Entre los medianos y pequeños agricultores en la región Huetar Atlántica es importante la crianza de ganado, actividad que comenzó hace 40 años con la tala del bosque primario. Los suelos de los pastizales generalmente son poco profundos, con baja fertilidad y, en los últimos años, los agricultores han sufrido varios reveses.
Un nuevo pasto se enraiza
Durante la década de 1970, un agricultor de la zona trajo un nuevo pasto de los Estados Unidos y lo cultivó en su finca durante 3 a 4 años sin que nadie lo notara. Después dejó la actividad agrícola y entregó muestras de dicho pasto a una Estación de Investigación Experimental cercana. Allí fue probado y finalmente descartado en 1982. En 1981, un extensionista del Ministerio de Agricultura (MAG), tomó una pequeña muestra de este pasto y la llevó a Pueblo Nuevo, y la entregó al Sr. Nardo Herrera, quien habiéndola plantado en una parte húmeda de su finca, se dispuso a ensayarla a su manera. El Sr. William Retana, un vecino que criaba y engordaba ganado, observó como crecía este pasto y vio que nunca desaparecía y que podía soportar inundaciones. Le gustó y en 1992, invitó a su finca a un extensionista que recién había llegado a la zona y le pidió su opinión.
El pasto Limpo
El extensionista nunca había visto algo así. Llevó la muestra a la universidad para su clasificación. Los investigadores descubrieron que su nombre científico era (Hemarthria altissima o Moralta vigalta), que provenía de África y crecía en áreas húmedas. El extensionista transmitió esta información a William, quien se decidió a sembrar este pasto, bautizado como pasto Limpo, en una hectárea de tierra proclive a inundaciones, cerca de un camino donde antes había crecido el pasto ratana y que casi siempre estaba cubierto de maleza. Hoy en día, William cultiva 7 hectáreas de pasto Limpo y está satisfecho con los resultados. “Vi que el Limpo rastreaba, que las vacas producían más leche, que los terneros engordaban, que el ratana desaparecía y que el área sembrada con Limpo iba aumentando”.
Taller de innovaciones de agricultores
En 1995, el personal del MAG organizó el “Primer taller de productores – innovadores en pastos de Huetar Atlántica”. Ochenta agricultores participaron y seis de ellos dieron charlas sobre sus experiencias como innovadores. William presentó su experiencia con el pasto Limpo, como “su propia innovación”. El extensionista lo ayudó a preparar su presentación. William mostró fotografías del pasto en diferentes estadios de crecimiento en distintos campos y de pastizales desarrollados bajo diferentes regímenes de manejo. Sobre todo, habló de los beneficios que él veía en ese pasto y no tuvo dificultad en comunicar sus experiencias en el taller, aún cuando nunca antes había hablado en público.
William distribuyó el saco de material de siembra de Limpo que había traído consigo, entre los agricultores que asistieron al taller. Ni sus vecinos ni los otros agricultores que estaban presentes habían escuchado antes sobre este pasto. Él ahora está ensayando otras cinco variedades de pastos en su finca: Briachiaria brizanta, B. dictyoneura, B. radgans, B. humidicola y Panicum maximum.
Comparando y compartiendo experiencias
En julio de 1999, los técnicos llevaron a cabo otra reunión de los agricultores para discutir aspectos sobre el pasto Limpo. Asistieron veinte agricultores que habían experimentado con él y dijeron cómo lo habían usado en su situación agroecológica particular (altitud, fertilidad, tamaño y tipo de finca). Revisaron sus cuatro años de experiencia dentro del contexto de plagas, enfermedades, aceptación por parte del ganado, deficiencias y tolerancia. Esta información será usada para preparar un manual práctico.
Difusión rápida
Generalmente, los agricultores locales se resisten a introducir pastos nuevos debido a la gran inversión que esto implica (unos US$200/ha). Sin embargo, el pasto Limpo se está difundiendo rápidamente. Se le puede encontrar en fincas ganaderas desde el río San Juan, en la parte norte del país, hasta Talamanca en el sur. Este pasto ha reemplazado parcialmente al ratana. Es bueno para la producción de leche y carne, y, aunque responde bien a los fertilizantes químicos, también crece sin ellos. Se recupera rápidamente de los aniegos y prefiere suelos húmedos fértiles, pero no puede subsistir en condiciones de acidez ni de inundaciones permanentes.
¿Qué aportó la investigación científica?
Entre 1987 y 1996, 250 tipos de pastos y 204 variedades de leguminosas fueron sometidos a un rastreo científico en la Estación de Investigación Experimental. Las plantas fueron examinadas por expertos locales e investigadores de centros internacionales prestigiosos y todas las variedades fueron evaluadas por técnicos e investigadores. Las dos variedades que probaron ser las mejores fueron Brachiaria brizantha y Arachis pintoi. La primera no puede resistir la humedad y es eliminada por hongos; la segunda se disemina muy lentamente. La mayoría de los AEs de la región sabía de esta recolección, pero, según ellos, todo el material de siembra de estas especies se había perdido.
Los agricultores usan otros indicadores
Cuando se evaluaron los diferentes materiales, los investigadores de la estación dieron prioridad a la producción de biomasa y a la resistencia a plagas y enfermedades. Los ganaderos, por su parte, tomaron más de diez factores en consideración: resistencia a la humedad; rendimiento; rusticidad; dureza; duración; resistencia a enfermedades, plagas, lluvias y sequías; habilidad para recuperarse después del corte; agresividad y competencia con la maleza; facilidad de siembra; propagación; aceptación por las diferentes especies de animales y capacidad para cubrir el suelo.
Probablemente la estación de investigación tenía variedades prometedoras que podrían haber interesado a los ganaderos. ¿Cuántas variedades se perdieron por un error de estrategia de investigación y de extensión? ¿Cuánto se invirtió en investigación de pastos que no ha dado resultados positivos?
Cada vez hay más beneficios
Los ganaderos de la región no se beneficiaron mucho del trabajo de las estaciones de investigación. Sin embargo, debido a la tenacidad de un ganadero experimentador, fortalecido por la visión y creatividad de un extensionista, el pasto Limpo -que había estado presente en la estación de investigación durante casi una década antes de ser descartado- se introdujo en unas 300 hectáreas. El pasto Limpo puede alimentar al doble del ganado que el ratana y como resultado, los agricultores han podido duplicar su producción de carne y generar unos US$200/ha en utilidades. En toda la región se están logrando ganancias anuales equivalentes a US$60.000, como resultado de compartir el conocimiento sobre el Limpo en el primer taller de AEs. ¿Cuántos beneficios habrán mañana?
Asesores técnicos que brindan apoyo
El momento en el cual se comenzó a diseminar el pasto Limpo en esta área está bien definido. El punto de partida es preciso, los nombres de los ganaderos responsables son bien conocidos, y los mecanismos de trabajo implementados por los extensionistas son muy claros. La rápida diseminación fue impulsada por los agentes que alentaron el monitoreo de la experimentación de los agricultores, organizaron una segunda reunión y promocionaron visitas cruzadas de agricultores. Esos extensionistas lucharon contra las directivas de su institución. Dejaron de dar charlas sobre pastos y comenzaron a organizar eventos en los cuales se permitía que los agricultores hablaran y discutieran sus dudas, logros, resultados y penurias con los extensionistas.
Cambio en los métodos de trabajo
Como resultado de estas experiencias promisorias, el grupo de agentes de extensión comenzó a cambiar sus métodos de trabajo. En primer lugar, como profesionales comprendieron, que había la necesidad de documentar estos tipos de actividades. En segundo lugar, a medida que se convencen que los agricultores forman parte de la cadena que genera conocimientos, ellos están cambiando el sistema convencional de organización de la investigación. Gradualmente, comenzaron a alentar a los agricultores de la región a que usen sus habilidades para observar, experimentar y compartir, y para que formen grupos de AEs. En tercer lugar, han comenzado a adquirir más confianza en el valor y la utilidad del intercambio de conocimientos entre ganaderos, asesores técnicos, investigadores públicos y privados, y centros académicos, con el fin de promover la innovación local.
Henri Hocdé, CIRAD, Francia. Ex miembro de la Dirección Ejecutiva del Programa PRIAG en Centroamérica.
147 rue du Bosquet, 34 980 Saint Gely du Fesc, Francia. E-mail: Henri.hocde@cirad.fr
Mauricio Chacón, Agencia MAG Guacimo, Coordinador del Grupo de Pastos de
Huetar Atlántica, Costa Rica. E-mail: kalkorka@sol.racsa.co.cr
Referencias
– MAG, 2000. Primer congreso de productores innovadores en la Región Huetar Atlántica. Limon. Programa de Extensión, Sector Agropecuario. Costa Rica.
– Elizondo, F.I., O. Castillo y H. Hocdé, 2000. “¡Era la primera vez!” Taller de evaluaciones de los congresos regionales de agricultores-experimentadores. Alto de Ochomogo, Consejo Nacional de Producción; Dirección Nacional de Extensión, CENCCOD, Costa Rica.