección de especies análogas. Al diseñar un sistema forestal análogo, es importante recordar que, debido a la sucesión natural de las especies, éste será un sistema dinámico y uno que madurará. Por eso, se necesita un enfoque dinámico para el manejo y, además, comprender cómo se puede usar la maduración como un indicador de rendimiento. También es importante identificar oportunidades para crear micro hábitats. Se hace más fácil proteger especies «claves» si el agricultor desarrolla este conocimiento. El planificar un bosque análogo es muy específico a la situación y con frecuencia involucra diferentes diseños que reflejan las características de los ecosistemas locales. A medida que el sistema madura, se crearán oportunidades de producción y se maximizará la diversidad de las especies.

Alternativa a la «roza, tumba y quema»

La forestería análoga hace innecesario limpiar campos para cultivos anuales por medio de técnicas de tumba y quema. El factor sombra da condiciones favorables para plantas de sombra, como por ejemplo, cardamomo (Eletteria cardamomum), trébol (Trifolium), nuez moscada (Myristica fragans) y pimientos (Capsicum), que a su vez, le dan al agricultor más potencial de renta que los cultivos anuales. Una vez que se han establecido los cultivos de sombra, los agricultores se resisten a abrir el follaje porque si regresan a la práctica de tumba y quema, destruirían el potencial ofrecido por estos valiosos cultivos. Un incremento en la diversidad de cultivos -incluyendo plantaciones de árboles- proporciona otros beneficios sociales y económicos, reduce riesgos e incrementa la demanda de mano de obra agrícola experimentada.

Al igual que un bosque, esta comunidad de árboles promueve la estabilidad ambiental, conserva la biodiversidad y facilita la producción de agua limpia. El reconocer estas funciones es una característica importante de la forestería análoga. Se ha demostrado que el entorno creado por este tipo de sistema de silvi-cultivos incrementa la biodiversidad y la estabilidad del ecosistema dentro de los sistemas de producción. Los registros de Sri Lanka muestran que muchas especies de flora y fauna han regresado a las fincas donde se han establecido bosques análogos.

Preservación de la biodiversidad

Así como la preservación es la manera ideal de mantener los niveles originales de la biodiversidad de los bosques, los recursos son demasiado limitados como para comprar o programar áreas protegidas.

No es suficiente establecer áreas protegidas y reservas privadas para asegurar la sostenibilidad de muchas especies nativas. En mayo del año 2000, en un taller llevado a cabo en Quito, Ecuador, auspiciado por el Ministerio de Bosques y por una ONG local, Rainforest Rescue, se hizo evidente que muchas áreas actualmente descritas como «sin bosques» en el mapa nacional forestal, en realidad contenían un porcentaje muy alto de parches y corredores boscosos. En algunas regiones, ONG locales informaron que la cubierta de bosques se extiende a más del 50 % del área agrícola. Si no se trata con urgencia el manejo de estos parches boscosos y la extensión de los corredores, la actual política de considerar estas áreas como desprovistas de bosques será una profecía convertida en realidad. En esta región, los proyectos de forestería análoga han demostrado qué efectivo es reconectar los parches dispersos a través de un «corredor análogo».

Para restablecer los componentes de la biodiversidad natural es frecuente que el diseño de la forestería análoga vaya más allá de los linderos de la finca y se alienta a los agricultores a pensar en función de los efectos fuera de sus propiedades y en la continuidad de los corredores y los sistemas de drenaje.
Elementos críticos

Los programas que usan la forestería análoga, tales como el Programa de Huertos Forestales de Counterpart International, identificaron varios factores que fueron críticos en su trabajo desarrollado en Sri Lanka, Filipinas y México.

•Una red de viveros locales de plantones y bancos comunales de semillas para proporcionar un rango diverso de reservas de semillas y plantones de especies para los agricultores rurales que quieran ampliar sus huertas con árboles para subsistencia y comerciales, parcelas de madera y cinturones locales de árboles.

•Un «fondo de semillas y herramientas» para ayudar a que los agricultores rurales compren los materiales que necesitan para mejorar su agricultura y la capacidad de manejo de la tierra.

•Asistencia técnica y capacitación para ayudar a que los agricultores diseñen, planten y mantengan sus bosques análogos, parcelas maderables y bosques amortiguadores (buffer).

•Materiales para la educación rural adaptados para uso local que puedan fomentar la agricultura mejorada, las empresas basadas en la producción de la finca, la nutrición para la comunidad, la salud familiar y el manejo del medio ambiente local.

•Para obtener mejores precios, los extensionistas deberían trabajar junto con los distribuidores de productos con demanda específica (nicho) para fomentar mercados nacionales, regionales e internacionales para los productos de los «Jardineros de Bosques» de todo el mundo.

•Certificación que garantice que todos los productos han sido producidos de acuerdo a principios orgánicos y en sistemas que benefician al entorno rural.

La Certificación de los Productos de Huertos Forestales es un sistema que define estándares para la certificación de cultivos que crecen en un diseño de forestería análoga. Este sistema de certificación nacional está vigente en Sri Lanka desde hace más de 12 años y actualmente está bajo una administración internacional. En Australia y en Japón hay buenos mercados para los productos de los huertos forestales, como, por ejemplo, té, jarabes, \’cashu\’ o marañón (Anacardium occidentale L.).

Recuadro 1 El frijolar, un ejemplo indígena del uso de la sucesión de especies

El sistema frijolar fue desarrollado y está siendo usado en Centro América por los indígenas descendientes de los Mayas. Es un sistema donde se cultivan frijoles -a veces junto con maíz- cerca de un enorme árbol del bosque primario, Ceiba pentandra, que es considerado sagrado. Este árbol tiene una altura de 70 m y una corona de más o menos ese diámetro. Cuando se sigue esta tradición, debajo de la corona del árbol de Ceiba se encontrará una parcela con un crecimiento denso de especies de leguminosas de crecimiento rápido, todas con signos de podas drásticas. Hasta un 40% de las especies pueden ser Inga sp., un árbol que crece en lugares donde hay tormentas o donde las inundaciones son frecuentes.

La vegetación del suelo está formada por especies herbáceas, principalmente Piperaceaes. En la última mitad de la temporada de lluvias, cuando el árbol de Ceiba pierde sus hojas, se esparcen semillas de frijol y maíz en la parcela. Al mismo tiempo, se retira la vegetación herbácea y se cortan todas las ramas de los árboles leguminosos adultos, de rápido crecimiento. Se corta en pedazos pequeños el material orgánico obtenido y se distribuye uniformemente sobre el suelo. El frijol y el maíz crecen vigorosamente y, en pocas semanas, cubren la gruesa capa de \’mulch\’. A las 5 o 6 semanas, los árboles que han sido podados reaccionan dando una profusión de ramas y hojas nuevas. En ese sistema se desconoce la presencia de maleza. Dos meses después de la siembra, al comienzo de la temporada seca, el árbol de Ceiba renueva sus hojas. Tres o cuatro semanas después, los frijoles están listos para ser cosechados. La maduración del maíz comienza dos semanas después. Se han registrado rendimientos aproximados de 2100 Kg de frijol y 1430 Kg de maíz por hectárea. Este es muy buen rendimiento, comparado con los 800 Kg de frijol y 1000 Kg de maíz en los sistemas de tala y quema, en la misma región y en lugares similares. En el sistema de tumba y quema, se desmaleza dos veces y solamente se puede obtener un cultivo en el mismo lugar cada 10 o 12 años.

Adaptado de: Gotsch, E., 1995. Break-through in agriculture. Rio de Janeiro, AS-PTA.

La red internacional

La Red Internacional de Forestería Análoga (IAFN) tiene miembros activos que están implementando proyectos en ocho países. En Sri Lanka, los bosques análogos han sido establecidos para dar valor agregado a los productos locales y para facilitar el manejo paisajístico. En México son vistos como una extensión del sistema de uso de tierra tradicional de los mayas. En Colombia se están usando bosques análogos para recuperar tajos mineros dejados después de la destrucción causada por la extracción de oro. En Ecuador han sido introducidos para estimular un cambio de la manera que los campesinos, propietarios del ganado, usan sus tierras, y en Perú están aumentando los jardines forestales de las comunidades indígenas en la Amazonía. En Canadá, la forestería análoga ha incrementado la biodiversidad de los cultivos y la biota en los bosques madereros, mientras que en Australia se ven como un componente de la planificación de las fincas. Es claro que se trata de un enfoque viable con mucha aplicabilidad.

Ranil Senanayake
Coordinador, NSRC, Mirahawatte, Sri Lanka
Neosynth@sri.lanka.net

Referencias
– Hart, R.D., 1980. A natural ecosystem analog approach to the design of a successional crop system for tropical forest environments. Biotropica 12: 73-83.
– Mallet, P., 1997. Analog Forestry Manual. Analog Forestry Network / Falls Brook Centre, RR#1, Hartland, New Brunswick, E0J 1N0 Canadá. Fax: 1 506 375 4221; fbcja@web.net; US$ 10,00.
– Senanayake, R., 1987. Analog Forestry as a Conservation Tool. Tiger Paper, FAO, Bangkok.
– Senanayake, R. y J. Jack, 1998. Analog forestry: an introduction. Monash University Publications, Monash University, Clayton, Victoria, Australia (ver página 30).

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